Viene del siguiente enlace: “Librero de ediciones La Rana: 15 reseñas”:
https://guanajuato.extraextra.mx/2022/05/13/librero-de-ediciones-la-rana-15-resenas/
Ediciones La Rana es la editorial del Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato, la cual se dedica a la edición y distribución de libros de autores guanajuatenses y de obras que tratan sobre el patrimonio cultural y artístico del estado. Esta vez, les compartimos nuevas reseñas breves de parte de su catálogo. Los libros pueden comprarse en la página de la editorial: http://www.edicioneslarana.com.mx/ así como en la sede de la misma en Callejón de la Condesa # 8, en pleno Centro de la ciudad de Guanajuato, así como en las tradicionales librerías de libros nuevos y de reúso ubicadas dentro de la misma zona.
Lo mismo en pan y flor y Así Ningún hombre vuelve (2002) de Patricia Medina y Jaime Mendoza Jiménez
Lo mismo en pan y flor de Patricia Medina es el poemario que obtuvo el XIII Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta, emitido en 2001, premio de un certamen que organiza el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato para promover y estimular la creación poética del país. Este libro salió a la luz en 2002, en una edición que incluye también el cuento Así ningún hombre vuelve de Jaime Mendoza Jiménez. Lo mismo en pan y flor es un poemario que, según sus editores, a través de la evocación de los objetos más comunes “consigue conformar una realidad distinta y distintiva”. Esta realidad es la del sueño lúcido y consciente de la creación poética en la que los elementos constitutivos del poema (imágenes, frases) funcionan en una organización –que es el poema mismo– no con relaciones naturales sino mediante unas que obedecen a las meras sensaciones, deseos y caprichos de la autora, teniendo pasa sí una mecánica y un dinamismo propios y únicos, creando así, en el interior del libro cerrado, una especie de microcosmos. Este poemario se compone de cuatro apartados que por su notorio equilibrio forman una unidad: “Papel”, “Fuego,” “Cama” y “Puerta”; en los que dichos objetos son de lo que se habla primordialmente. Según los editores, este libro “con gran unidad temática y equilibrio formal, revela una mirada penetrante del mundo cotidiano, sin renunciar al riesgo y, de alguna manera, convocándolo. A través de los objetos más comunes, la autora consigue conformar una realidad […] en la que se expresan y dinamizan tensiones que rebasan al ámbito de la experiencia personal y subjetiva.”
Patricia Medina (Guadalajara 1947), habiendo estudiado Administración de Empresas, se ha dedicado con empeño a la creación literaria y a la edición de libros. Es autora de los poemarios Avatares (1982), Mi palabra (1983), Trayectoria del ser (1986), Fronteras de cristal (1987), Trópicos fundamentales (1996) y Azúcar limpio (2002), entre otros; y de la novela Contracorriente (1992). Por su trabajo creativo recibió también el Premio Alfonso Reyes 1991 de la Universidad de Guadalajara. Asimismo, es fundadora y presidenta de la Asociación de Autores de Occidente.
En tanto, Así ningún hombre vuelve de Jaime Mendoza Jiménez, “nos cuenta una original historia de frontera y modernidad, en la que Warning, un security de un mall de Los Angeles, hace un breve pero intenso viaje a Tijuana, donde habrá de conocer a la mujer que le está predestinada” (página web de Ediciones La Rana). Él había publicado anteriormente el libro Por las avenidas y otros cuentos (Conaculta/Centro Cultural Tijuana, 1996).
El duende de las cosas repetidas (2006) de Lirio Garduño-Buono
El duende de las cosas repetidas es el segundo poemario publicado por la también pintora Lirio Garduño-Buono Se trata de una obra escrita a la manera de una bitácora de viaje o un álbum de recuerdos. Un viaje tanto geográfico como por el interior de las sensaciones y experiencias de la autora. Se compone de dos apartados: “Cuaderno de viaje, verano” y “Cuaderno del centro”. El primero nos trae cuadros y paisajes del norte de África: el desierto del Sahara, Marruecos, Egipto, ya que en estos exóticos lugares fue escrito. En el segundo, escrito en México, se nos presentan imágenes de la realidad más inmediata de la autora: el oficio de pintora. En cada uno de los poemas del libro se percibe una gran plasticidad, un hacer uso de las posibilidades y la flexibilidad del lenguaje, así como lo haría la autora con los colores, las formas y la luz en una obra pictórica. Como ejemplo, un verso del poema “En la presa” (que evoca a la Presa de la Olla): Hay una sonrisa en esa torre / la casa del fondo / promete placeres / provinciana quietud / de un viejo cisne. Sobre este libro, dicen sus editores: “Los viajes, físicos o no, han de permitirnos ver las cosas desde otra perspectiva, experimentar nuevas sensaciones, descubrirnos de una manera en que no nos conocíamos, ‘porque mi viaje / no es de luz ni transparencias / tiene la calidad espesa incandescente / de la entraña volcánica / de la sal en mis mejillas / de un rostro rendido como para que alguien lo bese / en mortal acercamiento’. En El duende de las cosas repetidas, Lirio Garduño-Buono comparte esas vivencias, asentadas en la memoria, que han visto la necesidad de surgir en palabras.
