Este libro, sumamente disfrutable, se nos presentó en 2009 como un itinerario por la poesía y narrativa breve que se gestaba en aquella actualidad en esta ciudad, el último compendio abarcador de esta naturaleza con el que se cuenta todavía. Fue editado por la Dirección Municipal de Cultura, compilado por Jesús Antonio Borja Pérez, entonces Director Municipal de Cultura y con presentación del entonces presidente municipal Dr. Eduardo Romero Hicks, quien afirmó de este que era una verdadera “policromía de letras y palabras”, una pequeña muestra del talento de cada uno de los autores que se aparecen aquí antologados.
La primera parte del libro está dedicada a la poesía en donde se presenta un muestrario en forma de pequeños conjuntos. Abre esta sección un conjunto titulado “Manzanas que muerden el paladar”, de Jesús Aragón, en el que la música de los versos se ve fragmentada por el encabalgamiento y la disposición gráfica de las palabras; luego aparece la “Súplica amorosa” de Concepción Sámano, en la que nos deja esta entrañable moraleja: “No deplores haber nacido. / El dolor que te mata / arrancará de tu muerte / flores”; que da paso a “Y esta furia que no cesa” de Enrique Rangel, en donde de pronto y por instantes el erotismo embarga y arrebata al lector; le siguen los “Poemas” de Jorge Olmos Fuentes que anteceden al amoroso y sorprendente poema de largo aliento “Somos dos gotas de luz” de José Sánchez Juárez; las “Confesiones” intimistas de Silvia Patricia Ortiz terminan afirmando que “aunque sea amor, mata”; “Retazos 2” Raymundo Marmolejo Olea aparece después con su poesía breve caracterizada por la carencia de lógica interna; en “Infierno”, Ricardo Chávez nos lleva por los laberintos del pensamiento en los que el autor vaga y de donde le es difícil salir; en “De naufragios”, Octavio Torija nos lleva a un país sin nombre que está formado de palabras y que tiene la forma de un sueño llano de espectros y alquimia; “De estancias y ausencias” están poblados los poemas que aquí aparecen de Andrea Patiño quien se repliega en “el dolor inextinguible” como única verdad, que para ella es esencia de la misma vida: (“nazco como un absurdo / nazco sin importancia / y voy muriendo…”; los “Poemas de Mayo” de Pedro Vázquez Nieto se nos ofrecen como construcciones equilibradas no sin cierto riesgo en sus formas; “Cuerpos en silencio” de Daniel Silva nos ofrecen esa dosis de surrealismo y misterio en donde se privilegia el aspecto psicológico de la poesía; en “Poesía humorística”, Juan José Prado Montes conocido también como “Conde de San Sebastián” nos regala dos poemas narrativos en cuyos desenlaces se produce una sorpresiva ruptura que funciona como un chiste de cierta mordacidad negra; “Rumores” de Eugenio Yllades es un pequeño complejo que por su esencia apacible hace honor a su nombre; “Sobrevivencia” de Amaranta Caballero, también diseñadora gráfica, apuesta por el nihilismo y la postvanguardia; “Tres poemas sobre sueños” de Lirio Garduño-Buono intenta recrear ese caos de las proyecciones oníricas; “Retablo al olvido” del médico de profesión dedicado desde joven a la vida cultural Juan José Araiza hace gala de fina melancolía y suave música; “In memoriam” es el rescate de varios textos del poemario Menstruario de Martha Alicia González Negrete, en homenaje póstumo; “Con más ceniza” de Gerardo Rivera Lozano, maestro en Educación, nos revela una vez más la condición combustible del oficio de poeta dejándonos con esta inquietante apreciación: “La memoria es un espejo / en donde Dios / nos vuelve / indescifrables”; “En busca de las estrellas” del que fuera recientemente homenajeado, el ilustre abogado Eugenio Trueba, nos platica la aventura de un niño que deseoso de conocer las estrellas opacadas por el esmog de la ciudad, animado por su abuelo, emprende una travesía hacía el campo en donde decide ya quedarse embelezado por la fascinación de mirar por primera vez a estas; “En divertimentos paremiológicos”, Armando Gómez Villalpando interpreta de forma juguetona algunas frases y dichos populares en formas nuevas que él llama “Refranáforas” y “Dichoros”.
