Amaury Salvador nació en 1995 en la ciudad de León. Su infancia transcurrió en el municipio de San Francisco del Rincón, en el mismo estado de Guanajuato. Aunque de pequeño ya leía, principalmente adaptaciones ilustradas de clásicos de Julio Verne, Antoine de Saint Exupéry y Edmundo de Amicis, abraza definitivamente el amor por la lectura por inculcación y mediación de sus tíos maternos quienes, con motivo de una Navidad, en su adolescencia depositan amorosamente el consejo de la lectura constante como una semilla en su ser que habría de madurar, y lo introducen principalmente a la literatura mexicana contemporánea: Carlos Fuentes, Octavio Paz, Paco Ignacio Taibo. Del mismo modo llegan más clásicos: Miguel de Cervantes, William Shakespeare, Bernal Díaz del Castillo, Gabriel García Márquez, Julio Cortázar y otros.
Inspirado en la tradicional figura del abogado letrado entra a estudiar Derecho en la Universidad de Guanajuato. Decidió estudiar abogacía por su vocación humanística, en la idea de que el Derecho abre las puertas de la justicia y es capaz de generar, por medio el litigio y la jurisprudencia, condiciones equitativas e igualitarias entre los individuos de la sociedad, así como influir en la trasformación para la mejoría económica y política del mundo en que vivimos. Alumno destacado, habiendo sido becario del Grupo de Investigación Jurídica de su licenciatura, obtiene su título en mayo de 2019 con una distinción sobresaliente.
Pero la inquietud literaria, habiendo fructificado en él, sigue expandiéndose, por lo que los años de estudio del Derecho son también los de la diversificación de sus lecturas literarias (más novelas, cuentos, poesía): y, eventualmente, de los inicios de su creación literaria. El fenómeno poético le da a su vida algo que el rigor y el formalismo de la teoría y la filosofía del Derecho no le dan: la pasión, la emoción, el sueño, la fantasía… el delirio. Descubre y ama con el tiempo a Alejandra Pizarnik, Efraín Bartolomé, Charles Baudelaire, Gabriela Mistral, Nicanor Parra, Pablo Neruda, Delmira Agustini, Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Walt Whitman, Joaquín Sabina, Manuel Acuña, Jaime Sabines…
Su primer poema lo escribe a los dieciocho años: es un poema dedicado a un amor entrañable de esa juventud. Poco a poco, va reuniendo un material poético cuyos temas principales son el amor trascendental, la preocupación por los misterios de la existencia, la familia y la memoria, la libertad y la causa social, la crítica y el cuestionamiento de la humanidad. Sus primeros poemas, reunidos en la obra Cálculos en los riñones, fechado en 2019, da cuenta de un lirismo fresco, honesto y sincero, en el que la experiencia de la cotidianidad y el sueño son determinantemente complementarios. Se trata de una poesía juvenil, espontánea y moderna que no desatiende algunos de los grandes planteamientos de la poesía de siempre y no está exenta de gracia, humor, erotismo y emoción. El título del poemario hace referencia a un episodio de su vida en el que creyó erróneamente estar enfermo de cálculos renales. Y es también una metáfora del dolor que produce la gestación y expulsión al mundo del poema, así como los riñones gestan y expulsan los cálculos, esas extrañas joyas. Esta gestación se da en Amaury a partir de una intuición, un sentimiento, una emoción o un malestar que lo embargan y lo conducen al rito purgatorio de la escritura. Y si bien es conocido como inspirado entre sus amigos y familiares, hasta hace poco apareció su primer libro individual, que es precisamente Cálculos renales, publicado por Ediciones La Rana, en la ciudad de Guanajuato. Anteriormente había aparecido su plaquette Monóculo en la Las buenas nuevas. Antología de poesía de la última juventud guanajuatense (Kairós, 2020) y había publicado poemas sueltos en diversas revistas electrónicas. Cálculos renales fue escogido por Amaranta Caballero Prado para ser parte de la generación 2019-2020 del Seminario para las Letras Guanajuatenses, donde Amaury recibió la tutoría personalizada del poeta tapatío Luis Eduardo García, quien lo reconoció como el alumno de esa generación que más había avanzado en la mejora de su proyecto de libro. Desde que se lanzó al ruedo literario a través de una primera selección de poemas en la revista Insolente de la Ciudad de México, en mayo de 2019, entrada que fue muy exitosa, no ha dejado de aprender de los poetas con los que se ha encontrado en el camino, a quienes lee en sus libros, antologías o en sus redes sociales. También ha participado en lecturas colectivas en la ciudad de Guanajuato y San Francisco del Rinción.
A Amaury le gustaría conectar con los jóvenes con su poesía, y hacerles ver que en la poesía hay mucha sabiduría polívoca, que puede ser una experiencia catártica y mística, un placer y una medicina. Que la poesía nos da humanidad y espiritualidad y nos hace trascender a los individuos egoístas y materialistas que la sociedad de consumo quiere que seamos.
En esta pasada Feria del Libro de la Universidad de Guanajuato, Amaury presentó sus Cálculos renales ante la asistencia de familiares, autoridades culturales y amigos, con un discurso que evocaba sus inicios en la lectura y escritura de poesía, que fueron precisamente sus años universitarios en la Universidad de Guanajuato. Por ello, se permitió leer su poema inédito “Universitarios”, inspirado en esa etapa. De igual modo, redondeó la presentación con la lectura, entre otros, de su poema “El cielo desbaratándose”, dedicado a sus familiares y ancestros. Al evento también asistió la artista radicada en Guanajuato Tanya González Frausto, autora del collage de la portada, hecho expresamente para la edición. A partir de la próxima semana, estará el libro en venta en la librería Fondo Guanajuato, anexa al la Casa Museo Diego Rivera, en la ciudad de Guanajuato. También lo pueden pedir en línea en la librería electrónica de la editorial Los otros libros o directamente con el autor en su Facebook personal.
Un gran poeta, Amaury, que vive apasionadamente.