John Kriegger es un músico independiente que ha trabajo en diversos proyectos musicales a lo largo de los últimos años, y trabajando como músico ambientador en diversos bares de la ciudad. Tuvo una relevante participación en el Festival Internacional Cervantino 2018 dando un grato recital en un ambiente familiar y acompañado de amigos, en el marco del Festival Internacional Alterno Cervantino (FICAV), un espacio organizado por una comunidad de artistas independientes para mostrar su talento ante el público local y foráneo y el cual se llevó la Plazuela de los Ángeles, en el centro de la ciudad de Guanajuato. Suele frecuentar El Jardín Reforma de esta ciudad de Guanajuato, acompañado de su inseparable guitarra y aprovechando para vender libros de la Librería La Madriguera Literaria, en donde se ofrecen tanto libros populares como selectos, pues él también es un gran lector.
El músico, que trabaja en diversos géneros, prepara generalmente en sus conciertos un repertorio folk e indie. El artista suele colaborar en la organización de este tipo de festivales alternos a los ofrecidos por el gobierno, en los cuales “Se da un ambiente muy fraternal. Más allá del compromiso monetario, hay cooperación para sacar a flote el festival”, dijo a este medio Krieger. De este modo, el lugar continúa con una tradición de casi cuarenta años presentando espectáculos callejeros de teatro y rock.
“Yo no me gano la vida: la vida me gana” y “El arte es un camino sinuoso”, pero “La música es infinita”, dijo poéticamente al referirse a su vida como músico y artista independiente. Por otra parte, continúa estudiando diversos aspectos de la música como lenguaje universal, así como disfrutando la lectura de Borges. Le fue un grato placer descubrir la poética de Verlain, cuyo malditismo le encantó.
El autor tiene en su repertorio de rutina canciones propias como “Libertad” y “Diez mil cigarrillos”, complementando con covers de Bob Dylan, Leonard Cohen y Johnny Cash, como “Knocking on heaven’s door” de Bob Dylan, un homenaje a uno de sus artistas favoritos, con cuya “falsa esperanza” se identifica. Krieger alude a que esta canción supone una gran profundidad literaria y sonora, en una ejecución fácil. El folk es uno de sus géneros favoritos, pues supone una distancia respecto de las demandas del mercado y tiene “mucha sinceridad”, además de que es privilegiadamente social.
Como compositor, Kriger se relaciona con su público asumiéndolo como figura amada, y al mismo tiempo a sus instrumentos como amantes. Él, en sus espectáculos, canta y la guitarra clásica y la armónica. A su público lo concibe de todas las edades, con aprecio por la literatura y los sonidos progresivos.
En relación con los músicos guanajuatenses que apoya, señaló a su colega y “hermano” (en sentido de amistad) Eliú Guerrero, con quien tiene una buena relación profesional.
Deseamos enorme éxito a los proyectos actuales y futuros de este músico.