En julio de 2021, este periodista tuvo la enorme fortuna de entrevistar a través de videollamada al rapero y boxeador profesional Nitro Goyri, nacido bajo el nombre de Shailock, y llamado cariñosamente Shai por quienes lo apreciamos. En esa ocasión, a partir del estudio atento a todo el material disponible en su canal de YouTube, en la que se puso atención a los temas, las figuras retóricas, la fuerza expresiva, los aspectos confesionales y autorreferenciales, los componentes emocionales y la estilización del lenguaje; y del mismo modo, la en la videoástica se reparó detalladamente en su semiótica y simbología, los recursos técnicos y la posible inversión económica en ello; se diseñó un cuestionario personalizado de cerca de 25 reactivos, con el fin de elaborar una nota en el que biografía y obra en Nitro Goyri fueran consideradas de manera orgánica, pero también de forma aguda. Nitro, con ropa deportiva y gorra, se mostró de lo más cortés, seguro en sus afirmaciones, manteniendo límites entre lo privado y lo público y de una gran accesibilidad.
Nitro ya exhibía ya mucho talento, atención a la multidisciplinariedad y contaba con muy bellas producciones audiovisuales: alguna con avionetas y una que incluso me impactó mucho: la de una toma área de su grupo de camaradas, desde una focalización hasta su alejamiento para mostrar una apreciación desde las alturas y que tenía de fondo una línea de Nitro refiriendo a ese preciso momento, lo que habrá supuesto la planeación de ese recurso inédito en la historia de los videos promocionales de canciones en México, además de un obvio trabajo de postproducción para sincronizar perfectamente ambos lenguajes: el verbal y el audiovisual. Por ello titulamos a esa nota: “Nitro Goyri: un nuevo ícono juvenil”, la cual pueden consultar en: https://insolenterevista.com/nitro-goyri-un-nuevo-icono-juvenil/
Nitro fue uno de esos niños de gran precocidad, acaso prodigios, que ya a los ocho años escribía relatos, canciones y poemas. Nitro es dueño de una personalidad a todas luces compleja. No sólo ha asumido la tarea titánica de dedicarse a dos carreras muy demandantes: el rap y el boxeo, sino que es poseedor de una gran inteligencia que fue cultivada desde niño en el bilingüismo, el estudio de las artes y la crítica audiovisual gracias a su padre. Cuando uno lo ve en sus videos tocar el piano, posar de manera sugerente, mostrar cierta expresividad dramáticas con el rostro o incluso hacer el paso de baile conocido como moonwalk, se ve que se trata de un joven extraordinario. Por demás, desde muy jovencito ha emprendido proyectos, sus propios negocios, colaboraciones, etc. En Instagram, que parece ser la red social que él maneja personalmente y a través de la cual se mantiene en comunicación con sus colegas, amigos y fans, da muestras de una gran disciplina: entrena a diario, corriendo o trotando varios kilómetros, preparándose en el gimnasio de box con orientaciones de grandes maestros como Julio César Chávez, comiendo sanamente y procurando tener una vida equilibrada. Todo entre alguna seriedad y algunos momentos de humorismo (practica la actuación de comedia como diversificación de sus contenidos en internet), acerca de los cuales ha incluso fijado en la mente de sus seguidores algunos finales típicos que no dejan de divertirnos y que incluso esperamos.
Nitro Goyri recibiendo consejos de Julio César Chávez. Esta foto, que es muy buena, tiene un carácter muy simbólico en tanto gestos, posiciones corporales, la mirada de Nitro, la cercanía entre ambos en una relación tutorial.