La segunda parte del libro está dedicada a la narrativa breve que abre “Relatos de rejos (o a contrareloj) de Ricardo García Muñoz, que describe un momento de distensión después de la consumación de un acto amoroso; “Como entre sueños” de José Luís Samaguey es un brevísimo relato de terror psicológico; “Hombre de letras” de Julia Cuellar nos cuenta la vida de un hombre que vivió toda su vida para las letras de forma obsesiva, hasta que decide renunciar a ellas cuando éstas literalmente han arruinado ya su vida; “La roca de los cangrejos” es un relato con tintes dramáticos sobre un matrimonio que pierde a su hija ahogada en el mar por un accidente de la madre, el matrimonio regresa años después al mismo lugar, intentando sanar la memoria del incidente; “Minúsculo incidente de horror en Belvedere” de Pterocles Arenarius es una ficción de terror sucedida en un restaurante de lujo; “Te lo dije” de Noemí Moreno aborda la desdicha de una condición humana; “Tres gotitas de sangre” son tres minificciones, una de ellas necrofílica, donde el morbo adquiere una relevancia especial; “Alergia” de Dafne Valdivia es un cuento sobre un niño que se convierte en estrella durante un campamento de verano; “Cuarto oscuro” de Mitzi Liliana Robles nos adentra en el mundo de la fotografía artística y el revelado; “Mientras se escuchan los cantos” de Diana Reza aborda los vaivenes una relación amorosa con sus tensiones y encuentros; en “Historias del ser”, Pablo Paniagua entreteje intrincadamente los temas de la otredad, el desdoblamiento de la personalidad, el yo y la contradicción en obras minimalistas; “Las alas de Lucía” de Martha Elena Romero es otro cuento infantil sobre una niña que encuentra unas alas en la basura y por su bondad y la buena utilización que hace de ellas es convertida en un ángel terrestre para cumplir con misiones especiales; “Carta” de Juan Manuel Ramírez es una epístola sentimental de un abuelo a su nieto.
Finalmente, la tercera sección está dedicada a los ganadores del Premio Municipal de Literatura 2008: “De noche se escapan” de Aurora M. Oregel Espinoza en donde se describen emociones límites propias de un delirante amor adolescente, con arrebatadora fuerza, en un contexto de sufrimiento y deseo mezclados, que logran un texto profundo, logrado en la sugerencia y la estupefacción; y “Páginas que caen” de su servidor, poemas extraídos de libro homónimo del 2008.
Bien, como es evidente ya, este libro colecciona una gran amplitud de registros literarios, estilos, idiosincrasias, técnicas, formas, propuestas conceptuales y demás, por lo que es un verdadero documento histórico que se pensó para la preservación y enriquecimiento del acervo artístico de la capital del estado, de gran utilidad para el lector de la literatura que se gestaba en esta ciudad, tanto joven como madura.
La asistente de coordinación editorial de la Casa de la Cultura Joseline Bermúdez, quién trabajó en la edición de este libro, en su presentación y promoción, comentó que se editaron mil copias de esta obra distribuidas ya en mayoría de forma gratuita entre la comunidad en general, que su impacto en la comunidad de lectores y escritores fue y ha sido muy positiva. Señaló que, aunque el acogimiento de esta obra fue tal, no existe de momento ningún plan de realizar una antología similar, lo que actualmente no ha acontecido.
Se puede consultar este libro en las bibliotecas Lucio Marmolejo, Euquerio Guerrero, y en la Biblioteca Central y de la Sede Valenciana de la Universidad de Guanajuato.
Saludos, querido, amigo. Qué buena labor de divulgación haces.