Este año apareció el cómic multisensorial Consecuencias. El tiempo es fugaz, en coedición de Ediciones La Rana, La Universidad Intercultural de Guanajuato y la Universidad Politécnica de Guanajuato entre otras instituciones, concebido como una ópera de metal progresivo, con música y guión de León de Marco e ilustraciones de José Luis Pescador, y propuesto como una “aventura sonora y visual”. Esta es la segunda ópera metal de León de Marco, “resultado de un trabajo cercano con muchos jóvenes, quienes tienen voz a través de esta historia”. Los autores comentan que el lector puede sentirse con la libertad de leer el texto como mejor le parezca. La sugerencia es, no obstante, que se haga acompañado de la música original creada especialmente para éste, “pues cada viñeta y cada rola están pensadas como una sola y juntas empoderan el discurso artístico de un guion y un trazo planeado a conciencia para este efecto”. También se comenta que los puentes musicales representan una oportunidad para que la imaginación del lector-escucha complete la experiencia, llevándolo a los lugares y situaciones “que los personajes, inspirados en la vida real” quieren compartir. Para remitir a la música, existe un código QR en la contraportada; de igual modo, el lector puede buscar la banda sonora en diversas plataformas de música en internet, y escucharla de forma gratuita.
En la obra el orden cronológico no es líneal, entrelazado cada capítulo en un final que propone que cada acto humano tiene origen en una consecuencia de la vida diaria que nos trae “para bien o para mal, terribles o convenientes consecuencias” El primer capítulo de este se titula “¿Qué es un ser humano?”, el cual nos introduce a la obra con serios y profundos planteamientos filosóficos acerca de la esencia de la vida humana, que se alterna entre la esperanza y el dolor constante, los dilemas morales en torno al bien o al mal, así como la relatividad de la verdad o mentira de la experiencia subjetiva de ser. Para dar una muestra general de la obra, transcribimos el texto de este primer capítulo:
“¿Qué es un ser humano? / ¿Es una esencia perdida? / ¿Es bueno o es malo? / ¿O una infancia dolida? […] ¿Es una sombra fundida? ¿Un monstruo con manos, o una fuente de vida? […] ¿Es verdad o es mentira? ¿Guardián en los años… o un verdugo en la cima? […] ¿Es una voz que arrodilla? / ¡¿Es luz en los sabios?! / ¿Extinción, muerte o vida? / ¡Son cuerpos castrados! / ¡Forjados a heridas! / ¡No, no son malos! / ¡Son sólo maltratos! / ¡No, no son malos, son abandonados! / ¡No! / ¡No son malos! / ¡Son temor, son dolor!”
Si bien se percibe que, en un intento de dar musicalidad, en este primer capítulo se abusa de la rima, logrando el efecto contrario al producir malsonancia. Sin embargo, esto no se percibe en la música, pues éste discurso prevé sus propia lógica. Este vicio se va diluyendo a partir de lo siguientes capítulos hasta no estar presente.
Los siguientes capítulos son: “Despejen”, el cual nos enfrenta al tema de la muerte, la existencia del alma y la trascendencia espiritual; “Duele”, acerca del duelo ; “Fuego”, acerca del odio, la lucha y la destructividad humanas; “Invisible”, sobre el suicidio juvenil; “No soy culpable”, sobre el juicio mediático en el que, a través de las redes sociales, se exponen los jóvenes al linchamiento; “Quisiera huir”, donde se expone la depredación sexual con una final secuencia de violación tumultuaria de una chica que fue drogada en un antro; “Es tarde, ¡lo sé!”, sobre el embarazo no deseado y su enfrentamiento en pareja; y, finalmente, “Ya está amaneciendo”, sobre la fuerza de la unión en el amor que resignifica la negatividad de la vida.
Como se puede notar, en la recurrencia a situaciones límite, la obra contiene cierta estética “emo” (en el sentido general de “emocional”), de la que abrevan varios géneros musicales como el “emo-core”, “el post-punk” y el “heavy metal”, por citar algunos. En tal sentido, son frecuentes ciertos lugares comunes lingüísticos de la lírica de estos géneros y, y también, de la imaginería popular que, aunque manidos, suponen estructuras básicas de la experiencia humana transhistórica, razón por la que han sido transmitidos de generación en generación. Por tales motivos, considero que este comic tendrá a su público privilegiado en la juventud, principalmente adolescente. La música de la obra, cabe destacar, es una excelente factura y se apoya en la voz de una decena de cantantes invitados y de una banda de cinco elementos de base con dos invitados especiales que tocan las palmas flamencas en una pieza.
León de Marco, nacido en León, Guanajuato, es músico y toca varios instrumentos y en este caso es responsable, además del guión, de la composición musical, la voz en algún tema, las guitarras eléctricas y los sintetizadores. De su carrera artística destaca que es además productor y actor. Escribe canciones desde los siete años, iniciando una carrera académica en música desde la juventud en la Escuela de Música de León y licenciándose en 2020 de la carrera de Composición en la Universidad de Guanajuato. También estudió lenguas extranjeras, técnica de guitarra en España con Manolo Sanlúcar, musicoterapia y musicopedagogía en el Instituto Mexicano de la Musicoterapia. Además es estudioso e investigador del flamenco. Con siete discos en su haber, ha compuesto música popular mexicana, pop, opereta, flamenco tradicional, flamenco fusión, zarzuela, rock y metal progresivo.
Por su parte, José Luis Pescador es un muy conocido artista visual radicado en la ciudad de Guanajuato capital. Tiene una carrera de más de veinte años en todas las áreas de la gráfica: ilustración, pintura, diseño de personajes, elaboración de escenografías, murales (en espacios públicos y privados), proyectos arquitectónicos, cómics, dibujo en tribunales, caricatura y animación. Inició a dibujar a los seis años. Estudió Artes Visuales en la Escuela de Artes Plásticas de León y en la Facultad de Artes de la Universidad de Guanajuato. Una de sus pinturas fue seleccionada en la Bienal de Pintura Rufino Tamayo en 2021. Ha sido merecedor de algunos premios y reconocimientos. Como ilustrador ha ilustrado libros y colaborado en proyectos diversos en México, España, Reino Unidos y Estados Unidos. Ha realizado trabajos de Concept-art para proyectos fílmicos, incluyendo una serie en colaboración con el director de cine Alfonso Cuarón en 2020. Ha expuesto de manera individual y colectiva en galerías y museos de México, así como de algunas ciudades de Estados Unidos, España, Francia y Argelia.