Flor Bosco (León, Guanajuato, México). Ensambladora de objetos y palabras. En el año 2000 funda el taller Mundo Quimérico, donde trabaja en la experimentación de técnicas para el desarrollo de su propuesta creativa. Cuenta con más de 60 exposiciones entre individuales y colectivas. Su obra ha sido expuesta en varios recintos oficiales del país. En 2004 obtiene la beca estatal para Creadores con Trayectoria. Desde 2010 ha escrito cuentos y poemas como soporte para su obra plástica. Ha publicado los libros de artista: 4 haikús, de la serie Desde el exilio (2017), Tipos de moscas (2018), Saben mi nombre (2019), Postergar la apostasía (2020) y Cuéntame de Dios (2021) con la editorial Navegante/Arte múltiple. Ha publicado series cortas de poemas en la revista bilingüe La Presa, y en Tres Pies al gato (2018, 2019, 2020,2022). Su obra ha sido incluida en el libro Las avenidas del cielo (Aguascalientes/Guanajuato, 2018) y en la antología San Diego Poetry Annual, (2020 y 2021), así como en Olafo y sus amigos, compilado de ensayos de ediciones La rana (2022). En su más reciente muestra transdisciplinaria, Florituras (Museo Iconográfico del Quijote 2022), convergen arte instalación, ensamblaje, arte en caja y poesía.
1.- ¿Qué tipo de objetos usa en sus ensambles?
Aquellos que se cruzan por el camino, que están en mi espacio, que me regalan, que compro; restos de animales o insectos que encuentro.
2.- ¿Puede decirnos como funciona su taller “Mundo Quimérico”?
Funciona como laboratorio, como búnker, eremitorio; de vez en cuando, es también un lugar de encuentro con otras personas. Este lugar lo vi nacer como salón de fiestas, se transformó en salón de juegos y más tarde en el lugar de objetos en desuso. Empecé a ensamblar los objetos que ahí se encontraban. Lo nombré “Mundo Quimérico” por el taller de José Arcadio, quien en un párrafo dice que Úrsula lo sacó de su mundo quimérico.
3.- ¿En qué lugares importantes ha expuesto su obra, por mencionar algunos ejemplos?
Podría mencionar Museo Diego Rivera, la extinta Galería Tomás Chávez Morado de la Universidad de Guanajuato, Museo de Arte Olga Costa, Museo del Pueblo, Museo Iconográfico del Quijote, Museo de Arte e Historia de Guanajuato, entre otros.
4.- ¿Puede contarnos alguna anécdota entrañable que le haya sucedido en una exposición suya?
En La Casa de la cultura de León puse mi primera instalación “No te fíes de mi luz”. En el libro de visitas me escribió una mujer de 90 años que decía no saber nada de arte pero que le había conmovido hondamente. Otra que me parece divertida y patética al mismo tiempo: expuse en un museo de la ciudad (omito la localidad). El día de la apertura se robaron la parte esencial de una pieza; el director no sólo no me dio aviso, sino que se tomó la libertad de sustituirla y exhibir la pieza apócrifa. Me llegó el rumor, pero él negó todo. De regreso la obra, me di cuenta de que efectivamente había sustituido la pieza. Mandé foto de la original y de la apócrifa y respondió: ¿cuánto quieres? Le pedí que hiciera bien su trabajo y ahí quedó. Luego con mis amigos moríamos de risa imaginando que iba sudoroso buscando un muñeco de vinil para cortarle la oreja y el colmo fue que cortó la derecha y no la izquierda. De aquí podría salir un relato divertido.
5.- ¿A qué mujeres creadoras de la escena mexicana admira?
Irremediablemente Leonora Carrington, Remedios Varo, Concha Urquiza… Sería larga la lista.
6.- ¿Quiénes considera que han sido sus mayores influencias creativas?
Justo antes nombré a las que considero inspiradoras de mi propio trabajo.
7.- ¿Cuál es su idea personal de la poesía?
Borges dice sobre el hecho estético que es una inminencia de revelación que no se produce. Aplica perfectamente para la poesía, Yo pienso en un lino al que se le van sacando los hilos. Me gusta la poesía llena de vacío, eso que no se produce.
8.- ¿Qué temas abordan sus cuentos?
Eran historias de niños atormentados por alguna situación extraordinaria y que tomaban decisiones drásticas para ponerle fin. Luego cobré conciencia de que todos eran niños mutilados.
Personajes muy parecidos a los ensamblajes.
9.- ¿Qué historias hay detrás de sus cuatro libros de artista?
Estos libros se hicieron con textos sacados de “Entre ángeles y moscas”; detrás de ellos está la historia de una imprenta que subsiste por el tesón de su impresor Daniel Gutiérrez, su apostolado
ha salvado del fuego máquinas hermosas que viven en un rincón de Guadalajara. Son libros de una gran calidad.
10.- ¿Cómo es su relación con la instalación?
Es un lenguaje que me ha permitido entreverar mis ideas con la carga del propio material. La instalación me ha permitido entrar y dejar entrar a las atmósferas, caminarlas y no sólo mirar desde afuera.
11.- ¿Qué está leyendo actualmente?
Estoy leyendo a Samuel Beckett y el Libro de los méritos de la vida de Hildegarda de Bingen. Recién terminé Misteriosa Buenos Aires de Manuel Mujica Lainez
12.- ¿A qué artistas de la historia admira y por qué?
Admiro a aquellos que hicieron camino sin pretenderlo, padeciendo los embates de su entorno, anteponiendo su vocación sin venderse al mercado, como Elena Asins y José Val del Omar. Admiro a los poetas que murieron bajo el régimen de Stalin, a los que sobrevivieron y dejaron su legado. A
Chema Madoz porque la poesía está en sus objetos y en sus palabras, me gusta mucho escucharlo y ver sus fotos.
13.- ¿Qué posibilidades ha encontrado personalmente en la transdisciplina?
No preocuparme por salirme del recuadro, no tener que responder a lineamientos.
14.- ¿Cómo afectó o incidió la pandemia en su arte y vida artística?
Quedé en pausa en todos los aspectos de la vida. No pensé que volvería a crear. A la distancia, creo que fue un buen tiempo de reseteo.
15.- ¿Cómo es su relación con la técnica por un lado y con la intuición por el otro?
La intuición va determinando cual lenguaje es el adecuado para la idea que está en ciernes.
16.- ¿Qué planes profesionales tiene para el resto del año?
Estoy en el proceso de borrar y reescribir un conjunto de textos.
17.- ¿Cómo suele ser el proceso creativo de uno de sus textos?
Algunos textos surgen mientras hago otras tareas, suelen ser los más personales. Frente a la hoja, las palabras y su lugar van dando pistas de algo que surge y no conocía a priori.
18.- ¿Tiene hábitos, horarios o rituales particulares a la hora de crear o escribir?
Suelen ser jornadas largas porque leo a varios autores y lo mismo para el ensamblaje trabajo horas seguidas. Luego viene el dejar reposar un tiempo, si al volver encuentro algo que me cautive, que me produzca extrañeza, si lo siento genuino y con vida propia, se queda, si no, a borrar o deshacer la pieza.
Gracias por regalarme un tiempo, Aleqs.
Fotografías de Diego Torres