No obstante, son evidentes los grandes sueños de este chico. En sus letras ha dado muchas muestras de un afán no sólo de un estrellato que merece por sí mismo, por la calidad de su trabajo artístico, sino de trascender a la posterioridad y volverse una leyenda. En este sentido, desde mi perspectiva, es bastante probable que esto último ya haya sucedido: ningún otro rapero de su generación tiene su habilidad estilística, el factor sorpresa, la mezcla de diferentes registros en un solo tema, como en los casos en donde articula en un solo tema la crítica ácida social, con la egomanía propia de todo gran artista que se sabe tal y las “malas palabras” como códigos de ciertos contextos lingüísticos en los que se mueve. En tanto queden registros de su obra, ésta servirá de referencia histórica al menos de un periodo de un corte generacional, y podrá servir de inspiración a los que lleguen después. Sabemos que la sociedad no suele reconocer a sus grandes artistas en vida, pues brillan tanto que encandilan, generan “Envidia” (el nombre de su tema más buscado en YouTube y del cual me dijo que era su favorito entre los suyos) y no tienen comparativa en ciertos aspectos únicos (“No se comparen”, otro de sus grandes temas). La sociología de arte siempre ha mostrado que la recepción del arte en su momento histórico no determina su importancia futura: pues el arte se sostiene y defiende por sí mismo, por sus propios lenguajes, técnicas y formas, la combinación de estas y el salto innovador que se propone con relación a lo ya hecho.
En este trabajo ensayístico me centraré en su producción publicada en su canal de YouTube a partir de aquella entrevista. Solo, de la producción previa, quisiera resaltar la característica icónica de su video y tema “Snakes”. Este tema cantado en spanglish tiene estrofas pegajosas, pero con cierta oscuridad de fondo. Nitro aparece en una mansión con una boa alrededor de su cuerpo, tal como otros íconos mediáticos del pasado han posado. El tema inscribe su infancia en la que ya había descubierto su inclinación artística, su desdén por las figuras de autoridad escolar, los pocos amigos con que puede contar uno de forma fiel en la vida, así como su espíritu arrojado y retador: “Yo sólo vengo a ganar / Y tú, ¿qué quieres, wey?”. Es un rasgo muy estético la referencia que hace a las figuras de religiosas de Jesús y María a partir de una noción límite que relativiza el pecado y da una nota herética al tema: “Saben que soy buen muchacho / pero por los míos muero y mataría”; que leída en conjunto es bastante transgresora para una cristiandad ortodoxa. No obstante, en tanto la teología propone que la tierra es el reino del mal y el hombre nace ya caído y pecador, se encuentra al final que todo remite al mismo orden simbólico, pero que sin embargo puede ser escandaloso para personas más conservadoras. “Gimme the money / Gimme the crown / Gimme the power”, canta Nitro: nada con lo que ningún hombre no haya soñado (aceptando que la corona pueda ser una metáfora): pero el caso es que Nitro se hizo hombre desde muy jovencito. Su misma inquietud lo hizo explorar aspectos turbios que prefiere dejar atrás, a los que remite en temas pasados, y al parecer no le avergüenzan en lo absoluto, pues lo hicieron el chico luchador, tenaz, esforzado y trabajador que actualmente es. El uso de la ironía es notable en el resto de la letra, relativa al mundo de las disqueras, a los millones de pesos, a los problemas legales y los traicioneros. Por demás, en este video Nitro parece ser bastante consciente de su belleza física: su rostro es enfocado varias veces por algunos segundos sin que él mueva un músculo facial, como para que comprobemos de cerca que, por si fuera poco, era un adonis veinteañero en este entonces.
Pasando entonces al periodo que nos compete, Nitro ha demostrado en live sessions que es capaz de revelar que su voz suena igual que tras haber salido el tema del estudio. A partir de diversos registros vocálicos que ha mostrado en sus usuales videos de broma que comparte en modo de reels en Instagram, hemos comprobado cómo de verdad tiene una voz educada: soy testigo de que es capaz de sostener un falsete de manera pulcra. Pueden buscarse sus sesiones en vivo para “Tristeza como bolo”, “Recuerdo”, “Envidia”, “A night in Jalisco”, “No se comparen”, “Invicto” (que hace referencia a su tiempo como campeón de box invicto), “3 AM”, “Nunca lo viste” y “Just he tip”, cantada en inglés (pues es capaz de componer rap en esos dos idiomas).
