Richa Robelo fue el nombre artístico más usado por Antonio Abraham Martínez Rodríguez (Xalapa, Veracruz; 1987) para firmar su obra escrita entre 2011 y 2020. El alias es la recuperación de los segundos apellidos de sus padres, lo cual, además de servir como una forma de honrarlos, fue cargado con diversos significados personales.
Richa Robelo llegó a la ciudad de Guanajuato en 1995. Desde muy temprana edad, comenzó a escribir espontáneamente, ideando sus primeros cuentos cuando aún estaba en primaria. Durante su estancia en la preparatoria concibió su poesía a través de Intocable, colección de versos que gira en torno a su mundo interior adolescente. Estos poemas, inéditos a la fecha, estaban fuertemente influenciados por el neo-metal, género musical por el cual Robelo ha mostrado especial predilección, y sentaron las primeras bases sobre las cuales se construiría el estilo que después lo caracterizaría.
Los años siguientes vieron nacer a Querida Doctora Villanueva, Siete golpes a mi narcicismo y Viaje al Centro de la Mente, todos poemarios que permanecieron guardados en sus estantes personales y han sido compartidos sólo con gente cercana, pues a pesar del interés que mostró por estudiar Literatura, fue disuadido de su decisión por sus padres, quienes consideraban que, como todo buen artista, “se moriría de hambre”. Pero eso no lo detuvo de incursionar en el mercado editorial algunos años después con Corazones Tinieblas (2010), un poemario conceptual que versa sobre las formas erradas de amar; Libreta Perdida (2011), colección de poemas que habían quedado fuera del libro anterior, Cosas no Dichas y otras historias cortas (2011); y Pararrayos (2012), que es uno de sus trabajos más vendidos, un libro doble construido sobre la idea de los chivos expiatorios, esas personalidades sobre las que caen comúnmente los señalamientos y las culpas.
Desde inicios del 2012, Robelo comenzó a trabajar en El Abismo, una novela que pretendía fusionar los géneros de Fantasía y Ciencia Ficción y cuyo setting steampunk estaba fuertemente inspirado por la ambientación del animé y videojuegos de rol como Final Fantasy y Dragon Quest. El autor trabajó en conjunto con Verónica Monserrat Martínez Lona, quien desarrolló arte conceptual para los personajes e ilustraciones de la novela. El Abismo estaba planeado para comprender cuatro tomos de trece capítulos cada uno; y aunque el autor completó los dos primeros, jamás pudo lograr que su proyecto fuera publicado y viera la luz; en cambio perdió cantidades considerables al intentar hacerlo.
A la par de El Abismo, Robelo comenzó a trabajar en La Máquina, el poemario más desafiante que había escrito hasta el momento, el cual igualmente fue rechazado por varias casas editoriales. A pesar de ésta negativa el autor aún publicó el micropoemario Tarde con el Pueblo (2015) en línea, a través del sitio Scribd.com, y VersoSobreViri (2016), libro que marcó un retorno a la poesía visceral de Corazones Tinieblas. Visto ingenuamente, VersoSobreViri parece un álbum de recuerdos; una simple historia de desamor contada con versos. Pero su yo poético difumina en varios momentos la frontera entre la realidad y la locura.
Durante todo este recorrido, el autor mantuvo siempre la idea de una escritura accesible que pudiera llamar la atención de un gran público, para lo que tomó ideas mercadológicas de la industria musical, pues finalmente sus mayores influencias líricas provinieron de allí. Esto promovió que calificaran su poesía como “emo” e inclusive “pop”. Ante ello, Robelo admitió que su poesía no era para “catadores de versos”, y que estaba consciente de las razones de estas etiquetas, pero se defendió diciendo que eso no significaba que escribía sin ton ni son o desconociendo la teoría de la poesía.
Richa Robelo fue miembro del Seminario para las Letras Guanajuatenses durante tres años seguidos, lo cual le permitió reflexionar acerca de los procesos creativos de su escritura, relacionarse con gente del medio y proyectar su trabajo en las ferias del libro a las que se adscribe el Fondo Guanajuato, lo cual él declaró fue “todo un honor”. Desde su punto de vista el Seminario, en su núcleo, pretende una meta muy loable -descubrir a los talentos guanajuatenses y proyectarlos, dándoles una mejor oportunidad en el panorama estatal-.
Aunque en su momento expresó su interés en continuar en el Seminario, a partir de 2017 dejó de formar parte de él. En su última entrevista con su servidor par el Periódico AM. en febrero del 2018 el autor mencionó estar trabajando en lo que se supone sería su novena producción poética, y la re-edición de una novela que ideó durante su último año de preparatoria. Por ésos entonces dedicado mayormente a la docencia, con el advenimiento de la pandemia COVID-19 pierde su empleo. Aún entonces escribió un par de artículos para la revista de la Red Estatal de Tertlias Literarias Guanajuato “Ecos Literarios”, con el último siendo publicado en Julio del 2020. Actualmente se encuentra desempleado, aunque aún funge esporádicamente en funciones de capacitación a empresas y elaboración de material audiovisual.
Algunos de los libros de Richa Robelo aún pueden ser encontrados actualmente a la venta en la librería del Fondo Guanajuato (anexa al Museo Diego Rivera) y también en línea a través del sitio Mercado Libre.