El naranjo, también llamado naranjero, es el árbol que da el fruto de la naranja, de la cual existen variedades más dulces y otras ácidas. Sus flores pequeñas, llamadas de azahar, son muy conocidas por sus propiedades relajantes, pero pocos saben que las hojas también tienen propiedades que puedes aprovechar.
El árbol del naranjo tiene su origen en el sureste y centro de Asia, siendo trasladado a América durante la época colonial. En México se encuentra en algunos estados en los que se le cultiva o crece de forma silvestre o en jardines o cementerios, siendo estas últimas variedades de fruto pequeño y ácido, difíciles de aprovechar. Sin embargo, sus hojas pueden ser muy útiles para hacer té e infusión y puedes cortarlas si encuentras alguno en tu camino.
Para empezar, son una fuente muy rica de vitamina C, por lo que pueden ser muy útiles para reforzar el sistema inmune, sobre todo en invierno en época de gripes y resfriados.
Además, el té de hojas de naranjo es muy sabroso, sobre todo si se endulza con miel y lo puedes compartir en tus reuniones caseras o familiares.
El té además de delicioso es muy fragante. De hecho, la palabra naranjo proviene del sánscrito “naru” y significa “fragante”, lo que también es un estímulo al olfato.
De acuerdo al sitio gastrolabweb “Tradicionalmente, las hojas de naranjo han sido muy empleadas para infusiones por sus propiedades antiespasmódicas y porque disminuye los niveles de ansiedad, además de que pueden tratar cólicos estomacales, diarreas e incluso el cambio de temperatura en niños y adultos.”
Al que las flores, las hojas relajan el sistema nervioso central, lo que disminuyen el estrés, ayudan contra el insomnio y favorecen el descanso nocturno. Incluso son útiles para reducir la taquicardia y algunos síntomas de la epilepsia. Ayuda también contra los dolores de cabeza causados por ansiedad y estrés.
Mejora los síntomas de la gripe como el dolor de garganta, la tos y la congestión por flemas.
Mejorar la mala digestión, aliviando flatulencias y diarrea, pero también sirve para tratar la pérdida de apetito, sobre todo en niños, ya que el té es ligeramente ácido.
Es un poderoso antioxidante.
Se recomienda tomar una taza a diario tras las comidas.
Para preparar una taza de té bastan tres o cuatro hojas en un cuarto de litro de agua hirviendo, dejando hervir un minuto y reposar por tres o cuatro minutos para que las hojas suelten sus jugos esenciales.
En Guanajuato es difícil encontrar que se vendan las hojas y es raro encontrarlo cultivado. El único establecimiento en la ciudad de Guanajuato donde podrás consumir un buen té de hojas de naranjos es en La casa del coleccionista, en el centro de la ciudad de Guanajuato, en Tepetapa # 100.
¡Así que no lo pienses más, e incluye el té de hojas de naranjo en tu lista de tés de rutina!