Este reportero detectó en 2017 en la Preparatoria Oficial (ahora llamada Escuela de Educación Media Superior) de la Universidad Guanajuato una pequeña pero significativa comunidad de jóvenes que se dedican ya entonces la escritura como medio para canalizar sus pensamientos, emociones e inquietudes. Dialogamos con cinco de ellos, los más representativos, en el café Tal Cual de la ciudad Guanajuato y ellos nos hablaron de las razones por las que escogieron a la escritura como expresión, sus logros y sus planes a futuro en este ámbito. Los siguientes datos recogidos fueron publicados en el periódico AM Express de la ciudad de Guanajuato en julio de 2017. Posteriormente, tras exactamente siete años, hemos hecho un seguimiento de sus posteriores actividades relacionadas con el mundo de la escritura, la escolaridad y el trabajo, para conocer cómo este semillero ha experimentado el devenir de la vida, poniendo particular atención en el mundo de la literatura.
Manuel Barrientos López, entonces recién egresado de la “prepa”, empezó a escribir, porque, a diferencia de otros lenguajes como las matemáticas, la palabra permite romper esquemas formales hacia el ideal de libertad. Lee literatura desde los quince años, edad en que descubrió en los libros un mundo que se le abrió con su pluralidad de pensamientos, estilos y estéticas. De entre sus lecturas destaca a Jorge Luis Borges, Jorge Ibargüengoitia y Juan Rulfo. Inspirado por un amigo cercano de entonces, decidió incursionar en el medio. En 2016 ganó el primer lugar en el concurso de cuento de la Semana de la Cultura y la Comunicación de su escuela. Publicó en las revistas Golfa y Enjambre. En 2017 dio a conocer su poemario, publicado de manera electrónica en un pdf. Muriendo de aire, escrito en el hospital luego de estar internado por una perforación en el pulmón víctima de un asalto. Esta obra para él representa “un triunfo sobre el desamor, la impunidad, la negligencia, el engaño y la soledad”. Desde entonces empezó a participar lecturas públicas en varios cafés de la ciudad y mantuvo el blog onelungless.tumblr.com. A pesar de haber decidido estudiar la licenciatura en Matemáticas en la Universidad de Guanajuato, su pasión principal, planeaba seguir creando literatura; y se manifestó como un obvio lector de por vida: “Leer te ayuda a explotar la creatividad que tienes para resolver problemas”, nos dice.
Ernesto Ezequiel Pérez González, también recién egresado del bachillerato entonces, había ya ejercitado la poesía y el cuento, los cuales exploraba como una forma de catarsis emocional y para conectarse con su interior. En las letras encontró liberación y la satisfacción de tener algo creado por él mismo. Escribe desde los 14 años. Inició como lector por inculcación de su padre; así descubrió la literatura gótica, a H.P. Lovecraft y a Herman Hesse, con cuya novela Bajo la rueda se identificó. De 2014 a 2016 ganó varios certámenes en la Semana de la Cultura y la Comunicación de su escuela, en los rubros de cuento, microrrelato y lectura dramatizada. Recuerda a su profesora Graciela Rojas por motivarlo a interesarse por la crítica literaria. Le hacía ilusión llegar a publicar sus trabajos. Y aunque estudiará una carrera científica, sabe que la ciencia no está reñida con las letras; a este respecto le inspira Isaac Asimov.
Ana Reza escribe por lo que ella identifica como “la necesidad innata de todos los seres humanos de comunicarse y porque la palabra escrita ofrece panoramas más amplios de vida, así como nuevos esquemas mentales”. Trabaja sobre todo el artículo de opinión y el ensayo. De estos le atrae que permiten que la subjetividad se mueva libremente en la reflexión y la crítica; estos géneros le han permitido “establecer vínculos y compartir la conciencia de una realidad”. Nacida en una familia dedicada al mundo de los libros, lee desde muy niña y escribe desde los catorce años como una forma de autoconocimiento. De 2014 a 2016 ganó varios concursos de cuento en la Semana de la Cultura y la Comunicación. Fue colaboradora de la revista Enjambre por dos años. Su plan era estudiar Comunicación y especializarse en el periodismo.
