Presentamos esta entrevista con Daniel Zetina (Ciudad de México, 1979). Escritor, conferencista, tallerista y editor. Inició su carrera en Cuernavaca, Morelos, donde creció. Estudió la Licenciatura en Letras y la Maestría en Producción Editorial en la UAEM. Ha publicado libros de cuento, como El colchón (2011), Mentiras piadosas (2013) y Babilonia contra la fe (Chile, 2013); poemarios como Continuación de las causas (Perú, 2005) Alabanza del libro (2013) y Primavera (Chile, 2012), y las novelas Cuarto en renta (2013) y Óleo sobre ketamina (2017). Su obra se ha difundido en países como Perú, Chile, Argentina, México y España. En 2004 fundó su propio sello editorial y años más tarde Libretas de Corazón. Ha publicado una diversidad de géneros literarios y periodísticos en diferentes medios y editado revistas como Tabique, Nano y Orla. Fue maestro durante 14 años en diferentes estados, de secundaria a posgrado. En 2019 lanza la colección completa de sus 20 libros más importantes, en poesía, cuento, novela, ensayo, minificción, manuales y antologías. Su columna “Un escritor en problemas” se publica todos los viernes en La Unión de Morelos. Ha visitado como escritor nuestra ciudad de Guanajuato y esperamos que regrese pronto a presentarnos sus nuevos proyectos.
Él se presenta en los siguientes términos: “Nací en la colonia Roma Norte de la Ciudad de México, mi familia es de la Alcaldía Miguel Hidalgo y del estado de Guerrero, he vivido en Mixcoac, Cuautitlán Izcalli, Civac, Cuernavaca, San Cristóbal de las Casas, Toluca, Querétaro, el centro de la CDMX y de vuelta a Cuernavaca norte. Los libros son mi vicio, mi oficio y me beneficio. Soy chilango, morelense, toluco y queretano también”.
1.- ¿Desde cuándo escribes y cómo fueron tus inicios?
Comencé a los 15 años, en mis tardes solitarias y apasionadas por vivir, entre la soledad y la amistad, desde una profunda tristeza, pero con esperanza de vivir. Casi siempre escribía en la calle. Comencé con versos, buscando una manera de sobrevivir, usando la palabra como arma, escudo o herramienta.
2.- ¿Qué tipo de talleres y cursos ofreces?
Talleres diversos de escritura, por mi cuenta y en escuelas de escritores. Mi metodología se basa en las obsesiones. Me enfoco en trasmitir herramientas y en que los participantes practiquen. Siempre con metas por alcanzar y midiendo la productividad. No me gustan los talleres eternos que solo alimentan la egolatría del maestro. Mis estudiantes han publicado en revistas y editado libros. Alan Argüello ganó el Premio Nacional de Cuento Juan José Arreola con esta metodología.
3.- ¿Cómo es tu relación con las redes sociales y cuáles manejas?
Complicada, he tomado asesorías de comunicación y redes sociales, pero aún no encuentro el enfoque indicado ni tengo el tiempo suficiente. A pesar de ello, siempre han sido un canal de comunicación con lectores, talleristas, clientes, foros, instituciones.
4.- ¿Cómo te introdujiste a la edición?
Como una continuidad de la escritura y el estudio. Siendo estudiante, en la UAEM me contrataron para corregir textos, luego en la coordinación editorial; trabajé en prensa, busqué opciones, acepté invitaciones. Con amigos edité algunas revistas, ahí comencé. Cuando trabajar con ese grupo ya no me gustó, comencé mi proyecto autónomo: Ediciones Zetina. Solo fue continuar en la misma línea, buscando clientes, estudiando, trabajando con esfuerzo y pasión.
5.- ¿Cuáles son las dificultades que vive un editor en un país como México?
No me gusta quejarme de mi oficio, cada quién sabrá lo que le duele o lo que disfruta. La mayoría de las personas en el país enfrentan mayores dificultades que los editores.
6.- ¿En qué medios publicas actualmente?
Desde hace tres años publico la columna Un escritor en problemas en La Unión de Morelos, por invitación de Oscar Davis. Colaboro a veces en ViceVersa Magazine y algunos otros medios.
4.- ¿De dónde viene el nombre de tu columna Un escritor en problemas?
Nació como Un editor en problemas para hablar de las posibilidades del oficio (no quejas), pero no tuve lectores en Blogger. Años después, hacia mis 40, me enfoqué en escribir y publicar más mi propia obra, ahí llegó la invitación y no hubo mucho qué pensar. Escribo lo que se me da la gana, libremente, sin censuras ni línea, con lectores, por eso continúo haciéndolo. Van 170 entregas.
