Litoral del tiempo es la primera antología publicada en México de los poemas completos de toda la obra de Margarita Paz Paredes (San Felipe, Gto., 1922-1980). Fue publicada originalmente por el Gobierno del Estado de Guanajuato en 1978, con un comentario introductorio del prestigioso Efraín huerta, con un prólogo de Roberto Martínez e ilustraciones de Elvira Rascón, siendo su tiraje de 4,000 unidades. Eventualmente el Gobierno del Estado de Campeche publicó una antología con poemas selectos de la brillante poeta guanajuatenses llamado Segundo litoral del tiempo, en su colección “Rosa náutica”, con 290 páginas. El Gobierno de Campeche expresó estas palabras con motivo de la presentación de esta edición: “El gobierno del Estado de Campeche, rinde homenaje a la obra de una excelente poeta mexicana: Margarita Paz Paredes, apasionada poesía que honra a las letras de México. Al mismo tiempo se hace un reconocimiento fraterno al solar que dio su luz para sembrar de espejismos el alma de esta notable lírica; Guanajuato. La autora es una fecunda creadora, fiel a su destino, ha publicado una veintena de tomos de poesía de entre los cuales se ha seleccionado el material que contiene la presente antología. Segundo litoral del tiempo, es la vida misma de Margarita Paz Paredes, itinerario de ave que levanta el vuelo hacia los manantiales del sueño, deja su litoral primario, asalta los estadios de la luz, las colmenas del aire, vence tempestades, sufre el aniquilamiento del jazmín, se estremece y llora. Dueña ya de la intemperie y en plenitud de espacio llama a brújulas íntimas, a clepsidras que han agotado sus porciones de arena para desembocar irremediablemente hasta su Segundo litoral del tiempo.” En 1985 Conaculta, en su célebre y muy selecta colección Lecturas mexicanas publicaría otra edición de Litoral del tiempo. El crédito de la imagen de portada corresponde a la UNAM.
En el Litoral del tiempo al que hemos recurrido para esta nota, la de Conaculta de 1985, se reúnen poemas de Sonaja (1942), Voz de la tierra (1946), El anhelo plural (1948), Andamos de sombra (1949), Dimensión del silencio (1953), Presagio en el viento (1952), Casa de la niebla (1959), Rebelión de ceniza (1960), La imagen y su espejo (1962), El rostro imposible (1963), Adán en sombra (1964), Lumbre cautiva (1968), Señales (1972) y Otra vez la muerte (1976), así como textos posteriores; a saber: “El crimen fue en Santiago” (en el que la autora protesta por la muerte de Salvador Allende, a quien nombra Presidente de América), “Puerta de luz líquida” y dos poemas inéditos. Se comprende ahora que esta autora tuvo una vasta producción. Ella estudió periodismo, además de la licenciatura en Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Fue docente de literatura universal y española en la Universidad de Toluca.
La primera imagen corresponde a la edición del Gobierno del Estado de Guanajuato, la segunda a la del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. La potada de la edición del Gobierno del Estado de Campeche, referida en varias fuentes confiables, nos fue imposible de localizar.
Su poesía, principalmente la de madurez, es sutil pero contundente, dotada de un gran erotismo fino e intimista, de exquisito gusto. Es posible asistir en la poesía de la autora en la magia de la carga semántica de cada palabra, con sus respectivos correlatos afectivos, literarios, simbólicos, artísticos y culturales. Lo que hace que su poesía, ya habiendo logrado el particular estilo que la caracterizaría, sea tan deleitosa, expresiva, con densidad emocional, evocativa, que logran el asombro y el placer estéticos de cualquier buen amante de la verdadera poesía. Desde el poema de juventud que abre este libro, “Los aguadores”, se entiende que la autora tiende al erotismo. En este poema celebra más bien lo corporal y físico; pero en lo sucesivo ese erotismo estará más cifrado en símbolos, con lo que imanta como hasta lo extático toda la belleza del mundo.
Se advierte en su poesía una nutrición de la tradición bíblica, que trasciende el discurso literal y lo carga de religiosidad al codificarlo en imágenes. La suya es también una poesía sensualista, que juega con la adjetivación, la cadencia y el ritmo para cantar lo mismo el amor que el dolor y la honda tristeza en la cual, sin embargo, es posible la esperanza gracias al poder del espíritu. Su erotismo, le hace recurrir mucho a lo cárnico que para ella es principalmente tentativo; esto se lee en su representación de un aniversario imaginario de lo masculino, que a veces se extiende hacia lo animal.
También es posible encontrar múltiples referencias a lo vegetal en su misteriosa gracia y encanto: flores, tallos, espigas, frutos. Son versos impregnados de la melancolía de una mujer que miró hacia el infinito y se atrevió a cuestionarlo con ilusión. Se percibe en ellos un fuerte deseo de comunión con lo eterno, un anhelo de ascensión. Si su poesía fuera una entidad material, sin duda sería plena de perfumes, vibraciones, luces, músicas y texturas y ternuras de gracia. Sin embargo, es también necesario decir que gran parte de su producción poética tuvo intereses sociales, ya que ella comulgaba con el socialismo y el comunismo; a través de ella convoca a la hermandad de todas las personas del mundo. Canta a su patria que para ella era América. En tal sentido escribió “Te amo América, por el cauce infinito de tus lágrimas”, en plena solidaridad con los desposeídos del continente; así como un “Clamor por el Che Guevara”, a la muerte del luchador y soñador.
Esto libro es un verdadero clásico de las letras mexicanas del siglo XX y es muy triste que su obra no se conozca. Que no se oiga mentar ni el no el nombre de poetas en las escuelas, la academia, los círculos de lectores, eventos culturales e incluso entre los especialistas en poesía mexicana de este siglo. O siquiera entre las chicas que escriben poesía y tienen como mandato ideologizado leer sólo a mujeres. Por ello es muy celebrable que, gracias al extraordinario e imparable trabajo que ha hecho Mauricio Vázquez González como director de Ediciones La Rana del Instituto Estatal de la Cultura, se halla reeditado este Litoral del tiempo, con el pretexto de celebrar el centenario del nacimiento de la poeta, en 2022, edición que cuesta sólo150 y está en existencia. Si no encuentra el libro en su librería favorita donde venden libros de Ediciones La Rana, puede dirigirse directamente a las oficinas de la editorial, la cual podrán localizar gracias a Google y Google Maps.
Edición de Ediciones La Rana
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