“Para que no sean los libros cenizas del pensamiento, museos de la palabra impresa, hacen falta lectores que soplen esas cenizas hasta restaurar los rescoldos de la pira universal donde nos consumimos: el conocimiento.”
José Lara Valdez
Desde su apertura a la curiosidad intelectual del público en septiembre de 1991, la biblioteca Dr. Emilio Uranga es un lugar privilegiado donde concurre el conocimiento universal, tesoro y patrimonio de los guanajuatenses. Está formada principalmente por el acopio de libros que hiciera el Dr. Uganda en vida, obedeciendo a los dictados de su inquietud cultural y ansia de saber. Esta colección, rica además en rarezas bibliográficas, cuenta con un aproximado de 10, 692 ejemplares y una colección de 204 títulos de publicaciones periódicas de diversa naturaleza. En ella pueden encontrarse textos en español, inglés, francés y alemán principalmente, en las áreas de la filosofía, la psicología, la religión, la sociología, la economía, el derecho, la política y la educación, por citar las más comunes. Sin embargo, también incluye obras de ciencias puras e incluso de ajedrez. Alberga las obras completas de Friedrich Hegel, Edmund Husserl, Immanuel Kant, Sigmund Freud, Friedrich Nietzsche, Martin Heidegger, Claude Lévi-Strauss, entre otros. En suma, es un lugar idóneo para “encontrar respuestas a nuestra vida y nuestro destino en la crónica escrita de la sabiduría de nuestros antepasados”: es un “jardín de las ideas”, según ha comentado al respecto el escritor Armando Gómez Villalpando. La biblioteca Dr. Emilio Uganda se encontró inicialmente ubicada dentro de las instalaciones de la Dirección de Publicaciones del Instituto Estatal de la Cultura en el Paseo de la Presa de la ciudad de Guanajuato
El Dr. Emilio Uranga nació el 25 de agosto de 1921 –aunque algún autor afirma que en 1924– en la Ciudad de México, donde murió a los 67 años de edad. Estudió hasta la preparatoria en el Distrito Federal en escuela cristiana. Ingresó en 1994 a la Facultad de Medicina de la UNAM para abandonarla en 1944 para ingresar a la de Filosofía y Letras. Desde 1946 fue catedrático de la UNAM. Poco después formaría parte del grupo Hiperión, nombre que dio el filosofo español José Gaos a una nómina de jóvenes intelectuales entre los que se encontraba también Leopoldo Zea y Jorge Portilla, por citar a los más conocidos. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores y miembro del Colegio de México desde 1951, así como representante de la UNAM en congresos de filosofía celebrados en Lima y La Habana. Alcanzó el grado de doctor en filosofía siendo becario de los gobiernos alemán y francés. Durante su estancia en el continente europeo trató a destacadas personalidades del pensamiento contemporáneo como Albert Camus, Martin Heidegger y Jean-Paul Sarre, de quien fue discípulo, entre otros. Según María Magdalena Serrano Chirino y Gustavo Caros Gómez Ríos, en un folleto de divulgación preparado por ediciones La Rana para dar a conocer entre el gran público la importancia de esta biblioteca, nuestro filósofo recibió influencia notable, por su afición a ellos, de Jorge Luís Borges, Jaime Torres Bodet y Alfonso Reyes.
Como periodista y ensayista colaboró para Cuadernos Americanos, México en la cultura, Revista de América y Novedades, entre otras publicaciones. Entre sus obras publicadas encontramos principalmente Ensayo de una ontología del mexicano (1949), In memoriam Ramón Xirau (1951), Análisis del ser mexicano (1952), Kant y Santo Tomás (1954), Goethe y los filósofos (1956), Invitación al romanticismo alemán (1957), A la sombra de Hegel (1958), Nostalgia de Shakespeare (1959) y ¿De quién es la filosofía? (1977). Artículos periodísticos suyos serían recogidos en tres tomos titulados El tablero de enfrente (1978)
El pensamiento del Dr. Uganda en torno a problemas filosóficos de su actualidad, así como relativos a la cultura mexicana tendrían gran repercusión no sólo en México, sino en Latinoamérica y algunos países europeos. Mantuvo estrechas relaciones con destacados pensadores como Ricardo Garibay, Porfirio Muñoz Ledo, Octavio Paz, entre muchos más. Se presume que su relación con el Lic. Rafael Corrales Ayala tuvo como hecho relevante, hacia finales de la vida del filósofo, la donación de su biblioteca personal cuando Corrales Ayala fuera gobernador del Estado de Guanajuato, en 1998 para que éste la pusiera al servicio de los guanajuatenses. Fue asignada el Instituto Estatal de la Cultura hasta el año 2012,
Después de una ardua tarea clasificación, la biblioteca Dr. Emilio Uranga fue modernizándose para que sus títulos pudieran ser consultados y solicitados para préstamo domiciliario tanto para el público en general, como para profesores, investigadores y alumnos de la Universidad de Guanajuato. No obstante, durante mucho tiempo sólo funcionó con el sistema de estantería cerrada, es decir, que los usuarios sólo podían tener acceso al material bibliográfico dentro de sus instalaciones.
De acuerdo a una ficha informativa proporcionada muy amablemente por la Mtra. Celia Rocío Olvera Estrada, actual responsable de la Biblioteca Luis Ruis de la Sede Valenciana, de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de Guanajuato, donde actualmente reside la biblioteca del Dr. Uranga:
“En diciembre de 2012 el Instituto Estatal de la Cultura entregó en comodato la biblioteca de E. Uranga que incluía la biblioteca personal de Rafael Corrales Ayala, a la Universidad de Guanajuato trasladándola a los espacios de la biblioteca Luis Rius que hasta nuestros días la custodia. Unos meses más tarde, en agosto de 2013 se autorizó su donación.
El Fondo Uranga está organizado en estantería de acuerdo a la división por áreas del conocimiento del Sistema de Clasificación Decimal de Melvin Dewey. Actualmente cuenta con 5,519 volúmenes y entre ellos destacan los tratados de filosofía y sus disciplinas afines.
Con El Fondo Emilio Uranga se encuentran las colecciones bibliográficas de Rafael Corrales Ayala la cual cuenta en su acervo con 2,443 volúmenes, y de los maestros Arturo Salazar y Héctor Flores, con 1,558 y ,2991 volúmenes respectivamente.
Con el propósito de salvaguardar el patrimonio bibliográfico legado, el acceso a la biblioteca para la consulta de estas colecciones especiales está sujeto a la observancia de los siguientes lineamientos generales:
- Informar al personal del área de circulación el motivo de su presencia.
- El usuario deberá hacer uso de los instrumentos de consulta para obtener la referencia del material al que quiera acceder.
- El préstamo de materiales es interno, por lo que no está permitida su consulta o traslado fuera de las instalaciones de la biblioteca.
- La consulta no podrá realizarse en caso de que la obra:
-no esté catalogada o se encuentre en proceso de descripción;
-su estado de conservación no lo permita;
-se encuentre en proceso de restauración. - La reproducción deberá realizarla el propio usuario mediante técnica digital con el fin de evitar el deterioro de los materiales. Queda prohibido el uso de flash.”