5.- ¿Ya cuántos libros llevas publicados como autor y de entre ellos cuáles son tus favoritos?
Tengo 26, uno en coautoría. Todos me gustan, son distintos. Han sido experiencias de diferentes momentos de mi vida. A veces se ha tratado de desgarramientos, otras se han acompañado de lágrimas sanadoras, pero siempre las he escrito con suficiente sudor. Dos de mis libros publicados favoritos son la novela Óleo sobre ketamina (finalista premio Fenal 2016), y el libro de cuentos El cuerpo del deseo (publicado inicialmente por Lengua de Diablo). Tengo inéditos favoritos, pero de esos no puedo hablar.
6.- ¿Qué libros te enorgulleces de haber editado?
Hablaré de cinco:
—Especialmente, Cartas a una joven feminista, de Alma Karla Sandoval, que ha generado un movimiento multidisciplinario.
—El ensayo sobre la nostalgia titulado Atrabiliario, de la maestra Beatriz Aldaco.
—La colección Mujer, escribir cambia tu vida, inicialmente de 10 libros, de la metodología de la doctora Ether Krauze.
—Relatos de un mundo depravado, de Davo Valdés de la Campa.
—Las muchas antologías, donde han publicado cientos de escritores locales, que comienzan o no han sido visibilizados, de muchos estados del país.
7.- ¿Qué recomendaciones generales puedes darles a los correctores de estilo?
Que lean/estudien diccionarios, gramáticas, ortografías, manuales, pero también el habla cotidiana actual, no solo de las ciudades: de pueblos, sitios lejanos, otros países, diferentes idiomas. Editor que no lee, engaña.
8.- ¿Cómo va el sello Infinita? ¿Cuáles son los planes para la editorial en los próximos meses?
Nació en 2019 para ser más empático con las necesidades de los escritores y desarrollar edición e impresión mixta, con gestiones diversas y estrategias variables. Ha sido buena experiencia, con unos 200 libros publicados, quizás 60 mil ejemplares circulando por ahí. A pesar de la pandemia, o gracias a ella, hemos encontrado nuevas formas de hacer libros, trabajar con autores y llegar al lector.
—Por su parte, en 2022 renuevo Ediciones Zetina, con catálogo propio, en colecciones de erotismo, juvenil y poesía, para luego seguir con literatura negra y nano, además de bibliofilia. Ahí no publicaré como autor, me dedicaré a encontrar obras críticas y auténticas que puedan ser referentes en la literatura mexicana.
9.- ¿Tienes hábitos, manías o rituales específicos al momento de escribir?
La casa escombrada, la cama tendida, los platos limpios. Para escribir, primero ordeno mi espacio, acomodo mi estudio… y a partir de ahí vienen otras manías, como la metodología de tres pasos: a) planear, b) escribir, c) revisar; y otras de las que no puedo hablar.
10.- ¿Y de leer?
Son caprichoso, compro y leo desarrollo humano, literatura, edición, comportamiento humano y otros temas, como misticismo, filosofía o historia. Tengo una hermosa fila esperando, que voy consumiendo más o menos rápido, según la temporada. Me encanta aprender cosas nuevas y leer historias interesantes. El literato que solo sabe de literatura, ni de literatura sabe.
11.- ¿Cuáles son los libros que más enseñanzas te han dejado y por qué?
Serían varios cientos, algunos me han ayudado como persona, otros como hombre, bastantes sobre paternidad, varios de literatura, algunos de cualquier cosa, no sé por dónde comenzar, haré una lista azarosa:
- La narrativa de Borges.
- La obra de Rosa Barocio.
- El festín de Babette y el Cuento del joven marinero, de Isak Dinesen.
- Las novelas de Marguerite Duras.
- La escuela suiza de diseño, en especial lo que aprendí de los libros de Campgrafic.
- El Manual de Gramática Española de Rafael Seco.
- Varios de los libros de Enrique Serna.
- La obra infinita de Mario Bellatin.
- Los poemarios de Esther M. García.
- En busca del equilibrio, de Wayne W. Dyer
12.- ¿Qué libros o manuales recomendarías a los editores principiantes para despejar dudas?
La obra del maestro Jorge de Buen Unna, mexicano indispensable para comprender el plano cartesiano de la página. Cualquier obra que haya escrito Tomás Granados Salinas. Aunque no para despejar dudas, sino para incrementarlas.