Lirio Garduño-Buono (México, D.F, 1960) ha sido maestra de idiomas en la Universidad de Guanajuato. Fundó en 2001 la sala de lectura Perro Azul en San Isidro, Gto., como parte de la Red Nacional de alas de Lectura del Conaculta. Se desempeñó como promotora de la lectura en el Sistema Estatal de Tratamiento para Menores Infractores desde 2004, y ha participado en la selección de material para los Libros del Rincón de la SEP. En 2001 la Universidad de Guanajuato le publicó el libro Un viaje y en el 2009 obtuvo el Premio Internacional de Poesía Nicolás Guillén.
Buffet literario (2016) de Pedro Miguel Guillén Mejía
En este Buffet literario, publicada dentro de la colección Formato portátil, pensada para impulsar a escritores jóvenes, está servida una expresión particular del cuento fantástico. No sólo recurre al absurdo, la fantasía desesperada y la potencia de la escritura como crisol que reformula los tiempos, las identidades y los espacios como elementos cotidianos del género; es también un proyecto más amplio de direcciones y referencias que se entrecruzan en una red en la que el lector no quedará atrapado perdidamente, y que se manifiestan en la intertextualidad de unos cuentos respecto de otros en el mismo libro, y en la de las historias contadas respecto a la realidad afuera que también se teje al ritmo de la lectura. El lector tiene ante sí un ofrecimiento de realidades líquidas como caldos y variedad de platos y ensaladas de la casa. Y un café expreso para ponerse cómodamente a leer…
De acuerdo a la página de la editorial, “Pedro Miguel Guillén Mejía (Jalisco, 1992) estudió Letras Españolas en la Universidad de Guadalajara y asistió a diversos cursos en la SOGEM. En 2011, ganó el primer y segundo lugar del Concurso de Cuentos y Poesía en la Universidad Internacional y el tercer lugar en poesía improvisada en el festival de Literatura Cronopio. También participó en el libro Caleidoscopio, presentado en la FIL. En la Feria del Libro Usado presentó cuentos (2011), por parte de la SOGEM […] Desde enero de 2012, laboró como asesor, profesor y corrector de estilo para el Colegio Nacional de Exámenes de Admisión (CONEA).”
Rapsodia poliédrica de fúnebre narcicismo (2016) de Aldo Revfaulknest
La escritura poliédrica de Aldo Revfaulknest (en el nombre de pluma ya nos adelanta cierta noción de su geometría personal) es en su práctica una mixtura de acusada especificidad. La cita de los elementos aglutina registros de la variedad cultural despojada ya de mitificaciones, reinterpretada en juego lírico-gráfico-conceptual de trazos urbanos estridentes como esta época misma y gozosos remanentes poéticos de tiempos otros y de siempre. También verbalización extravagante, plastificación. La poesía en Rapsodia poliédrica de fúnebre narcicismo es acaso, también y, sobre todo, cifrada delación de sí misma: figuración de lo globalizante de estas épocas, en que la idea del humano incluye la del cuerpo de constructos y artefactos que lo estetizan, fragmentan y circunscriben.
El autor cursó estudios de Historia en la Universidad de Guanajuato, de cuyo taller literario Altaller participó. Poemas suyos aparecen en los libros Signo de sol, Signo de lluvia, Trívium y Sueños diurnos (Universidad de Guanajuato, 2011, 2012 y2013), en Los Caminos de la lluvia (Del Lirio, 2013) y en De Pastor, bistec y chorizo (Mamá Dolores, 2012). Ha publicado el poemario Giroscopio Ambulante (Canapé, 2013). Y ha colaborado en las revistas Dédalo, Onomatopeya, Los bastardos de la uva, Frontera Esquina, Pirocromo, Ekstrapoésia, El guardatextos, entre otras. Se dedica al diseño editorial y ha sido editor del fanzine literario Cracken.