Ricardo Yañez Ducoing escribía ya narrativa para crear una realidad que puede manipular. Fue un niño lector de temas históricos y llegó a la literatura por su abuela, quien le leía de niño. Entre sus lecturas destacada a Oscar Wilde, Aldous Huxley, Juan Rulfo y Julio Cortázar. Ese año ganó el primer lugar en el certamen de cuento Espiral, de la Universidad de Guanajuato. Su cuento ganador, inspirado en el México postrevolucionario, se publicó en el semanario Chopper con ayuda de su padre, quien fue articulista de tal semanario durante mucho tiempo. Sus planes a futuro eran estudiar Comunicación, editar alguna revista, crear una novela y ver sus trabajos publicados en un libro.
Aarón Álvarez escribía para desahogar un mundo interior. Coincide en que las letras le permiten ser libre y expresar los sentimientos y pensamientos por más oscuros que sean. Descubrió el placer de la literatura a los quince años, cuando para una clase tuvo que leer El resplandor deStephen King; desde entonces quedó atrapado con la novelística de terror. Admira a H. P. Lovecraft y a Bram Stoker, pues en su literatura oscura encontró un reflejo de sus fantasías y emociones. Planeaba hacer un blog, estudiar Física y posteriormente Letras.
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En la actualidad, Manuel Barrientos López o Manuel BL como lo conocen sus amigos se ha licenciado en Matemáticas (matemáticas puras) en la Universidad de Guanajuato. Durante este periodo tuvo una beca por promedio del CIMAT (Centro de Investigaciones en Matemáticas) y otro apoyo económico por ayudantía, las cuales ofrecía a alumnos con problemas académicos. Se tituló mediante un examen diseñado por un comité interno especializado. Inmediatamente, estudió la Maestría en Ciencias con orientación en Matemáticas con una beca del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt), en la cual presentará ya la próxima semana su examen recepcional con una tesis monográfica de algebras de rotación irracional. Actualmente ha sido aceptado para cursar un doctorado en Matemáticas en la Purdue University, en Indiana, Estados Unidos. Su plan es dedicarse a estudiar las algebras de operadores, pues en esta universidad existe un seno de especialistas dedicado a esta área que lo pueden tutorar. A pesar de alguna vez tener las normales dudas de estudiante universitario acerca del rendimiento y la vocación, tal parece que Manuel ha encontrado en las matemáticas ese lenguaje que lo conecta directamente con el universo. En entrevista telefónica, Manuel refirió a una reflexión de Mark Twain que, luego de leer un artículo científico de matemáticas y no entender nada, reconoció la belleza y poderío de ese lenguaje. No obstante, Manuel ha seguido siendo un lector de literatura que, al parecer, le ofrece perspectivas humanas que las ciencias llamadas “exactas” no pueden ofrecer. Es un gran conocedor del mundo ficticio elaborado por Ibargüengoitia en relación a la geografía imaginaria de Guanajuato, se ha interesado en la literatura de Juan Ramón Jiménez y ha encontrado en la obra de Carlos Castaneda una puerta a otros mundos, a otras dimensiones conectadas con ésta. Ha participado como espectador y lector en eventos literarios de La casa del coleccionista, en los cuales su prosa “Perros muertos” ha sido de gran agrado de la audiencia.
Ernesto Ezequiel Pérez González escogió el nombre artístico de Ernest Glez para firmar sus trabajos artísticos (de hecho, sus amigos de la adolescencia ya lo llamaban Ernest). Buscó afanosamente ganar diversos premios, estímulos y becas estatales y nacionales y siempre experimentó el fracaso, tras lo cual buscaba encontrar las deficiencias de sus proyectos y apoyarse en conocedores para encontrar mejoría, por ello tomó un curso virtual de Sisi Rodríguez al respecto. En ese entonces estaba formulando un libro de cuentos de extrema violencia, algo así como snuff o gore literario. Sintió gran odio y coraje cuando, tras solicitar los dictámenes de su participación en la convocatoria del Seminario para las Letras Guanajuatenses en el rubro de poesía, descubrió que Amaranta Caballero Prado escribió “urgen lecturas”, no obstante reconocer Ernest que carecía en verdad de formación lectora de poesía. Logró publicar en 2021 su cuento de horror “¿Qué tienes, amor?” en el libro colectivo Lotería del caos, pero terminó peleándose en Facebook con el editor por un desacuerdo sobre los términos del acuerdo sobre las regalías en especie. De igual manera, tras su rechazo en el Seminario para las Letras Guanajuatenses escribió mensajes irónicos en la página de Ediciones La Rana cuestionando la calidad de los autores seleccionados o publicados a través de esta plataforma de profesionalización. Ante ello, recibió como contestación una invitación para visitar la institución y platicarle con transparencia sobre los procesos de selección y publicación, a la cual no acudió. Este periódico virtual le dio la oportunidad de publicar en enero de 2021 su poema “Sueño” (muy abstracto, por cierto), sobre el cual escribió el escritor argentino Martín Etchandy en el muro de este reportero: “Muy buen poema”. Realizó estudios de Física en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), alternando su residencia entre Guanajuato y la Ciudad de México a causa de la educación a distancia impuesta por la pandemia de entonces.