13.- ¿Cómo te iniciaste en la encuadernación artesanal?
Desde la licenciatura, iba a imprentas tradicionales y veía, preguntaba, aprendía y practicaba. Cuando tuve mi primer estudio comencé a experimentar produciendo libros artesanales. En la maestría tomé un taller más en forma y seguí acumulando materiales. Al llegar a Querétaro en 2012 monté mi taller y con la marca Libretas de Corazón comencé a desarrollar y producir libros, libretas, agentas, cajas, marcos y otras piezas. En 2016 comencé a dar talleres, con la idea de popularizar las técnicas, para que la gente pudiera hacer productos eficientes en costos y bellos, para vender y ganar un extra. Con esa capacitación llegué a Guanajuato, Apatzingán, Iguala, Taxco, Cuernavaca, Iztapalapa, Tequisquiapan, entre otros lugares. He parado esa práctica por otras actividades, el material está en cajas.
14.- ¿En qué tiendas físicas y virtuales podemos encontrar tus libros como autor?
En mi librería virtual: https://libreriaedicioneszetina.librantida.com/ de impresión bajo demanda.
También en sitios como Gandhi, Sanborns, Mercado Libre, Busca libre, El Sótano, entre otros, igual en impresión bajo demanda.
Además de Amazon como e-book e impreso.
No tengo libros en librerías, ni con distribuidores, fue algo que perdí con la pandemia, pero recuperaremos espacios.
15.- ¿Cómo calificas los programas de promoción del libro en el estado y municipio donde vives?
Nadie me paga por hacerlo, así que no los califico.
16.- ¿Qué estás leyendo en estos momentos?
Tengo en fila algunas novelas negras de Jordi Sierra i Fabra, un español que admiro, como Retrato de un adolescente manchado.
También releo La edición sin editores de André Schiffrin.
Además, textos de lenguaje, historia del arte y metáfora por el doctorado en literatura que estudio en El Colegio de Morelos.
Y varios libros que estoy editando, claro.
17.- ¿A qué escritores o escritoras del ámbito nacional admiras y por qué?
De los vivos, a Esther M. García, Rocato, Enrique Serna, Socorro Venegas, Bernardo Fernández, Alma Karla Sandoval, Antonio Malpica, Jorge Volpi, Heriberto Yépez y Martha Lamas, porque saben escribir bien.
De los no vivos, especialmente a Arduro Suaves por inventar un género literario. También a Pita Amor por descarada y a Elena Garro por sublime. A Tomás Segovia, por inteligente y por cursi.
18.- ¿Cómo fue tu experiencia la vez que viniste a dar un taller a esta ciudad de Guanajuato?
He ido a Guanajuato siempre con cariño, es una ciudad que admiro y disfruto. La primera vez estuve en la Universidad, arriba de las famosas escaleras, hacia 2013, fue un sueño; Conaculta me contrató para dar un taller sobre lectura y la experiencia fue orgásmica, conocí personas interesantes como Emmanuel Alvarado. Otras veces volví con poco público, pero con muchas ganas. Regresaré, lo sé.
19.- ¿Cómo te iniciaste como lector?
No recuerdo, supongo que desde chico leía todo, en especial letreros espectaculares de la CDMX, que me impresionaban por lo sintético de sus mensajes y porque me enseñaban palabras nuevas. En casa había enciclopedias, de donde hacía mis tareas. Me tocó inaugurar (como estudiante, claro) la Biblioteca Central Estatal de Morelos hacia 1991 y fui asiduo de muchas otras, como la del Parque España en la Condesa, a la que años después le pusieron un nombre horrible. Me detengo, creo que mi historia de lector daría para una entrevista nueva, sino es que para un libro. Baste añadir que la palabra escrita siempre llamó mi atención, no que me rodeara por completo, sino que tuvimos una relación cercana, íntima, amorosa.
20.- ¿Cuál es el género literario que escribes en el que te sientes más cómodo?
Cómodo en ninguno, escribir es el arte de trabajar en y desde la incomodidad. Dios me libre de sentirme cómodo con algo de lo que escribo, me daría asco. Me esfuerzo por aprender y practicar la escritura de novela, cuento, minificción, crónica, ensayo, aforismo, greguería, periquete, columna y libros vacíos. Y busco lectores para lo que escribo, carezco del egocentrismo de quien dice solo escribir para sí mismo como único propósito.