El agua es un elemento esencial para la vida y el desarrollo humano y económico de cualquier población. Y la comunidad de Guanajuato no está exenta de ello. Este recurso agotable se ha convertido en un bien preciado cada vez más limitado y además mal repartido, algo que se agrava con el paso del tiempo. Al indagar en la cuestión del agua, es posible encontrarse con que tanto las instituciones gubernamentales como los movimientos ecologistas tienen sus propios porcentajes sobre la realidad acuífera en México y en particular de Guanajuato. En general, a menester de la dicotomía de la información, los resultados de algunas investigaciones concuerdan en que las razones más atenuantes del agotamiento del agua se deben a los patrones de consumo domésticos, industriales y agrícolas. Y también a la creciente población mundial, la contaminación y el cambio climático, que afectan directamente en la escasez del agua potable y preocupan a la población.
Para tener una idea porcentual, el 85% de la superficie de Guanajuato pertenece a la Región Lerma-Santiago-Pacífico cuyas aguas escurren hacia el Océano Pacífico y el 15% restante a la Región Golfo Norte, desembocando sus aguas en el Golfo de México. La Comisión Nacional del Agua reporta que el sector que más hace uso del agua es agrícola, con el 87.74% del total, le siguen el uso público, urbano y rural con el 7.95%, el consumo industrial con el 3.32% y los usos para las plantas termoeléctricas con el 0.95%. Estos datos oficiales revelan de alguna manera cómo se presenta la realidad del líquido en la ciudad y en el estado, particularmente en lo desigual de su distribución.
Un dato turístico –no por eso menos importante– revela que el abuso desproporcionado en el consumo del agua por parte de la población sucede en las épocas cervantinas. En el último Festival Internacional Cervantino el consumo de líquido subió un 20%. O sea, de 60 litros por segundo que se consumen regularmente en la zona sur de la ciudad, la media incrementó a 80 litros en el segundo día de actividades del FIC. Estas cifras no deben pasar desapercibidas ni por el control gubernamental, ni por aquellos ciudadanos que se encargan política y ecológicamente de hacer visible el agotamiento de este recurso natural.
En relación a los patrones de consumo insustentables, un estudio realizado por el Sistema de Indicadores Ambientales y de Sustentabilidad, dependiente del Instituto de Ecología del Estado de Guanajuato, reveló que en esta ciudad se calcula un uso per capita de 35 m3 (1 m3 = 1000 l). En datos globales sería algo así como de 100 a 200 litros diarios por persona. Si bien las cifras parecen exorbitantes, las investigaciones se basaron en todas las variables del consumo diario que realizan en los hogares, ya sea para beber, limpiar, regar, abastecer a animales domésticos, etc. Para tener una referencia, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO) considera que el consumo sustentable de cualquier ser humano en el mundo debe ser de máximo 60 litros por persona al día. Es decir, que si se continúa consumiendo agua en la manera en que se está haciendo, quedarán pocas posibilidades de asegurar el vital líquido para los años venideros.
La influencia climática
Dadas las condiciones climáticas, muchas de las localidades cercanas al centro de la ciudad ruegan por lluvias frecuentes e intensas en determinadas fechas del año. Sin embargo, el problema no sólo es la sequía sino también la continua deforestación creciente de las zonas arboladas para fines de urbanización. Esto se agrava con la sobreexplotación de pozos que no permiten su recarga y la poca captación en presas que se encuentran altamente azolvadas y con fuertes niveles de evaporación.
Para comprender mejor la importancia climática, es necesario apunta que en todo el estado más del 80% de la lluvia ocurre en los meses de junio a septiembre; el 12% en abril, mayo y octubre; y el 6% en los meses restantes. Se estima que un volumen de 20,387 millones de metros cúbicos en promedio se precipitan sobre Guanajuato anualmente. El estado ocupa el quinto lugar nacional en daños por inundaciones y sexto en daños a la agricultura por sequías.
Planes de manejo
De acuerdo a la información que publican desde el gobierno, en el estado de Guanajuato se realizaron cuatro Planes de Manejo Integrados del Agua a través de 14 Consejos Técnicos de Agua Subterráneas desde el año 2000 hasta la fecha, constituidos por los usuarios y las diferentes autoridades del agua, tanto federales como locales. Estos consejos tienen por finalidad definir acciones para detener, o al menos aminorar, la sobreexplotación del agua subterránea de los 955 pozos utilizados actualmente. Sin embargo, a pesar de la vigencia de esos planes y de las políticas gubernamentales, aún no se han podido recaudar ningún tipo de publicación o boletín oficial con los resultados de las últimas acciones.
Record en garrafones
Paradójicamente, a pesar de la mala calidad de agua que se expende en botellones, México es el principal consumidor de estos envases. Un reporte de la Beverage Marketing Corporation realizado el año pasado, anunció que en este país se consume cerca de 24,5 millones de PET al día. Se calcula que en promedio cada familia gasta al año 1,800 pesos en agua embotellada. Según BMC, actualmente la venta de agua embotellada asciende a 26,032’000,000 millones de litros al año, de los cuales se estima que 18,222’000,000 millones (70%) fueron comercializados en garrafón y 7, 809’000,000 (30%) en botellas individuales.
Exposición permanente
El centro de exposiciones Parque Bicentenario de Guanajuato tiene actualmente dos muestras que hacen referencia al uso responsable del agua. La primera forma parte del montaje 390 ppm. Cambios climáticos que trata, en un recorrido interactivo por el tiempo, del desarrollo y evolución humanos en México. Mientras que la exhibición denominada 3R, con su sala individual, remarca mediante juegos y recursos tecnológicos los diversos modos de consumo consciente que el hombre hace del agua.
Día Mundial del Agua
El próximo 22 de marzo se conmemorará el Día Mundial del Agua 2013, organizado por la Asamblea General de las Naciones Unidas y el grupo ecologista World Water Day, para debatir sobre la cooperación hídrica mundial.