Éste es el título de un libro de Julián Félix Valdez (físico y matemático por el Instituto Politécnico Nacional y doctorado en la Universidad de Guanajuato), editado en 1998 por la UG. Éste introduce al lector común al tema, desde sus antecedentes filosóficos hasta los más recientes descubrimientos científicos de su momento.
El autor
La pregunta ¿de qué están hechas las cosas? con toda probabilidad fue planteada desde los mismos orígenes del pensamiento humano, las cuales fueron resueltas primero por la religión. Aunque es posible que existieron teorías atómicas más antiguas, se considera al griego Leucipo (siglo V a.C.) como el padre del atomismo. Demócrito fue el continuador, defensor y maestro de la teoría atómica de Leucipo y escribió sobre ella, aunque todos sus escritos se hayan perdido, y lo que se conozca de ella sea por referencias y citas en otras obras. En Aristóteles, por ejemplo. Gracias a él sabemos que Leucipo y Demócrito sostenían que las cosas están formadas por partículas muy pequeñas rodeadas de vacío, siendo este vacío “tan real como tangible.” Tito Lucrecio, en el siglo I antes de neutra era, hizo otra reseña del pensamiento de esta teoría atómica: “Nada proviene de la nada”, “La naturaleza básica de los objetos está compuesta por átomos” “Los átomos son indestructibles”. Al respectivo vacío lo define así: “algo que nadie puede tocar. Porque si no fuera así, las cosas no podrían moverse”. La teoría de los padres del atomismo, consideraban, en resumen, que la materia estaba compuesta por partículas diminutas y no observables, además de indivisibles (átomon en griego significa “sin división”), moviéndose en el vacío. Por supuesto, esta teoría se contraponía a otras escuelas de pensamiento del momento y no fue muy bien recibida. Sin embargo, aportó a la ciencia la introducción del concepto abstracto de vacío, que incluso en las teorías más modernas juega un papel importantísimo. Sus conclusiones, a pesar de las imprecisiones, fueron esencialmente correctas y lo siguen siendo en nuestros días.
Demócrito, sostenía su teoría con el argumento de que una navaja es pasar por los espacios vacíos entre átomos, separándolos. De no existir el vacío, la navaja no podría hacer el corte. El libro también nos informa de otros aspectos del pensamiento de Demócrito, relacionados con la cosmología, la astronomía, la vida en la tierra y fuera de ella, la sociedad y la política. En fin, todo un personaje que ha merecido aparecer en los billetes de la moderna Grecia.
Dando un gran salto en la historia, John Dalton (1766) fue uno de los pioneros de la teoría atómica moderna. Basándose en hechos experimentales, la existencia de átomos y su composición y naturaleza empezaron a ser demostradas. Se descubrió en su época que la diferencia entre átomos radica en su peso y tamaño según cada elemento, lo que resolvió muchos problemas químicos. Dalton fue el primero en usar el nombre de molécula para el grupo de átomos. Sus ideas ayudaron a la construcción de la tabla de pesos relativos de los átomos. Durante su época se descubrió que los elementos en una molécula están tan estrechamente unidos que los métodos mecánicos no pueden separarlos. Este fue, a rasgos generales, el estado de la cuestión en el siglo XIX: época en la que los químicos debatieron sin embargo la teoría atómica por no saber si los átomos eran reales o solo un recurso especulativo. La teoría de Dalton tuvo resistencias pues aún no había formas de detectar directamente a los átomos; sin embargo, contó con el apoyo de prácticamente todos los físicos de su época, incluso los maestros de la cinética (ciencia del movimiento) fueron atomistas. Se seguía creyendo, sin embargo, que el átomo era indivisible.
Otros descubrimientos se sumarían a confirmar en una medida o en otra la teoría de Dalton. Albert Einstein (1879) permitió fijar las bases firmes a la teoría atómica. Luego de su trabajo, ya nadie dudó de ella. Se descubriría entonces que el átomo no es tan sencillo como Demócrito lo creía, que es un sistema muy complicado y enignático. Se descubrió que podía dividirse en partículas más elementales. Se le midió incluso. El libro explica en este momento, de una manera didáctica, lo que se sabe científicamente de la estructura básica de un átomo, cómo está compuesto y lo que se ha descubierto de sus componentes. Podemos decir ahora que la humanidad recorrió un largo camino en el conocimiento de la constitución de la materia, pero éste aún está, como el autor del libro nos enseña, lejos de tener un esquema completo y definitivo.
Últimos ejemplares del libro se encuentran en las librerías del Centro de la ciudad de Guanajuato