En el video oficial de “Just the tip”, se acompaña de su músico de cabecera y gran amigo, luciendo su playera oficial de chivahermano (Nitro es un afinado devoto las Chivas). Su expresión corporal deviene a partir de aquí más agresiva, imponente. Sus tatuajes, su ostentación, su paliacate alrededor de la cabeza, la alusión con las manos a los disparos de armas de fuego, delatan cierta filiación con lo gangsta (de hecho, él se define como rapsta y yo agregaría, siguiendo el juego fonético: rapstar). Muestra desde la calle su amor por Jalisco, en cuya capital tiene su residencia, una ciudad que ya se ha vuelto monstruosa y da para muchas líneas asociadas a las estéticas del rap. Aquí luce rapado “con la 0#, como dicen los peluqueros; a pesar de lo cual no pierde galanura y lo que le da un toque rudo. Algunos haters lo consideran un rapero “fresa”, que no representa la calle. Casi estoy seguro que ninguno de esos raperos que lo critican vivió las historias de calle que él vivió prácticamente cuando aún era un niño y en verdad envidian lo que Nitro tiene y que ellos jamás tendrán.
En el video y letra de “El circo”, su sarcasmo y acidez se vuelcan a la crítica de su propio gremio de rapero, formado en su mayoría por wannabes a quienes destruye en sus versos, delatando de ellos su repetición de clichés, su tonta apología del consumo de drogas. De paso, critica a la industria musical mainstream, interesada en lo redituable de la basura de música que se produce actualmente y no en los verdaderos valores artísticos. Y no deja de tocar el mundo de la política, del vacío y fraude del arte de las galerías que exhiben cualquier adefesio, de los pseudo-artistas con millones de vistas y reproducciones en plataformas de internet, pero sin ninguna propuesta real: todos ellos son los payasos de esta sociedad circense. Una verdadera tiradera que se enmascara en su negación, pero que resulta contundente y con un final que es un remate tipo knock out. Ya para entonces es evidente que Nitro se sabe un dueño de una unicidad que no tiene correlato en ningún rapero de su generación en México.
Con el fin de demostrar los valores de este brillante muchacho, que se identifica como cristiano, nos remetimos a cinco años atrás a “Salud por mi familia”, Nitro nos propone que sus verdaderos aliados, sus incondicionales y leales, su pandilla, sus hermanos adoptivos, su clica, son como una familia para él. El que fuera desde que inició a grabar su música, ya era el príncipe del rap jalisciense. Aquí se declara “El nuevo rey”, “por eso los ves corriendo”. Aquí resaltan los valores que sé que son muy importantes para Nitro: el respeto, la amistad real, la fraternidad, la fidelidad entre banda. Estos valores cobran dimensión macrosocial en “Ni una más”, en colaboración con Aranza Cabanillas, un tema que habla de la violencia contra las mujeres. Pero, por cuestiones metodológicas, nos hemos centrado en sus producciones en solitario de Nitro.
“Nada se complica” es un tema bellísimo pues está dedicado al amor, otro de los valores que rigen su vida: amor por su trabajo, por su familia, por los que considera “suyos”. En este video luce departiendo con amigos cercanos, su esposa y su hijito. Se habla desde el agradecimiento de las personas de las que aprendió algo. Siempre el juego ambivalente con la fama, los rasgos de humildad pero también de conciencia de que lo que él vale como artista. Y lo que vale en este video para él es sobre todo el amor de su hijo al que le dedica unos delicados y tiernos versos. Del tono de su voz, de su alusión a Dios, de las palabras escogidas (como el apelativo “pariente”), recocemos sin dudar que Nitro es poseedor de una gran capacidad de sentir cariño. Su corazón es grande como su arte; pero no puede compartirlo con todos… Quienes reconocen la insinuación de unas especies de dudas, hipersensibilidad y tendencia a la introspección, no pudimos dejar de llorar a partir de ciertas palabras que seguro nacen desde el fondo de su alma.
