Comer en Guanajuato es mucho más que satisfacer el hambre. Es saborear siglos de historia, es sentarse a la mesa con los antepasados, es morder una enchilada minera y sentir el trabajo de una familia entera, de una comunidad entera. Es cerrar los ojos mientras se toma un sorbo de mezcal artesanal y entender que la gastronomía guanajuatense no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma.
Hoy, me siento profundamente orgulloso del rescate que ha hecho Guanajuato de su cocina tradicional. Y no lo digo solo como observador, sino como testigo directo de cómo cocineras tradicionales —esas guardianas de la sazón heredada— y chefs contemporáneos —esos alquimistas modernos de los sabores— han unido fuerzas para hacer de nuestra gastronomía un poderoso imán cultural.
Este movimiento comenzó con visión estratégica y sensibilidad social hace más de una década, cuando el entonces Secretario de Turismo, Fernando Olivera Rocha, lanzó el programa Guanajuato ¡Sí Sabe!. A partir de ese momento, se encendió una chispa en cada municipio del estado. Se desempolvaron recetarios escritos a mano. Se honró la memoria de las abuelas. Se recuperaron ingredientes endémicos como el xoconostle, el garambullo y el chile de árbol de la sierra. Y se tejió una red viva de más de 100 cocineras tradicionales, con más de 300 recetas rescatadas, que hoy forman parte del orgullo culinario del estado.
Ahora, bajo la batuta de la Secretaria de Turismo e Identidad, Lupita Robles León, el programa se revitaliza con un nuevo aire: más eventos, más inclusión, más sabor. La Temporada Gastronómica 2025 de Guanajuato ¡Sí Sabe! será un verdadero banquete de cultura viva, con 25 eventos en 9 semanas, en los que se celebrará desde la cocina prehispánica hasta las creaciones gourmet que nacen de la fusión de técnicas ancestrales con la innovación contemporánea.
Entre estos eventos, destaco con especial cariño el más entrañable de todos: el Encuentro de Cocineras Tradicionales, que en su edición número 14 será el corazón palpitante de esta temporada. Aquí no hay estrellas Michelin, pero sí estrellas de barro, de humo, de maíz, de amor. Las mujeres que cocinan aquí no aprendieron en escuelas, sino en fogones. No usan cronómetros, usan intuición. Y sus platillos no se sirven en vajilla fina, pero sí con historias que te arrancan una lágrima.
Este Encuentro es un homenaje vivo a nuestras raíces. Una plataforma de reconocimiento y empoderamiento. Un festival donde se come, se ríe, se canta, y se entiende —por fin— que la cocina también es un acto de resistencia cultural.
Y si esto fuera poco, en 2025 también nos esperan:
- Festival del Mezcal y la Cerveza Artesanal
- Festival del Chile Negro de Huanímaro
- Festival de la Cajeta de Celaya
- Festival del Nopal en Salamanca
- Festival Endémico en León
- Festival de la Cocina Otomí en Tierra Blanca
- Festival de la Cocina del Semidesierto en Xichú y Atarjea
Cada uno de estos eventos será una excusa perfecta para redescubrir Guanajuato… o para venir por primera vez y nunca querer irse. Porque aquí, la comida no solo se cocina: se celebra, se defiende y se comparte.
Así que, querido lector: ven con hambre. Con hambre de sabores, de historias, de tradición. Guanajuato te espera con los brazos abiertos y las cazuelas hirviendo.
Porque sí, Guanajuato ¡Sí Sabe!
Y sabe delicioso.