En una decisión que ya está dando de qué hablar, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó en lo general la polémica reforma al Poder Judicial, propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Con 22 votos a favor y 17 en contra, los legisladores dieron su respaldo a un proyecto que promete cambiar las reglas del juego en la justicia mexicana.
La reforma, que ha sido objeto de intensos debates y críticas, propone una elección directa de jueces, magistrados y ministros por parte del pueblo mexicano. Este cambio, según sus defensores, busca hacer más transparente y democrático el sistema judicial, aunque no deja de preocupar a quienes temen una politización de estos cargos clave.
Además, se plantea una reducción en el número de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que pasaría de 11 a 9, con un mandato de 12 años para cada uno. Un cambio sustancial que, sin duda, afectará la dinámica interna del máximo tribunal.
Otro punto a destacar es la creación de dos nuevos órganos regulatorios encargados de administrar y supervisar el Poder Judicial. Estos organismos tendrán la tarea de garantizar el correcto funcionamiento de la Corte y el cumplimiento de los tiempos máximos que se establecerán para resolver casos judiciales, lo que se espera agilice y mejore la eficiencia del sistema.
La reforma, que será discutida en su totalidad a partir del 1 de septiembre en la LXVI legislatura del Congreso de la Unión, ha generado reacciones encontradas. Mientras algunos ven en ella una oportunidad para fortalecer la justicia en México, otros advierten de los riesgos que podría traer consigo. Lo cierto es que este tema continuará ocupando los titulares en las próximas semanas.