Ladakh (2015) de Francisco Alatorre Vieyra
La posmodernidad abrió nuevos caminos de escritura y representación lírica, cuyas expresiones aún se diversifican. No sólo los géneros literarios se interpenetran y otras artes nutren más que nunca las formas de la literatura; hay también, un finiquito de todos los grandes relatos que signa una expresión particular, inédita, de las letras. Mas en la buena poesía permanecerán ciertas condiciones que configuran su ontología y sentido artístico… Aquí en Ladakh, junto a la multiculturalidad, lo fragmentario y los objetos cotidianos de la globalización tecnológica como distintivos, reconocemos aún el destello atávico de grandes emblemas de la poesía: el asombro ante lo mínimo, la atención al problema filosófico de la palabra como cinceladora de la realidad humana. Y el hecho, terrible pero cierto, de que toda memoria (literaria, psíquica) es, finalmente, una impostura.
Esta obra fue publicada dentro de la colección Premios Nacionales, por haber resultado ganadora del Premio Nacional de Poesía Efraín Huerta, entre cuyo jurado figuró Rocío Cerón. Nació Guadalajara, en 1982. Según un dato recuperado de internet, “Entre los 20 y los 31 años se dedicó a viajar de mochilero, haciendo estancias largas en Berlin, Varanasi, Barcelona, Tokio, Amsterdam y Eilat.”
Vanitas (2013) de Amaranta Caballero Prado
Vanitas es un cuaderno que explora la flexibilidad del lenguaje y su poder evocativo acerca de lo profundamente humano a partir de objetos cotidianos, encontrados al azar, mínimos o aparentemente intrascendentes, que han servido a la autora de este libro para crear toda una red de asociaciones disparadas en todas direcciones, en la que imaginación, sentimiento y experiencia prevalecen, articulados. Es además un producto sumamente plástico y de actualísima estética que, habiendo abrevado en vanguardias, ha recuperado del barroco no sólo sus estrategias compositivas polimorfas y su riqueza expresiva, sino uno de sus temas más caros: el de la vanidad de las obras del hombre, entendida en su sentido de futilidad. En este tenor, la palabra y el poema no serían más que otras de las artimañas humanas que intentan superar ese horror al gran vacío que representa la propia perennidad, dominar ese universo extraño y ajeno que no es sino la realidad de todos los días.
De acuerdo a la página de la Enciclopedia de la Literatura en México, la autora, (Guanajuato, Gto., 1973) es además artista multidisciplinaria mexicana. “Estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Guanajuato y la maestría en Estudios Socioculturales en El Colegio de la Frontera Norte/Universidad Autónoma de Baja California uabc en Tijuana. Fue fundadora y editora del Colectivo Interdisciplinario La Línea. Fue becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Guanajuato, en 1998, en la categoría jóvenes creadores. Colaboró en las revistas Alforja, Blanco móvil, Los Cuadernos de la Manscupia, Los flamencos no comen (Francia), Revista Literal, Tierra Adentro y Yubai,” entre otras. En 2021 entró al Sistema Nacional de Creadores.
Exactitudes imprecisas (2013) de Diana Reza
¿Qué son la “suma inexplicable del amor / y sus frecuencias” sino una concatenación de exactitudes imprecisas? ¿Qué es la poesía sino extrañeza? Ante estos puntales, la autora de este poemario nos ofrece una historia de vicisitudes sentimentales enardecidas que no se agota en la simple referencia, sino que se ofrece como un intrincado complejo de enmascaramientos y construcciones lúdicas que disparan posibles sentidos en todas direcciones. El juego del lenguaje funge así como un recurso más para decir lo indecible, para darle un espejo a lo que se percibe como confusión: esa sensación de no saber si el amor es un bien o un extravío, una pasión real por necesaria o una mera pero profusa extravagancia de la fantasía.
La autora, nacida en Guanajuato, Gto., en 1984, es licenciada en Letras Inglesas. Ha impartido talleres de narrativa y poesía a mujeres. Fue becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes en Guanajuato.
