En un giro inesperado que sorprendió a propios y extraños, Ricardo Anaya, el político que una vez aspiró a la presidencia de México, ha regresado al escenario político nacional. Con una sonrisa que no se sabe si es de felicidad o de nerviosismo, Anaya se ha registrado como Senador, declarando estar “Feliz y con prisa”.
“Con prisa”, una frase que bien podría reflejar la velocidad con la que busca reintegrarse en la política, o quizás la rapidez con la que espera que olvidemos su ausencia. Anaya, conocido por su retórica fluida y su juventud, parece estar listo para darle una nueva cara a su carrera política, una que, según él, está llena de entusiasmo y urgencia por servir al país.
La noticia ha causado un revuelo en las redes sociales, donde los usuarios no han tardado en expresar sus opiniones con el mismo nivel de sarcasmo que Anaya parece haber impregnado en su declaración. Algunos se preguntan si la “prisa” tiene algo que ver con los tiempos electorales que se avecinan, mientras que otros simplemente se deleitan con la ironía de la política mexicana.
Lo cierto es que, con su regreso, Ricardo Anaya añade un nuevo capítulo a la ya de por sí colorida política de México. Un capítulo que, estamos seguros, estará lleno de sorpresas, giros inesperados y, si la historia nos ha enseñado algo, una que otra dosis de sarcasmo.
