Guanajuato, Gto., a 04 de mayo de 2025.- “Las armas nacionales se han cubierto de gloria”, escribió el general Ignacio Zaragoza al presidente Benito Juárez tras la victoria mexicana en la Batalla del 5 de Mayo de 1862. Entre esas armas victoriosas estaban las del Batallón Primer Ligero de Guanajuato, antecedente directo de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado (FSPE), cuya valentía y compromiso siguen siendo motivo de orgullo y ejemplo de servicio a la patria.
Fundado en 1833 por decreto del Congreso del Estado, el Batallón Primer Ligero se ganó su lugar en la historia al participar activamente en los episodios más trascendentes del siglo XIX: desde la guerra contra Texas y la Intervención Norteamericana, hasta el sitio de Querétaro y la escolta del presidente Juárez durante su marcha al norte. En la Intervención Francesa, su valor alcanzó nuevas alturas.
El 4 de mayo de 1862, un día antes de la célebre batalla, las tropas guanajuatenses enfrentaron y repelieron a fuerzas conservadoras que intentaban abrir un nuevo frente en Puebla. Este acto fue clave para evitar un ataque simultáneo que habría comprometido seriamente la defensa nacional.
Tal era la confianza del presidente Juárez en este batallón, que ordenó al general Florencio Antillón dirigirse con urgencia a reforzar la línea defensiva en Puebla. Las crónicas militares destacan que si los soldados de Guanajuato caían, la capital estaba perdida.
Justo Sierra, en su obra Juárez: su obra y su tiempo, elogió al Batallón Primer Ligero como “una magnífica división, perfectamente organizada y armada”. Su reputación no era gratuita: combatieron con disciplina y bravura en los sitios más peligrosos, como el Fuerte Iturbide durante el Sitio de Puebla de 1863, donde resistieron bajo un incesante bombardeo francés por más de diez horas, sin ceder ni un paso.
La lealtad republicana de estas fuerzas fue tal, que el propio Juárez autorizó que las fuerzas del Estado de Guanajuato portaran armas y uniformes del Ejército Federal, privilegio que sólo compartieron con Oaxaca y que se mantuvo vigente hasta 1964.
Hoy, a 192 años de su creación, el legado del Batallón Primer Ligero vive en las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado de Guanajuato. Las FSPE continúan defendiendo a la sociedad con los mismos valores de lealtad, entrega y coraje, bajo un modelo moderno que privilegia la inteligencia operativa, la coordinación interinstitucional y la cercanía ciudadana.
La estrategia Coordinación Operativa de la Nueva Fuerza de Inteligencia Anticrimen (CONFIA) es reflejo de esa evolución, pero también de una memoria viva que honra a quienes defendieron la soberanía nacional en uno de los capítulos más gloriosos de nuestra historia.
Honor y gloria a los héroes del pasado. Reconocimiento y gratitud a quienes hoy protegen Guanajuato con valor, sacrificio y lealtad.