Leyendas de Guanajuato es un libro pensando no sólo para turistas curiosos de la tradición de la encantada ciudad de Guanajuato, sino también para el rescate de este legado histórico para las nuevas generaciones. Editado por Stampart, esta obra puede conseguirse en esos lugares tan folclóricos en los que confluye el turismo con el pueblo guanajuatense, como, por ejemplo, el Mercado Hidalgo, la Alhóndiga de Guanajuato o Plazuela de los Ángeles. Estas leyendas no pertenecen a nadie: son parte de la cultura popular de Guanajuato y, por extensión, del mundo, pues recordemos que la ciudad de Guanajuato fue declarada Ciudad Patrimonio Mundial por la UNESCO en 1988. En este libro, dicen sus editores, “penetramos sigilosos por callejones, tensos de sorpresas, como el niño temeroso recorre el zaguán de la vieja casona provinciana a la caída de la noche”. Fantasía y realidad se confunden fraternalmente en estas narraciones resucitando la historia, avivando un ancho y legendario mundo de ensueño que permanece anclado en el corazón y el recuerdo de la gente de esta ciudad. La geografía en este libro es también protagonista de esos dramas en los que se sitúa la interpretación de un mundo ceñida por la superstición, la religiosidad, la tragedia, la pasión, la lucha, el arte popular y la oralidad. Las narraciones tienen en este libro, a veces, caracteres humorísticos; otras, horrorosos. Pero indudablemente todas reflejan el sentir de la gente que ha forjado esta ciudad, y manifiestan su manera de vivir aquí, de adueñarse de esos fenómenos que la sociedad, la naturaleza y las fuerzas extrañas del mundo van configurando en su memoria.
Ilustran este libro vívidas ilustraciones a color de don Manuel Leal Guerrero, de quién se incluye, al inicio de la obra, una fotografía muy representativa en la que se aprecia al pintor en pleno acto creativo. Y es que también puede decirse de éste que es un verdadero catálogo de la obra de este pintor en el que la técnica se pone al servicio del imaginario colectivo con el fin exclusivo de crear represtaciones gráficas que auxilien a lo que la imaginación del lector pueda elucubrar. Las actividades de este pintor, fallecido en 1973, lo han hecho una figura capital dentro de la cultura local; además de cultivar el óleo, la acuarela y la pintura mural, incursionó en el teatro como dramaturgo, fue narrador, historiador y decano de la Universidad de Guanajuato en donde enseñó Historia del Arte por más de cuarenta años.
Algunos de las narraciones o leyendas que integran el cuerpo de esta obra son: “Aquelarres en la cueva de San Ignacio”, “El diablo en visita”, “Espantan en el pueblo de Santa Ana”, “La increíble riqueza de don Ramón Alcázar”, “Historia del callejón de La Condesa”, “El hombre que decidió la suerte de México” (refiriéndose al celebre Pípila), “Descubrimiento de la primera veta en Guanajuato”, “Plazuela de Carcamanes”, “La sangrienta crueldad del general Calleja”, “El admirado Callejón del Beso”, “La princesa de La Bufa”, “Aquí asusta el padre Mangas”, “La momia que sigue con los ojos abiertos”, El fraile que salvó a Guanajuato”, “El usurero del Baratillo”, “Historia siempre nueva: la Llorona”, El tesoro del Cerro del Meco”, “Ese torreón llamado Noria Alta”, “La noble dama que se aparece en la presa de Los Santos”, “Por qué se llama Jardín del Cantador”, “Yuririapúndaro, Lago de Sangre”, “Las momias de Guanajuato”, “El hombre que estuvo en el infierno”; siendo en total 43 textos.
Y es que, en verdad, la tradición oral en la ciudad y del estado de Guanajuato es asombrosamente rica en matices, además de verdaderamente abundante; y no es ajena a nadie en esta ciudad llena de recovecos, callejas y túneles tan románticos como lúgubres en donde el misterio dispara la ficción y propicia el nacimiento del la fábula que campea a través de los siglos.
Existen muchos libros con este título que circulan por calles y kioscos de esta ciudad, algunos pensados para un público infantil, otros para uno adulto. Pero la mayoría de estos son de una calidad terriblemente deficiente. Solo se salvaría este, por la calidad de su imprenta, su formato cuidado, su impecable encuadernado y, obviamente su contenido gráfico, y en segundo término, su contenido literario.
Es recomendable su apropiación principalmente a los niños, por su estilo sencillo, por su atractivo magnético para la infancia que ama el enigma de de todas las cosas que nos rodean y que, la mayoría de las veces, nos dejan perplejos al rebasarnos.
Más de Manuel Leal en nuestro periódico:
“Semblanza y galería de Manuel Leal”: https://guanajuato.extraextra.mx/2021/01/13/semblanza-y-galeria-de-manuel-leal/