Que mis palabras te acompañen (Ediciones La Rana, 2019) de Emma Godoy
La obra de Emma Godoy trasluce un ansia de aproximarse a un ideal ecuménico de virtud. La religiosidad de su poesía, que hermana la liturgia a un afán angustioso de sortear la cárcel del lenguaje y de la existencia; su crítica literaria, atenta al sentido místico de la palabra; sus ensayos, con los cuales aspiró a educar a sus lectores en una moral piadosa; sus cuentos, en los que lo hiperbólico, la ironía y lo maravilloso sirven a la crítica del hombre, y al mismo tiempo fundan una aspiración a lo elevado; en fin, la espiritualidad de su escritura y de su vida misma: todos éstos son testimonio de una fiel vocación de magisterio y servicio a su prójimo el ser humano, ese vaso terrenal que se ensancha al recibir lo divino.
La autora (Guanajuato, 1918-Ciudad de México, 1989) fue filósofa, psicóloga, pedagoga y se distinguió por promover la defensa de la dignificación de la vejez. Sus restos están en la Rotonda de las Personas Ilustres.
Para comprender a Monsiváis: estilo y hermenéutica (H. Ayuntamiento de Guanajuato, 2008) de Armando Gómez Villalpando
Este pequeño volumen fue editado por la Presidencia Municipal de Guanajuato con motivo de las fiestas de San Juan y Presa de la Olla de ese año. Está formado por una especie de viñetas en las que se intenta explicar el estilo la obra de Monsiváis a la luz de un análisis que incluye apreciaciones de genealogía literaria, apreciación del orden sintáctico y retorico, estructuralistas en cuanto a su narrativa, contextual, y otras de enfoque sociológico. Además, en ello se rastrean sus posibles influencias con relación al New Periodism, se busca llegar a descifrar el pensamiento a veces intrincado del autor, sus preocupaciones personales y las motivaciones de su escritura, así como se abordan los problemas que plantean su relación con los medios de comunicación, su agenda temática y la receptibilidad de su público lector, entre otras materias no menos interesantes. Libro que será de enorme utilidad para quien se acerca por primera a Monsiváis.
El autor (Ciudad de México, 1952) es psicólogo de profesión y reside en esta ciudad. Se ha dedicado al periodismo y la docencia. Compiló los ensayos de Emilio Uranga. En 1997 publicó Aerobics Verbales, así como Corazón a la intemperie (Ensayo múltiple sobre José Alfredo Jiménez).
El autor
Sangre en el zafir (Ediciones La Rana, 2014) de Mario Jaime
Se trata de la novela ganadora del XVI Premio Nacional de Novela Jorge Ibargüengoitia, auspiciado por el Instituto Estatal de la Cultura. Es la odisea marina, la “Pasión y muerte de un gran tiburón blanco” (su subtítulo) narrada a base de viñetas cuyo estilo la aproxima a la novela lírica. En ella el horror de la vida se trenza a la íntima condición de la sangre que se esfuerza, sin comprenderlo bien, por su supervivencia en una ebullición de formas y materias, donde la belleza es otra manifestación de la angustia. Novela donde es el ser animal el que se cuestiona sin respuestas la trascendencia del asco, el enigma de toda energía y la inevitable supremacía de la muerte, intuyendo en ello la divinidad. Que recuerda que “No hay leyes en el caos más que el límite propio de la corporalidad y sus posibilidades” y que “¡Todo amor es desgraciado porque florece entre mortales!”.
El autor (Ciudad de México, 1977) es poeta, narrador, dramaturgo, ensayista, investigador y académico. Es Doctor en Ciencias Marinas. Ha recibido diferentes premios como el Premio Nacional de Dramaturgia 2007; el Premio Internacional de Divulgación de la Ciencia Ruy Pérez Tamayo 2012; el Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta 2013.
Feria de la realidad: 19 miradas (Ediciones la Rana, 2013) de varios autores
Éste es un cuerpo narrativo heterogéneo, que parece agruparse en torno a la obsesionante imagen de las estatuas, esas oscuras representaciones que desde siempre han provocado la fascinación humana. En él somos partícipes insustituibles (no meros espectadores) de escenas que nos proveen inquietud, asombro, risa, horror, ternura, expectación, piedad, etc.; constelación que sin aviso es invadida por lo maravilloso inabarcable, a cuyas prerrogativas no podemos más que someternos. Es posible que, así, se quiebre en el relato toda idea preconcebida de la tensión entre sueño y vigilia, así como de la realidad temporal y espacial de este mundo de los objetos que tan petulantemente creemos conocer: violencia de la maravilla que quizá no sea más extraña e increíble que el propio universo en su totalidad.