Cuando te hablen de amor y de ilusiones es el más reciente título de la colección “De Guanajuato al mundo” de Ediciones La Rana del Instituto Estatal de la Cultura. Su autora es Paloma Jiménez Gálvez, hija del ícono guanajuatense de la canción José Alfredo Jiménez. El libro, claro está, es la primera línea de “Un mundo raro”, una de las más emblemáticas canciones del bardo dolorense: “Cuando te hablen de amor y de ilusiones / Y te ofrezcan un sol, y un cielo entero / Si te acuerdas de mí, no me menciones / Porque vas a sentir amor del bueno”. Esto cobra sentido, pues este libro es una de las formas en que la autora recuerda a su padre y lo trae a la memoria del lector, en el afán acaso de poder sentir otra vez su amor; lo cual se hace explícito en el epígrafe del libro: “Padre, porque te quiero a ti / y a todas tus canciones”. Sin embargo, a Paloma no le basta solo mencionar a su padre, sino que le dedica todo un estudio de interpretación a su letrística.
El libro cuenta con un prólogo de Juan Villoro, en el que aquilata el valor del legado de cantautor y apunta algunos rasgos para la comprensión del fenómeno cultural que representa José Alfredo, un autor que en el cariño del pueblo “alcanzó tal altura que hizo innecesario su apellido”. También aporta datos del contexto en que este legado se gestó y fue producido. Sobre el libro de su hija, Villoro escribe que “es la historia de una devoción”. La autora rinde a su padre el tributo del cariño, pero también se sirve de un recurso que no siempre ejercemos ante un ser demasiado próximo: el entendimiento. A través de las letras de las canciones, descifra claroscuros del compositor y traza vínculos con autores y otras épocas y latitudes”.
En su introducción, la autora apalabra sus intenciones, así como el marco referencial del que parte, el cual es la teoría literaria del sujeto lírico. Dando por sentado que las canciones de José Alfredo pueden entenderse como muestras de poesía popular, la autora nos recuerda los vínculos entre canto, lirismo y poesía, remontados hasta épocas primitivas de la humanidad. Respecto al valor literario de su cuerpo de estudio, la autora destaca que podemos encontrar en el acervo cancioneril de su padre tropos retóricos como “metáforas, aliteraciones, símiles, reduplicaciones y metioninas”, entre otros, que son propios del lenguaje literario y son compartidos por la poesía culta. “Deseo que a través de estas líneas el lector sienta, capte, como yo lo hice, ese mundo de José Alfredo Jiménez, pues su cosmovisión aparece en casi todas sus canciones, a veces con discreción, mientras que en otras irrumpe con violencia y sin temor”, establece Paloma.
El primer capítulo, Paloma glosa la “Época y semblanza” de José Alfredo, refiriéndolo a los datos culturales e históricos en los que se inserta. El segundo capítulo deslinda los géneros en los que las letras de José Alfredo se desplazan: el corrido, huapango y canción bravía, principalmente. La autora traza aquí las genealogías de estos géneros discutiendo cómo se encuentran representados textualmente en las letras de estudio. Pasa luego a un capítulo llamado “Mi recuerdo y yo: aspectos autobiográficos en el yo lírico”, en el que Paloma establece relaciones entre la vida y la obra del cantautor. Esto es así ya que “difícil será que un autor lírico evite ser autobiográfico”. Posteriormente, pasa propiamente al “Análisis lírico”, la que constituye la parte erudita del libro. Aquí Paloma ensaya sus capacidades hermenéuticas para establecer intertextualidades hacia el interior y exterior de las letras de José Alfredo; así como interpreta y propone núcleos de sentido en ellas, como pueden ser la brevedad, las narrativas del desamor, el erotismo y el delirio, la imagen de la mujer, las historias de serenata, la liberación, el mundo sagrado y “la cofradía del dolor”, entendida ésta última como el espacio físico y simbólico de la cantina como marco de desahogo y confesión sentimental tranzada en la comunión de los hombres alrededor del vino como bebida espiritual de rica y añeja tradición poética. En este análisis la autora se apoya de teóricos y literatos de la tradición hispana y de otras latitudes para dar justificación y autoridad a sus argumentos.
La autora es originaria de la Ciudad de México. Al terminar el bachillerato emigró a Franca, donde trabajó para el Consejo Nacional de Turismo y tomó clases de pintura. A su regreso, estudió en la Universidad de Claustro de Sor Juana, a partir de lo cual se dedicó un tiempo al guionismo para radio y cine. Posteriormente cursó la maestría y el doctorado en Letras Modernas en la Universidad Iberoamericana con el proyecto Cosmovisión y sujeto lírico en la obra de José Alfredo Jiménez. Paralelamente, ha sido conferencista para congresos internacionales en instituciones públicas y privadas. Actualmente es presidenta de la Casa Museo José Alfredo Jiménez, en Dolores Hidalgo, inaugurada en 2008.