Jaime Panqueva es colombiano, nacido en 1973. Desde 1998 reside fuera de su país y ostenta también la nacionalidad mexicana desde el año 2005. Ganador del premio nacional Juan Rulfo de primera novela 2009 Conaculta-INBA, publicado en 2011 por Grupo Planeta bajo el nombre de La rosa de la China. Su colección de cuentos El final de los tiempos apareció bajo el sello Nortestación en 2012. Fue seleccionado por la Asociación de Escritores de Shanghái para las residencias literarias de 2014. Algunos de sus relatos han sido traducidos al húngaro y francés, así como seleccionados para aparecer en revistas literarias y diarios de Argentina (Gramma), Colombia (El Espectador), Perú (Vallejo & Co.), y México (Antología virtual de minificción mexicana, Internacional microcuentista, Letras Libres, Los Suicidas, UNI-Diversidad, Parteaguas y Cosido a Mano, entre otras). Reside desde 2012 en Irapuato (México) donde publica una columna de opinión semanal en diarios impresos y digitales, como El Sol de Irapuato, AM Corredor Industrial (Grupo Reforma) y los portales PopLab y EsLoCotidiano. Coordina los talleres de Escritura Creativa del Instituto Municipal de Cultura Arte y Recreación IMCAR de Irapuato y del Centro Regional de Expresión Artística CREA. Ha colaborado en publicaciones locales como escritor, Boletín del Archivo Histórico Municipal; y editor, serie de plaquettes Políticamente Incorrecto (FCI ediciones), y de la sección semanal del diario AM La trinca del cuento (más de 320 ediciones). Ha sido tutor de las becas estatales PECDA de Guanajuato, del Seminario de Literatura Jorge Ibargüengoitia y de talleres de escritura en centros de readaptación social del estado de Guanajuato. Es miembro fundador y presidente de Fomento Cultural Irapuato AC y coordina la sede de Irapuato del Festival Internacional de Literatura FESIL 2023. Fue por cinco años director de Argonauta, revista cultural del Bajío (18 ediciones) y presenta el programa de radio por internet La nave de Argos (más de 260 episodios). Una compilación de diez años de columnas de sus columnas de opinión y periodismo cultural se publicó por el Instituto Estatal de la Cultura (IEC) de Guanajuato a través de Ediciones La Rana en 2024 bajo el título de Qué culpa si es cierto.
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1.- ¿Qué te movió a venirte a vivir a México y obtener la nacionalidad mexicana?
Lo primero fue haberme casado con una extraordinaria mexicana. Nos conocimos en Salamanca, España. De allí surgió una posibilidad de trabajo en México que no se concretó finalmente y nos instalamos en la CDMX. Solicité tan pronto como pude la nacionalidad mexicana porque los trámites para renovar la forma migratoria en el INAMI cada seis meses eran una pesadilla. Me sentí orgulloso cuando me la concedieron.
2.- Cómo fue experiencia en Shanghái al obtener una estancia de la Asociación de Escritores de Shanghái en 2014?
Es viajar a otro mundo, muy cuidado (en el mejor de los sentidos) y atendido por esta Asociación. Rompió por completo mis prejuicios sobre China y creó lazos no sólo con los escritores de China, también con los compañeros de otros países con quienes compartí la estancia. Uno de ellos, Jervey Tervalon, acaba de perder su casa en los incendios de Los Ángeles.
Descubrí cómo adoptamos las ideas preconcebidas de Europa y los Estados Unidos sobre China como si fueran propias: su absurdo racismo. Es también un baño de humildad sentirse analfabeta ante los sinogramas. China está retomando el lugar que tuvo durante siglos en el mundo y no tiene prisa.
3.- ¿Cómo tu experiencia al ser tutor del Seminario Para las Letras Guanajuatenses en el área de novela?
Fue en los primeros años del Seminario. Encontré un nivel bajo en la mayoría de los asistentes, por eso tuve que dividir mi grupo para dedicarle más tiempo a quienes ya tenían un trabajo que podría convertirse en novela; y para aportar fundamentos y lecturas a los demás asistentes.
4.- Como tallerista, ¿cómo es tu método de trabajar y de transmitir el conocimiento acerca de las formas, estructuras y temas literarios?
Por mi experiencia como aprendiz y profesor, me fijo mucho en la calidad de las lecturas y análisis que puedas hacer de ellas. Siempre busco entregar textos, ya sea teóricos o de escritores de todas partes, para que los asistentes vean la enorme diversidad de propuestas. No puedes escribir bien si no lees bien, si eres omnívoro te irá mejor aún.