Los gigantes de la angustia (2008) de Margarita Godínez
Este texto, publicado dentro de la colección Biblioteca Montaigne, nos ofrece una interpretación integral de una selección de novelas de tres autores austriacos: Joseph Roth (1894-1939), Thomas Bernhard (1931-1989) y Elfriede Jelinek (1976) –ésta última premio Nobel de Literatura en 2004– que configuran un estilo narrativo muy representativo no solo de su país, sino de Europa Central. Para ello, la ensayista intenta desentrañar del modo más disciplinado su significado, no contentándose con lo que un simple análisis filológico podría ofrecer para poder forjarnos una lectura más acercada de las motivaciones de estos autores al escribirlas, maestros y verdaderos gigantes dentro de su género.
La autora (Tijuana, 1972) es Licenciada en Letras españolas por la Universidad de Guanajuato. Ha sido asesora y conductora de múltiples talleres, cursos y diplomados en el área de lengua para la Secretaría de Educación de Guanajuato, la Universidad Iberoamericana León y las Escuelas Normales de Guanajuato, León e Irapuato. Fue merecedora del Premio Nacional de Cuento Efrén Hernández en 1995 y de tres becas del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Guanajuato (1996, 1999 y 2006). Autora de los libros El espejo y otros textos (2006) y Certezas para el hueco de tu mano (2006). Textos suyos han sido incluidos en varias revistas nacionales y antologías.
Un escritor meridiano. Alberto Quintero Álvarez (2009) de Juan Pascual Gay
Dicen sus editores de este libro, también publicado en la colección Biblioteca Montaigne, formado de cuatro ensayos, que “no es meramente un ejercicio biográfico. Es más, […] deja de lado las anécdotas y curiosidades triviales de su vida para enfocarse a la producción literaria, la importancia de un poeta dentro de su generación, así como su participación en la vida cultural mexicana de los años treinta y cuarenta del siglo veinte”. Y es que a través de sus páginas el autor, el Dr. Juan Pascual Gay, quien fue catedrático de la Universidad de Guanajuato y del Colegio de San Luis, busca analizar los motivos de la obra poética de este autor mítico para muchos, sobre todo aquellos que lo relacionan con Acámbaro, su ciudad natal. “Tal vez por eso Juan Pascual Gay escribe estos cuatro ensayos, con la intención de saldar una deuda pendiente, no personal, sino de todo un pueblo hacia el poeta acambarense”, se apunta en la página web de la editorial.
Textos académicos y ensayos del autor sobre literatura, principalmente sobre poetas mexicanos, han sido incluidos en una gran cantidad de revistas especializadas de México. Fue miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Secuencias del amar (1997) de Carlos Antonio Barreiro Jáuregui
En este libro poemas, la mayoría de ellos amorosos, su autor, un joven guanajuatense inédito en ese entonces, nos presentó aquí una poética de acentos muy personales, de corte predominantemente moderno “aunque nos muestra también recursos más formales, como tercetos endecasílabos u otros versos tradicionales, además de algunos ejemplos de prosa poética” (página web de la editorial), en la cual se recrea recreando al lector con un manejo muy libre de las posibilidades del lenguaje mediante verdaderos torrentes de sensaciones y algunos arrebatos místicos y de devoción por Cristo, valiéndose de las emociones e impresiones percibidas de la relación que crea entre imágenes sumamente arquetípicas e ideas de gran alucinación, reveladoras una gran sensibilidad y amor por la naturaleza con todos sus atributos. No es poesía difícil, pero sí exige una expansión de la imaginación del lector, pues los espacios y hechos que canta el poeta, no son por nada los que conocemos en el mundo que vivimos fuera de las palabras, sino que pertenecen a un mundo ideal, que prevé su propia realidad.
En internet no fue posible encontrar otros registros biobliográficos del autor.
