Suma de viento (2023) es uno de los libros de la nueva serie de la colección Autores de Guanajuato de Ediciones La Rana, en la cual se enmarcan autores que por su trayectoria tienen un significado meritorio para las letras del estado. El autor, Raymundo Marmolejo Olea, nació en la Ciudad de México en 1965 y radica en Guanajuato desde 1974, donde estudió la Licenciatura en Letras Españolas en la Universidad de Guanajuato, y posteriormente la Maestría en Letras Iberoamericanas en la Universidad Nacional Autónoma de México. Actualmente es doctorante en Artes en la Universidad de Guanajuato. Ha sido profesor en la Universidad de Guanajuato y la Escuela Normal Superior Oficial de Guanajuato; así como gestor cultural en el Museo Iconográfico del Quijote.
Este libro, dedicado a Cande, su esposa, aglutina más de medio centenar de poemas relativamente breves, en cuya construcción como obra destacada que una palabra o una idea final del poema da pie al inicio del siguiente poema, en una cadena significante en el que la existencia humana con su deriva, angustias, inquietudes, anhelos, deseos, conflictos y dramas se sitúan en un nivel central de sentido. Si la voz lírica a veces se acusa a sí misma (“Siempre miento. / Siempre caigo”), también se revela ante su propia condición y atisba rutas de salvación por medio de la reinterpretación del vivir en un sentido orientado hacia la esperanza. Esta ambigüedad, lejos de constituir un problema de unidad del libro, lo dota de complejidad y matices muy humanos, pues parece muy claro que, bajo las dramatizaciones, hipérboles, enmascaramientos y tratamientos retóricos hay cierto sesgo confesional o al menos elementos basados en la experiencia propia. La nostalgia, la confusión, la reflexión y la melancolía son algunos rasgos que se presentan aquí y allá:
No vuelve el atardecer,
las risas son otras,
el vacío también.
Es elocuente cómo en el final en el poema 10 el autor utilice en un verso el título del libro en cursivas de la siguiente manera: “Suma de viento / entre tempestades”, lo cual remite al significado del viento como una entidad evanescente, variable y que tiene su propia fuerza, pero que enmarcados en el contexto que le sigue, las “tempestades”, produce una suerte de efecto de conciencia terrible del universo en el que se es y se escribe. Esta interpretación se refuerza por los versos que abren el inmediatamente el siguiente poema: “La tempestad del ser / es diaria, constante.” Lo cual nos remite de un modo tangencial a la idea romántica de lo sublime articulada por Kant, que ve en la magnitud de la naturaleza, en su aspecto inabarcable, una mezcla de grata belleza y terror, sin que por ello deje de ser fascinante o atractiva estéticamente.
Los sujetos (pero sobre todo el sujeto de la voz lírica) son construidos en el poemario como “habitantes del instante”, en busca de amor y de su realización como asideros o salvación, pero a lo que se oponen obstáculos inherentes a la misma cualidad humana. El problema de la subjetividad, de la mismidad, la alteridad y la otredad, por ello, se realzan (“Somos fragmentos de relaciones”):
¿Cómo podrías confiar
en tus antecedentes?
¿Eras, ya, tú?
Entre tanto vaivén,
permanece la búsqueda
de los imposibles y los imaginados.
La concesión de los hechos
de la amistad sostenida
del diálogo renovado
del empezar cada día.
Del vivir.
El deseo se enfrenta al vacío en cada página. La incertidumbre nos asalta de pronto, para luego encontrar una línea reconfortante. Sobre el libro Amaranta Caballero Prado escribió para la contraportada: “Suma de viento es una secuencia de poemas poliestróficos encadenados o un poema de largo aliento o un grito que perdurará en la memoria colectiva. Esta poética es la revelación magistral donde Raymundo Marmolejo Olea escribe, sin resquemor, sin dudar, su verdad a instantes. Comprender, asistir a esta celebración filosófica-poética a través de si lectura se puede trasformar en un acto de supervivencia.
El autor ha publicado poemas y ensayos en los libros: Palabras germinales (2001), Literatura guanajuatense 09 (2009), Cervantes entre plazas y callejones guanajuatenses (2016), Creación joven 1979-1990 (1999) y Una cierta alegría en no saber a dónde vamos. Cuento de Guanajuato 1985-2008 (2009). También ha publicado ensayos críticos sobre Juan Rulfo, Joao Guimaraes Rosa, José Lezama Lima, Juan Ramón Jiménez y Adolfo Bioy Cázares; además de traducciones de textos de Nélida Piñón.