El viernes 4 de marzo de 2016 se dieron cita, en un muy memorable encuentro de poetas del estado, en el Museo de Arte primer Depósito de esta ciudad de Guanajuato un grupo heterogéneo de poetas provenientes de la región para un encuentro de voces llamado “Por aquí andamos, aquí leemos”. El evento fue gestado por la artista visual y poeta Amaranta Caballero Prado, nacida en esta ciudad. Amaranta, quien vivía entonces en la ciudad de Tijuana, aprovechó una estancia temporal en esta ciudad para convocar y reunir a poetas de diversos modos de concebir la poesía y diferente modo de objetivar su trabajo para este encuentro y diálogo. “Diversos poetas coinciden en área geográfica y tiempo. Por diversas razones, se han dado la oportunidad de encontrarse para conversar y leer su trabajo. Sus poéticas son diversas, contrastantes y quizá similares en ninguna idea. Lo cierto es que este momento es un buen pretexto para celebrarlo todo y leer en voz alta” se leía en el cartel publicitario en que se anunciaron lecturas de Daniel Rojas Pachas (1983), Minerva Reynosa (1979), José Zarzi (1984), Pedro Mena Bermúdez (1982), Eduardo Padilla (1976), Eduardo Martín del Campo (1986) y la propia Amaranta Caballero Prado (1973).
Como parte de las estrategias de difusión Amaranta, fue al programa Ventana Auditiva de Radio Universidad Guadalajara, en el que el que leyó, interpelada por el locutor y promotor cultural Hugo Almanza, poesía de diversos participantes del evento, así como habló del sentido de un encuentro así. Del mismo modo hubo difusión del evento en redes sociales.
El día del evento, muy afortunadamente, se contó con una asistencia abarrotada. La sala se encontraba llena y se tuvieron que instalar sillas más allá de la sala, y algunos tuvieron que permanecer de pie o sentados en el suelo para escuchar desde la proximidad. Habían llegado amigos de los poetas para escucharlos y apoyarlos, así como alumnos y ex alumnos de diversas instituciones educativas de la ciudad y público en general de lo más diverso.
En dos mesas de lectura, cada poeta dio muestras de su trabajo. La mayoría leyó trabajo nuevo e inédito. Daniel Rojas Pachas, proveniente de Chile y apenas recientemente radicado entonces en la ciudad de León, abordó el tema de la escritura en su relación con la vida. Minerva Reynosa investigó los límites del lenguaje en largas estructuras en el que las imágenes se iban concatenando cuestionando conceptos como verso y sentido. Eduardo Martín del Campo anunció que sus poemas tenían como fin una indagación en torno a la locura; en ellas el absurdo del lenguaje y de la realidad se daban la mano. Pedro Mena Bermúdez leyó algunas sátiras. José Zarzi dio muestras de acidez y estridencia con una voz firme y sonora. Un poema de Eduardo Padilla sobre un cangrejo enterneció a muchos. Finalmente, Amaranta Caballero Prado elevó un canto y convocó a pájaros de muchas especies.
Luego de la lectura, los poetas respondieron algunas preguntas de la audiencia. A la pregunta de “¿Por qué escriben?” Respondieron que: “Porque es divertido” (Eduardo Padilla), “Porque es gratis” (Jorge Zarzi), ““Porque es catártico con la neurosis” (Minerva Reynosa). A la pregunta de cómo hacen para vender su trabajo, Amaranta Caballero Prado habló sobre la posibilidad de recurrir a becas y programas para publicar; que es una muy buena ganancia la de ver publicada profesionalmente tu obra y que esté disponible a un público. Minerva Reynosa habló de que los medios electrónicos te permiten actualmente como autor sortear el problema del editor y entonces puedes publicar tú mismo tu obra en internet y tenerla disponible para un público muy amplio. Otros poetas hablaron de lo poco que es cotizado en el mercado la poesía, en comparación con otras artes como la pintura; y de lo muy difícil que puede ser vender tu trabajo poético para generar ingresos personales.
Luego del evento, los poetas se reunieron para comer, platicar, relajarse y divertirse. Algunos habían intercambiado ediciones. Cada uno se llevó un gusto muy particular de su experiencia, el gusto de convivir y tender puentes nuevos de comunicación. Fue uno de los encuentros autogestivos más significativos para poesía estatal de ese año.