Una ley en Francia ha dispuesto que los supermercados tienen prohibido tirar o desperdiciar la comida que no se venda. En lo sucesivo, estos negocios tienen la consigna de donar la comida que no vayan a utilizar a una institución de caridad o bien a un banco de alimentos.
La ley fue votada unánimemente por el senado francés, y se hará efectiva para todos los supermercados cuyos locales midan 400 metros cuadrados o más. Si alguno llegara a infringir la ley, se le podría aplicar una multa de hasta 3.750 euros.
Al respecto, Jacques Bailet, de Banques Alimentaires, una red de bancos de alimentos, explicó que “Lo más importante es que, como los supermercados estarán obligados a firmar acuerdos con instituciones de caridad, podremos aumentar la calidad y diversidad de alimentos que obtenemos para la distribución”.
Y es que anteriormente los supermercados llegaban a ter prácticas mezquinas con relación a sus desperdicios de alimentos como rociar con cloro las sobras de los almacenes para evitar que éstas fueran aprovechadas o recolectadas por personas necesitadas.
Jacques Bailet piensa que de esta manera pueden conseguirse carne, frutas y verduras para el balance nutricional que hace falta en la red de alimentos. Piensa que esta resolución es sumamente útil, ya que es una manera confiable de abastecerse de productos de calidad que vienen directamente de las fábricas.
Actualmente se está tratando de obtener la aprobación de una ley para que la prohibición del desperdicio de comida sea extensiva a toda la Unión Europea.