5.- ¿Cómo fue tu experiencia al trabajar talleres de escritura para personas privadas de la libertad en centros de readaptación social del estado de Guanajuato? ¿Tuviste un alumnado masculino o femenino?
El alumnado fue masculino. Es un ambiente muy duro donde apliqué lo que comentaba en la anterior respuesta. Buscaba maravillar a los asistentes con la diversidad de propuestas, geografías y épocas. En algunos casos lo logré; algunos de los comentarios afirmaban que durante el taller los asistentes sentían que no estaban presos. He tenido que tallerear con personas muy humildes que están allí, por no tener dinero para un abogado, y con gánsteres que se vanaglorian de picar a sus contrincantes en pedacitos como parte de su bisne. Hay que escribir también sobre eso.
6.- ¿Por qué desapareció la revista Argonauta de la que fuiste director?
Fui director, editor, cobrador, gerente, repartidor, promotor, gestor, chofer, cargador, corrector de estilo, entre otras cosas. La revista no desapareció, ahora se llama La nave de Argos (https://www.facebook.com/LaNaveDeArgos/) y la hacemos cada semana. Me habría encantado seguir con una versión impresa, pero eran demasiadas tareas que recaían en muy pocas personas. Cuando sacas más de 15 números así, te das cuenta del desgaste y de la necesidad de mutar el proyecto. Queda un hijo muy bueno que va por los 280 episodios.
7.- ¿Cómo ves el panorama de la literatura producida en Irapuato en cuanto a calidad artística y podrías darnos algunas referencias notables de nombres y obras?
No soy crítico literario; me gusta dejar el trabajo a quienes estudiaron para ello. Tenemos narradores muy interesantes que están produciendo historias o editando libros memorables; sobre su calidad hablarán el tiempo y los lectores: José Antonio Banda (Instrucciones para construir una ventana), Luis Felipe Pérez Sánchez (La compulsión autobiográfica, El tractor Morales), Héctor Hugo Acosta (La resurrección de Saramago), Edurne Villanueva (Mentiras gordas y No me olvides), Sara Muñoz (Entraron sin permiso), Julieta Navarrete (Aquí los muertos no cantan). Incluso algunos no viven en la ciudad pero escriben sobre su experiencia, como Fernanda Ontiveros (Un marco para Gauguin). Prácticamente, los libros mencionados tienen poco más de un año o son nuevos lanzamientos. No sé si algo así se dio antes. (¡Ah! Incluiría también a Jaime Panqueva: Qué culpa si es cierto.)
8.- ¿Y respecto a la promoción cultural municipal y la generación de públicos (que es lo más difícil)?
Pues no sé si te has dado cuenta, pero en los últimos años en lo presupuestario lo que menos ha importado en los tres niveles de gobierno es la cultura. Hasta el Cervantino que era la joya de la corona ha tenido un par de años desastrosos, para ser generoso. Sobran las buenas intenciones, pero todas cojean en que la mezquindad de nuestros políticos obstaculiza la profesionalización de las artes. Prefieren pagarle millones en un video de Belinda que emplear ese dinero en ediciones, lecturas o simplemente reconocer el trabajo de quienes hacen una presentación editorial.
9.- ¿Puedes mencionar unas diez de las entrevistas que más has disfrutado, te sientas orgulloso, sean significativas para ti por la persona, la calidad de las respuestas o algo parecido en La nave de Argos?
Puf. Son muchas. Hemos hablado con grandes artistas, músicos, escritores, pintores, también con la gente de a pie que hace cultura, con estudiantes en huelga, con editores independientes incluso desde Australia. Hicimos una cobertura muy interesante durante la pandemia por covid-19 que incluyó corresponsales en China y Europa. Hemos hecho programas muy interesantes sobre ciencia y tecnología con investigaciones en curso en nuestra región. El único tema vedado en La nave es la política, por obvias razones: hay temas mucho mejores. La lista en muy larga, incluye nombres tanto de Irapuato, del estado, de México e incluso algunos extranjeros. Todo está en: https://open.spotify.com/show/0Ow6zIBvC9O8dIUImwedS7 y otras plataformas de podcast como Google, Apple Podcast o IVoox.
10.- ¿Cómo fue la investigación que debiste hacer para escribir La rosa de la china y cómo fue su proceso creativo?
Fue sumergirse primero en el tema histórico alrededor de la misión Keicho y el arte nanban; fue tan fascinante que los personajes iban apareciendo por sí solos. Catarina de San Juan fue un accidente afortunado de esa investigación. Sobre la base histórica realicé mi versión de hechos posibles y homenajes al género de aventuras, de allí surgió una cronología y la posibilidad de abordarla en tres épocas diferentes que dialogaran entre sí con el lector. Básicamente fue eso.