“Sins” es otro tema en spanglish. El video es sencillo, casi austero, pero acaso con volver a Nitro performar todo lo demás alrededor se llena mágicamente. Aquí hace uso de unos lentes de sol cuadrados que lo hacen ver como un verdadero padrote. A medida que va adentrándose más a la secunda década de su vida, sus rasgos faciales delatan una virilidad sensible, pero a la vez determinada, capaz de sentido de un humor que puede ser cínico, pero también del coraje necesario para defender lo propio.
“A night en Jalisco” es otro temazo, controversial como bastante de lo que hace Nitro. Alude quizá al sicariato, al crimen organizado, a la supuesta justicia judicial, pero desde una perspectiva a partir de la representación lúdica y no de la apología del delito. En este tema, el carácter rítmico de algunas partes de la canción introduce una mezcla de géneros que se imbrican de una manera muy natural y sin disonancia alguna. Respecto de lo rítmico, el detonante visual de un grupo de bailarinas con ropa interior sexy, pero con máscaras al estilo de los carteles, viene a redondear una rola muy poderosa a nivel de imaginario. Todo para volverse un hit.
“No se comparen” remite a ese Nitro Goyri que regresa a recuerdos de la niñez y de una juventud más temprana para proponer de donde viene su carácter “aferrado”. Acepta que ha caído, pero se ha reparado y quiere dejar huella. “Yo soy una estrella”, canta tajante. Y sí: es una supernova. Él dice que acepta críticas, odios, amor, aplausos, admiración, pero nunca la comparación, la cual, como ya referí, desde mi opinión, no tiene. Su estilo es muy personal, y quizá por ello quienes están acostumbrados a fórmulas harto probadas y repetidas hasta la náusea no lo logran entender.
En el video de “Recuerdo”, Nitro recupera una secuencia de video donde se le ve acaso saliendo apenas de la pubertad; y desde la hombría que ha conquistado, piensa el camino recorrido, el esfuerzo y empeño que puso desde niño en sus letras, los CD’s y raperos que escuchaba y lo influyeron (Eminem, entre ellos). Nitro esta figurado en este video como una especie de obrero, con jeans rotos, botines, playera de resaque y eleva sus brazos para tensar sus buenos bíceps, en un símbolo propio de una masculinidad que desea expresar el orgullo de su fuerza. Nos recreamos con fotos (una donde está vestido como El zorro, otra como policía, alguna con su padre: el famoso actor de películas Sergio Goyri) de cuando el artista era apenas un pequeñito, que no tenía ni idea de todos los retos y laberintos por los que lo llevaría el destino. Pero es sentencioso: “Hoy tengo mucho que perder / Lo que no tengo es miedo”. Y eso nos dice mucho. Si que no acaso todo.
Es así como terminamos con su más reciente video publicado, “Me toca”: un real temazaso que vuelve a reiterar que no cabe duda que la corona es de Nitro, que la mantiene y no la soltará fácilmente. Aquí Nitro recurre a una mezcla super poderosa de sus ondas clásicas: el confensionalismo, la onda gangsta, las groserías, la crítica social ácida, el ego-trip, el humor, las hermosas “malas palabras” y más. “Soy de esos talentos raros”, afirma. Y aunque dice “Aún no estoy en donde quiero”, eventualmente quien persigue, de la manera que Nitro lo hace sus sueños, los materializa gracias a las bendiciones divinas y la orquestación del cosmos. Por la fuerza de atracción en la que Nitro cree. Pero sobre todo debido al poder del arte que trasciende la distancia… y el tiempo. Estamos seguros que Nitro, en el rap, seguirá construyendo y revistiendo su mito. Y de los mitos se llegan a aprender las más grandes lecciones.