Ana Reza estudió Sociología en la Universidad Autónoma de México (UNAM). En agosto de 2019 publicó el libro Mi nombre es en la editorial Los Otros Libros, como número 17 de la colección El sueño del Ajolote. El libro está actualmente aún disponible en edición Kindle a través de Amazon. Se trata de un libro sin género específico, muy en consonancia con una ola de mujeres escritoras de prosa actuales que en Latinoamérica y en España hibridan el ensayo reflexivo con la anécdota, la denuncia, la confesión, la crónica, el feminismo, etc., explorando las profundidades de la subjetividad y poniéndolas de realce sobre los hechos dados: “una comienza a sentirse paranoica, se acostumbra a voltear a todos lados, se familiariza con el aceleramiento del latido al pasar por una calle que aún no alumbra la luz del día. Y qué tristeza tener que desconfiar hasta del más noble y qué terrible temer hasta del más cercano. Y aún más grande que el miedo es la pena y el coraje de no poder prometerte que volveré a casa al final del día”, se lee en la página promocional del libro en Amazon. Como socióloga se ha desarrollado en “investigación cualitativa, formación de indicadores y diseño de instrumentos: entrevista y encuesta. En mi investigación de grado desarrollo una metodología y diseño un instrumento para estudiar y evaluar el impacto de proyectos artísticos que tienen como fin la inclusión de personas con discapacidad, tanto en México como en Argentina. Esto me ha permitido adquirir herramientas para la lectura y producción de informes, análisis de encuestas nacionales y manejo estadístico de bases de datos, así como familiarizarme con el lenguaje de la política pública y los proyectos de desarrollo social” (Linkedin). Se ha desempeñado también como correctora de estilo, vendedora editorial y dictaminadora de textos literarios y académicos. En este sentido ha participado en foros virtuales trasmitidos vía Facebook en Ediciones La Rana y Bitácora52. En 2022 recibió la beca del Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico (PECDA) del estado de Guanajuato en el área de literatura en la categoría de Jóvenes creadores. A pesar de los varios esfuerzos, debido a los viajes y ocupaciones de la joven escritora, este reportero no ha podido concretar una entrevista con ella, lo cual sería, además de relevante, de gran importancia periodística para el contexto estatal.