Rosa canela del desierto (2008) de Javier Malagón
Este es un libro, heterogéneo, por la cantidad y cualidades de tonos y temáticas que en él se tratan. Pero sobresale el tema y tono amorosos. Está integrado por las siguientes series mínimas de poemas: “Paloma”, “Rosa Canela”, “Preguntas con alas”, “Bajar estrellas”, “Infinito caracol su mano”, “Mágica sencillez de la creación”, “Sangre tinta”, “La casa te espera”, “Hechicería para curar el corazón”. El libro entero, dedicado a una mujer amada, tiene el privilegio de la sencillez y la claridad. Destaca en tres momentos: el primero es en sus dos primeras series, en las que se conjuga la erótica judeocristiana con las poéticas del posmodernismo: versos amorosos ambientados en el desierto, inspirados notoriamente en el cantar de los cantares:
Esposa mía
vuélvete
ya florecen los granados
te daré mis amores y su fruto
tendrás mi izquierda bajo tu cabeza
y mi derecha te abrazará por siempre
El segundo es “Mágica sencillez de la creación”, en donde se condensaría la estética del autor; y el tercero es “La casa te espera”: collar hecho de evocaciones tan vegetales como domésticas: albahaca, zinnia, berenjena, mandarina, vid, el roble de la puerta.
Según sus editores, este poemario “crea la cadencia, la sonoridad de los espacios abiertos del canto oriental; en sus poemas −de estructura rítmica, discreta− confluyen las tradiciones que nutren de referentes nuestro horizonte literario: la mística judeocristiana y el clasicismo de Occidente. En su andadura por el desierto, el poeta va recogiendo ofrendas que coloca en el altar a la Amada ausente. Su tormento es la espera, el anhelo, la separación, la muerte, la pérdida; el deseo de unión que atiza el alma como hoguera pero que se contiene, se sublima, en busca del alivio o la redención por el amor. Sólo la intuición de que la invocación precisa de la Amada la traerá de vuelta anima la constancia, pues ‘la alegría es un estado de gracia’, y éste no se consigue sin dolor. Es el poeta mismo el que se ofrece en sacrificio ritual a lo largo de este poemario que crece ante la vista del lector en belleza e intensidad.”
Su autor, psicólogo de formación, se ha dedicado principalmente al ámbito de promoción cultural en el estado de Guanajuato. Es actor, autor y director teatral. Ha fungido también como coordinador de talleres de creación poética y de encuentros de escritores, consejero editorial de revistas literarias, catedrático y productor de radio. Poemas suyos han aparecido en periódicos locales y nacionales. Tiene publicado el libro Masha (1993) y aparece en Antología mínima de poesía y literatura celayense (2007) de la editorial Tierrablanca.
Amor de arena (1993) de Jorge Olmos Fuentes
Vale decir que se trata de un extenso poema dividido en apartados, lleno de verdadero delirio literario, que sitúa al desierto como tema central en el que bullen los anhelos, las torpezas y las fragilidades. Esta idea capital e irrevocable nos hace necesario entender el idioma de la arena, de la aspereza y la adversidad, pues sus mismos elementos constitutivos nos forman y moldean: la vida de la naturaleza es una extensión de nuestra corporalidad y nuestra alma.
Nos dicen de este libro sus editores: “Los textos de este libro tienen al desierto como tema central, como el símbolo madre alrededor del cual se integran otros, subordinados en una especie de sistema simbólico: la arena, la luz, el aire, los insectos, el camino que hacen los hombres. De su lectura se desprende la idea de que en el desierto todo es deslizamiento o tránsito, pero también la de que el desierto es una estación inevitable y definitiva. En este sentido es necesario atravesar el desierto y es igualmente necesario asumir su lenguaje y sus propiedades. El libro ofrece, entonces, una parábola, cuya sustancia poética propone ver en los fenómenos de la naturaleza una continua representación de la vida del espíritu. Llama la atención en estos textos el rigor con que se ha seleccionado cada palabra y se ha elaborado cada enunciado, de tal suerte que cada frase es una unidad poemática, y cada parágrafo una especie de estrofa que se ordena en una sucesión de imágenes y de ritmos. También hay que subrayar la sensibilidad auditiva y visual –quizá referidas al valor simbólico del desierto como tránsito y sobre todo como ascensión– y donde el marcado ritmo y la armonización o contraste de los sonidos devienen parte constitutiva del símbolo que la frase contiene.
El autor (Irapuato, 1963) es también editor, y ha colaborado en diversas publicaciones de circulación regional. Tiene además publicado los poemarios En la propia tierra (2001), Tierra del corazón (2002), Música negra el enunciado (2005), Baladas un poco tristes (2006) y Alumbramiento del asombro (2011), entre otros libros de poesía y ensayo reflexivo. Junto con Juan Octavio Torija, es coautor de Prodigios y maravillas de Guanajuato. Leyendas y relatos (1998) y coeditor de la antología Rana de los ríos celestes. Guanajuato en su literatura (1999).