El 20 de enero de 2025, Donald J. Trump tomará posesión como presidente de Estados Unidos por segunda vez, tras su victoria en las elecciones de 2024. La ceremonia de investidura, que se llevará a cabo en el Capitolio de Washington D.C., marcará el inicio de un mandato que se extenderá hasta el 20 de enero de 2029. Este regreso, inédito en la política estadounidense moderna, ha generado expectativas y controversias tanto dentro como fuera del país.
En su discurso inaugural, se espera que Trump reitere sus prioridades de campaña, incluyendo el fortalecimiento de la seguridad fronteriza, la promoción de la independencia energética y la renegociación de acuerdos internacionales. También se anticipa un enfoque renovado en temas como la inmigración, el comercio y una política exterior centrada en la rivalidad estratégica con China.
Analistas políticos advierten que este segundo mandato presenta retos significativos, especialmente en un país profundamente dividido. Trump enfrenta un Congreso donde los demócratas han prometido bloquear gran parte de su agenda, mientras su retórica polarizadora continúa generando tensiones entre diferentes sectores de la sociedad.
A nivel global, se espera que la administración Trump adopte una postura más firme en la competencia con potencias como China y Rusia, al tiempo que busca reforzar alianzas estratégicas en Oriente Medio y América Latina. Sin embargo, algunos expertos advierten que su enfoque podría aislar aún más a Estados Unidos en foros multilaterales.
Con esta investidura, Trump se une a una exclusiva lista de presidentes que han servido dos mandatos no consecutivos en la historia del país, el más reciente siendo Grover Cleveland en el siglo XIX. Los próximos cuatro años serán cruciales para determinar el impacto de su regreso al poder y su capacidad para cumplir con las promesas de campaña que lo llevaron nuevamente a la Casa Blanca.