Ricardo Yañez Ducoing escogió el pseudónimo de Ringo Yañez para diferenciarse del Ricardo Yañez poeta jalisciense. Lo de Ringo es debido a la afición que experimentó por los Beatles y de hecho con el mote de Ringo lo conocen desde la preparatoria. En 2019 incursionó en el Taller Literatura de la Universidad de Guanajuato coordinado por el Mtro. Jesús Aragón donde fue muy bien recibido y acogido. Desde entonces iniciaba a explorar el texto poético breve. Fue invitado a participar en la antología Las buenas nuevas. Antología de poesía de la última juventud guanajuatense, producida por la fundación Monave A. C, con sede en la sede León, participando en su presentación oficial en la Feria Nacional del Libro de León 2020 junto a otros autores y el editor del libro, el cual fue financiado con un recurso de una convocatoria de la Secretaría de Cultura del Gobierno Federal. El proyecto incluía un proceso de tutoría personalizada que lo orientó sobre la economía y sintaxis de sus primeros poemas breves De hecho, Ringo fue probablemente el autor más gustado de la antología, a decir de los lectores y sus compañeros, pues sus “Telegramas” y “Postales”, abrevan de una tradición culta donde se conjugan el romanticismo, el erotismo sutil y la retórica sobre la condición vital. Empezó a publicar reseñas y ensayos libres en la revista Golfa, los cuales suponen un ejercicio auténtico y pertinente, no obstante carecer de deficiencias de redacción que oscurecen el sentido de la expresión; por ejemplo, el abuso de comas en vez de punto y seguido no permite determinar si se trata de dos oraciones o de una sola y el significado propuesto se encuentra luego de una segunda lectura o se percibe como un descuido formal. Tras intentar ser articulista del semanario Chopper, los editores no mostraron interés. Inició estudios en la Licenciatura en Letras Españolas en la Universidad de Guanajuato, donde ha sido becado por su buen promedio y, a decir de sus profesores, ha sido un alumno “bueno”. Tras declinar por tiempo participar de lecturas públicas leyendo su obra, por considerarlo “vintage”, según expresó en un comentario en Facebook, “arrobado por la influencia” de Iván Mata, a quien saluda ritualmente de doble beso (uno en cada mejilla) y un guiño según contó el mismo Iván y confirmaron testigos, empezó a participar con él en algunas lecturas e inició a asistir al taller “terrorista” Paracetamol, liderado por Zauriel A. Martínez Hernández y secundado por Iván, que, más que un taller en el sentido estricto de la palabra, es un club literario donde se da el narcomenudeo. Ringo, quien confesó alguna vez que había decidido dedicar su vida a leer y escribir a pesar de las dificultades que esto pueda suponer, fue seleccionado en el Seminario para Las Letras Guanajuatenses en el rubro de novela, con un trabajo del género crossroad, en el cual explora, según él, “nuevas masculinidades”, siempre desde su perspectiva subjetiva neopuritana. Su tutor literario del Seminario promovió el libro para que fuera publicado en alguna gran editorial, pero tras años no ha habido respuesta, además de que, tal género, típicamente estadounidense, que ha dado grandes obras sobre todo en el cine como Pequeña Miss Sunshine (2006) o El abuelo sinvergüenza (2013), no supone interés para el mercado editorial latinoamericano actual. Luego de su participación en la antología antes mencionada no ha dado a conocer nada significativo en el rubro de las letras.
Aarón Álvarez siguió manifestando tremenda pasión por cierta poesía oscura que removía sus más hondos sentimientos y emociones. Para una clase de la Mtra. Gabriela Bribiesca, aún como estudiante de educación media superior, preparó una brillante exposición sobre la poesía de un autor local famoso, la cual se vio coronada con la entrega a cada alumno con un fanzine fotocopiado con una selección hecha por él mismo de poemas de parte de la bibliografía del autor. Además de un rotundo diez en tal clase por ello, recibió vía Facebook una invitación de la entonces secretaria ejecutiva del Departamento de Letras Hispánicas de la Universidad de Guanajuato, la Sra. Teresa Hernández para considerar seriamente estudiar la licenciatura en Letras Españolas en tal institución, donde “ya lo esperaban”. Publicó algunas reseñas y entrevistas en la revista Golfa. A pesar de seguir siendo un lector de terror, muy impresionado por novelas como Carrie (1974) o Eso (1986), se decantó por el estudio de las ciencias de pensamiento lógico-matemático. Cursó estudios en la carrera de Física y Computación en la Universidad de Guanajuato. De hecho, hubo un tiempo donde estudiaba las dos carreras a la par, saturando su tiempo de números y abstracciones formales. Luego decidió estudiar Ciencias de la Computación en la Universidad Autónoma de México (UNAM). Habiendo sido su sueño trabajar para alguna gran empresa como Microsoft, Apple o Google, actualmente ya ha entrado con éxito al mercado laboral percibiendo buenos ingresos como consultor técnico para la empresa británica KWA Analytics, la cual es una consultora financiera. El joven técnico, interesado en los últimos años sobre todo en los autores canónicos latinoamericanos, dijo estar leyendo actualmente la magistral novela Los ríos profundos (1958) de José María Arguedas, considerado el narrador indigenista por excelencia.