Nherón es un joven músico radicado en León, Guanajuato. Toma su nombre artístico del legendario emperador romano incendiario, el cual tiene un significado especialmente interesante para él en lo que tiene de locura, ira y desesperación. Se inició en la música hace unos siete años, cuando cursaba la preparatoria, y quedó prendido del rap durante una fiesta escolar en huno una demostración de freestyle. De hecho, al freestyle fue a lo primero que se dedicó como artista, durante los primeros dos años de su trayectoria; yendo a competencias en el Centro Histórico de su ciudad a medirse con otros raperos.
Él es el autor cien por ciento de sus letras, las cuales concibe como metáforas de su existencia, buscando integrar figuras literarias para expresar sus ideas con un “lenguaje de sueños”. También compone parte de su música, mediante programas electrónicos o en la guitarra, aunque también puede emplear bases de uso libre cuando éstas le inspiran. Suele pasar que las frases asalten su mente de manera espontánea; entonces las escribe en su teléfono y trata de desarrollarlas, para luego sentarse a continuarlas invocando la inspiración. Ésta se nutre de prácticamente cualquier cosa o circunstancia de su vida; y Nherón busca darles una perspectiva muy personal.
Sus influencias musicales son variadas e incluyen otros géneros además del rap, como el rock, el ska y el punk; algunas de estas son: Metrik Vader, El Piezas, Tote King, Danger, Zenit, Frank-T. Tanto como algunos artistas de otros géneros como: Deep Purple, Pink Floyd, Sticky Fingers, Sublime, Aerosmith. También se nutre de la lectura de escritores y poetas (pues es un lector asiduo) como Bukowski, Poe, Lovecraft, Ibargüengoitia, declarándose admirador de los libros de Hawking: de allí sin duda que uno de sus materiales se llame precisamente Física cuántica y muchas de sus canciones tengan referencias espaciales.
Actualmente, tiene diversas ideas para realizar su primer video oficial, aunque por cuestiones adversas no lo ha podido concretar. Sin embargo, permanece activo en redes sociales como Youtube, donde se encuentra su material en su cuenta oficial, incluyendo colaboraciones. Para éstas, le gusta fusionar los estilos de cada creador para generar algo nuevo; para ello, su técnica preferida en sentarse a escuchar la base e ir creando la letra en conjunto. “Lo principal es obtener un buen producto: esa es la mitad de la ecuación, hacer una buena canción con una buena base y frases impecables.” Aunque sabe que la segunda parte de la ecuación es buscar oportunidades. Por ello, los dos valores que rigen su trabajo artístico son la creatividad y el esfuerzo. “Podrá ser un sentimiento egoísta pero es el hecho de saber que yo mismo puedo crear arte, transmitir algo que quiero decir y que alguien lo reciba en la frecuencia en la que esa persona esté, me hace ser parte del arte, de lo eterno. Mis metas como músico son los comunes: llegar a más gente y poder llegar a foros donde pueda dar a conocer mi música cada vez más”, afirma.
Aunque ha sido partícipe de la escena del rap de su ciudad, considera que ésta opera también como una especie de mafia que controla que los nuevos talentos no puedan emerger; además de que está algo estacada en el freestyle, que se ha masificado rápido, y ha propiciado que los raperos ya no estén interesados mucho en hacer temas de autor. Lo que afecta la difusión de los que, como él, producen sus propios temas y los graban. Por ello, ha decidido seguir un más por su cuenta, de forma más independiente.
Nherón tiene actualmente tres maquetas: Más allá de las estrellas (2016); Sobredosis (2017), donde es coautor como parte del grupo del mismo nombre; y Física cuántica (2018). Actualmente, tiene el proyecto de grabar un live sesión. Nherón espera que los lectores se adentren en su música y se dejen trasportar a lugares siderales en el espacio infinito de la música y las líneas poéticas.
Las letras de Nherón son un “caleidoscopio de universos” que funde sentimientos: tristeza, amor, anhelo. Su música, urbana al mismo tiempo que lírica, indaga en tonos de un amplio espectro que enfrenta el vacío de la cotidianidad y buscan la afirmación de la personalidad, la individualidad y la trascendencia por medio de la expresión de la emoción y el pensamiento, que a veces es de un tipo romántico que busca “reducir a una poesía el tamaño del universo” (como dice en su canción “Física cuántica”). Hay un afán de viaje por atmosferas astrales y energías que fluyen desde el interior y buscan conectar con los oídos y las frecuencias ajenas, en un horizonte de posibilidades de comunicación y vuelos de la emoción. Una cosmología de armonía y sueños.
Las letras de Nherón son un “caleidoscopio de universos” que funde sentimientos: tristeza, amor, anhelo. Su música, urbana al mismo tiempo que lírica, indaga en tonos de un amplio espectro que enfrenta el vacío de la cotidianidad y buscan la afirmación de la personalidad, la individualidad y la trascendencia por medio de la expresión de la emoción y el pensamiento, que a veces es de un tipo romántico que busca “reducir a una poesía el tamaño del universo” (como dice en su canción “Física cuántica”). Hay un afán de viaje por atmosferas astrales y energías que fluyen desde el interior y buscan conectar con los oídos y las frecuencias ajenas, en un horizonte de posibilidades de comunicación y vuelos de la emoción. Una cosmología de armonía y sueños.