Fuera de control (Amazon, 2021) es una muy buena novela juvenil. Tiene diferentes virtudes. La principal de las cuales es presentar temas muy actuales entre la juventud: los paros estudiantiles, la lucha contra el abuso escolar, la cultura juvenil del narco, las redes sociales, el uso en la juventud de las motocicletas, los linchamientos mediáticos, etc. Además, es ágil, y tiene un gran poder de identificación, ya que las situaciones por las que atraviesan los personajes principales tienen un correlato con la realidad que nos está tocando vivir en estos momentos.
El título ya evoca el ritmo vertiginoso de la trama y encierra todo el espíritu de acción juvenil que la novela representa. Los capítulos se van leyendo de manera agradable, mientras seguimos los acontecimientos. Los finales de capítulo tienen el mérito de ser sugestivos y elocuentes. Las escenas escolares son bien tratadas, al grado de reconocer que su autor se ha desempeñado como profesor de educación media superior, en el área de Filosofía, y conoce estos ambientes.
Todo inicia con un grupo de jóvenes de preparatoria que van en último año. El nuevo profesor seduce a una de las chicas y la embaraza, sin querer responder por el asunto. La chica es expulsada injustamente de la escuela. Esto lleva a un compañero a protestar ante la dirección y a una lucha para que ella vuelva ser incorporada, ante la oposición del director, lo que termina en un paro estudiantil. En tanto, se perfilan las personalidades de estos adolescentes, cada uno con sus problemáticas y su manera de luchar por lo que desean.
Más allá del mero entretenimiento, la novela tiene un sustrato ético que alecciona a acerca del valor moral de la lucha por los ideales de justicia, lo que es relevante para una lectura juvenil de calidad. Asimismo, se advierte un carácter didáctico edificante en los personajes negativos, carácter que, al ser llevado con éxito, no parece chocante.
El carácter internacional de los personajes también es un acierto que da una nota de multiculturalidad; lo que también se logra reuniendo lo local con el orden global por medio de símbolos y redes de sentido como el internet, la historia, la música, el lenguaje, etc.
Del mismo modo, las referencias culturales permiten al lector joven reconocer elementos de su propia vida, creando vínculos con los personajes y las acciones. Las referencias literarias, por otra parte, estimulan al joven lector a indagar y profundizar más en esos temas, permitiendo que se amplié su conocimiento y le genere provecho intelectual.
El autor cuenta que el proceso detrás de esta escritura fue largo. Inició como un cuento que publicó en Expreso, en la sección literaria que tenía el periódico el Correo. Llevaba como título: “Gente sin moral”. “Como tuvo buena aceptación por el público continúe con ese estilo de cuentos. Presenté un proyecto de antología de cuentos en un diplomado que tuve con Mónica Lavín en la ciudad de Guanajuato, donde los protagonistas iban hacer seis muchachos de preparatoria y se iban a alternar como protagonistas en varios cuentos; a ella le pareció interesante la propuesta y me dio luz verde. Posteriormente ocurrió la muerte de mi madre y dejé de escribir; cuando paso el periodo de duelo, retomé este proyecto; alguien a quien se la di a leer me dijo: «Por qué no la haces novela» Así que acepté el reto.” Así que el autor se vio inmerso en un trabajo de rearmas las historias, como si de un rompecabezas se tratara, para reconfigurarlas en un nuevo orden. Este fue el nuevo proyecto que presentó en el Fondo para las Letras Guanajuatenses 2019, donde recibió el asesoramiento de Geney Beltrán. Allí, la novela tuvo una nueva trasformación en la que sus personajes principales disminuyeron a tres.
Una vez lista la novela, la aventura fue publicarla, debido a que nos encontrábamos en plena pandemia y muchas editoriales o se encontraban paradas o no estaban recibiendo manuscritos originales. “Fue así como descubrí que se podía publicar en Amazon y así fue como terminó este proceso”, relata el autor.
Es sin duda una novela que bien podría ser material de lectura a nivel preparatoria e incluso secundaria, dentro de la escuela, con el fin de estimular la lectura, ya que es capaz de enganchar desde las primeras páginas y no soltar el hijo del discurso hasta las últimas consecuencias, allí donde cada personaje resuelve sus conflictos y el sentido de lo moral se impone por sobre la corrupción y el desorden. Literalmente, el lector queda atrapado, y fuera de control, debe leer sin parar.