11.- ¿Cuál es la disciplina que te exige el hecho de escribir una columna semanal de opinión para diversos medios? ¿Qué extensión suelen tener éstos?
La columna la escribo entre viernes y sábado de cada semana. Una vez la termino, entre 500 y 800 palabras (a veces más, a veces menos), me pongo a pensar en la siguiente. A veces los hechos más recientes son el gatillo para comenzar a escribir; en otras ocasiones la tengo pensada desde antes y la voy nutriendo de información actual.
12.- ¿Te gustaría en algún momento recibir el nombramiento como cronista del municipio de Irapuato, según tu perspectiva, quién estaría calificado para esa función?
No sé qué tan profesionalizado está el oficio de cronista en el estado. Por lo que he visto en Irapuato, no hay rigor alguno. Recuerdo cuando conocí a don Pedro Ángel Palou Pérez, coordinador del Consejo de la Crónica del Estado de Puebla. Creo que a algo así tendría que aspirar Guanajuato, en Puebla les importaba tener buenos cronistas locales y los capacitaban. En Guanajuato sólo en algunos municipios asignan una contraprestación económica que no redunda en publicaciones o trabajo de crónica. Se despilfarra en la mentefactura o en cosas de más glamour como los viñedos, en lugar de mirar hacia los pobladores y su pasado. La memoria y la verdad son lo que más espanta a nuestros políticos. (Espero no vayan a censurar esto.)
13.- ¿Cómo obtienes los cuentos que publicas semanalmente en la “Trinca del cuento”?
Son donaciones; aunque hemos dejado de publicar por un par de meses. La mayoría son aficionados que nos envían sus textos o provienen de talleres locales. Yo los edito y pido la autorización de los autores para publicarlos.
14.- ¿Qué es de lo que más te sientes orgulloso de compartir en tu libro de periodismo cultural Qué culpa si es cierto?
Me siento orgulloso de que en la edición nadie me pidió que retirara un solo texto y eso que hay varios muy espinosos. Lo revisaron Jorge Olmos y Ana Paulina Calvillo.
15.- ¿Qué hay de tu columna “Guía de lectura?”? ¿Aún la mantienes? ¿Dónde podemos leerla? ¿Qué clase de libros reseñas?
La guía va en la publicación núm. 577. Se mantiene semanalmente en Tachas, el suplemento cultural de Es lo cotidiano en León: https://www.eslocotidiano.com/seccion/tachas-608/ . También lo publica el diario AM: https://www.am.com.mx/opinion/2025/2/2/los-intereses-creados-de-jacinto-benavente-731023.html En realidad, reseño la mayor parte de los libros que leo o que me gustan. Este año me comprometí a leer más poesía. Aunque no soy muy buen crítico de ésta, espero publicar más al respecto. Pido desde ahora la indulgencia del público lector.
16.- ¿Cómo podrías hablarnos de tu método o estilo particular de escribir la reseña de un libro de literatura?
Vaya, es que a un libro puede acercarse uno desde cualquier ángulo, y en buena medida es lo que trato de hacer: mostrar cómo los hacemos parte de nuestra vida, ya sea por su temática, el contexto histórico de su escritura o autor, algún fragmento particular que nos hiere o acaricia. Aprecio también los textos breves y sustanciosos, me desesperan las reseñas demasiado largas. Rara vez la guía supera las 550 palabras.
17.- ¿Tienes horas, rituales, o manías acerca del momento de ponerte frente al ordenador?
No, en particular. A veces me gusta escribir a mano, pues el ordenador puede ser una fuente inagotable de distracciones.
¿Tomas alguna bebida como café? Agüita, poco más. No es indispensable.
¿Fumas? Nunca he fumado. No me gusta el sabor del tabaco.
¿Trabajas a cualquier hora del día? Sí, pero prefiero la luz natural.
¿Cuántas horas dedicas diario a la escritura? No llevo una cuenta precisa; intenté hacerlo pero quita tiempo y es algo mentiroso, porque la escritura la compagino con otras actividades.
¿Pones música para escribir o te distrae? A veces pongo música, pero por lo general que no distraiga.
¿Eres multitask? Sí, en este mundo hay que hacer multitask por fuerza, y eso afecta el grado de concentración. A veces respondo entrevistas cuando debería estar escribiendo… 😉
¿Prefieres un enorme silencio? El silencio es bueno, no le tengo miedo.
Gracias a ti por las preguntas. Traté de responderlas sincera y puntualmente.