Diezmo de palabras es uno de los talleres literarios más importantes del Bajío. Su historia data de 1977 cuando el INBA pidió al escritor Herminio Martínez que gestionara un espacio para fundar el primer taller literario de la región; así, reunió a un grupo de estudiantes, normalistas, profesionistas, periodistas e interesados en las letras. El primer coordinador del taller fue el ecuatoriano Miguel Donoso Pareja. Este grupo fue conocido como el Taller Literario de Bellas artes y sesionaba en la Casa de la Cultura de Celaya. Durante la primera década fueron coordinadores además Ignacio Betancourt, Armando Adame, Héctor Carreto, Juan Domingo Argüelles y Gloria Gervitz. Tras un breve descanso en 1998, el poeta Víctor Sandoval, entonces director del INBA propuso al maestro Herminio Martínez continuar con el taller, pero ahora bajo su tutela. Desde entonces, el taller ha sesionado de manera ininterrumpida.
A principio, bajo el cargo del maestro Herminio, el taller recibió el nombre de El Calmecac y sesionó en plazas públicas, librerías, escuelas o cafés, siendo luego que la Casa de Cultura de Celaya recibió al taller en su seno. “Cuando el maestro Herminio Martínez fue diagnosticado con cáncer, cedió la coordinación del taller a uno de sus alumnos. Julio Edgar Méndez fue parte del Diezmo de Palabras desde el año 2000. Preparó, junto con Herminio, la serie de suplementos sobre historia, arte y cultura de la región para el periódico El Sol del Bajío y otra serie de documentos que formaron parte de la crónica de la ciudad. A partir del año 2014 fue nombrado oficialmente coordinador del taller”, se lee en la entrada del taller en la Enciclopedia de la Literatura en México.
Sus integrantes han podido publicar en revistas y diarios de carácter tanto regional como nacional. Algunos han recibido premios nacionales o becas estatales.
Entre sus filas han desfilado autores como Baudelio Camarillo, Gerardo Sánchez, Flor Aguilera, Macaria España, Diana Alejandra Aboytes, Enrique R. Soriano Valencia, Lupita García Cabello y Martín Campa, entre una lista muy larga de autores.
Hemos platicado con su actual coordinador, Julio Edgar Méndez, para que nos platique con más detalle algunos aspectos del taller, al que todos están bienvenidos. Para más información, pueden consultar su página oficial: https://diezmodepalabras.com/
1.- ¿De dónde toma su nombre el taller?
En el año 1977 se formaron varios talleres literarios en todo el país con el auspicio de Bellas Artes. En Celaya se llamó Taller Literario de Bellas Artes, que después en los años 80 se llamó Taller Literario El Calmecac. Luego se ubicó en la Casa del Diezmo, uno de los centros culturales de la ciudad; de ahí se tomó el nombre de Diezmo de Palabras. Desde entonces ha sesionado en Casa de la Cultura y en Casa del Diezmo.
2.- ¿Qué dificultades han debido sortear a través de estas décadas?
Al principio, había pocas personas interesadas, pero poco a poco se fueron integrando más aspirantes. El taller ha sido coordinado por distintos maestros, cada uno ha debido prácticamente iniciar otra etapa. También ha habido cambios de sede, tanto en lugares privados como de gobierno municipal. Incluso en algún tiempo no teníamos un salón y sesionábamos sobre unas tablas colocadas como mesa y las sillas eran bancos de plástico y hasta tablones rústicos. Por supuesto sin pizarrones ni elementos electrónicos. Esto en cuanto a instalaciones.
Respecto a participantes, es complicado lidiar con egos. Hay personas que piensan que lo que escriben es lo máximo en literatura y sostienen que no tienen por qué corregir un texto. Otros solo asisten a escuchar sin aportar algo o aportan muy poco. Durante los años han surgido otros talleres que se desprenden del Diezmo; algunos compañeros sienten que son muy avanzados para continuar en un taller de formación como el nuestro. Esto es positivo porque así existen otras opciones para todos los gustos.
Sostener un taller literario después de varias décadas ha sido un reto enorme.
3.- ¿Cómo ha sido su relación con las instituciones?
Por lo general ha sido una buena relación. El taller es gratuito para todos los participantes. El Instituto de Cultura de Celaya nos permite el uso de un salón en la Casa del Diezmo. El coordinador no recibe sueldo ni compensación económica alguna. En pocas ocasiones hemos recibido un apoyo para publicar.
4.- ¿Cuáles han sido sus diferentes sedes?
Desde plazas públicas, cafés, librerías, alguna escuela, un local particular, Casa de la Cultura y Casa del Diezmo.
¿Qué día y hora sesionan?
Todos los miércoles de 6 a 9 pm.
Tenemos ahora el Tallercito para niños, de 5 a 6 pm. También gratuito.
6.- ¿Cómo se adaptó el taller a las nuevas modalidades virtuales a causa de la pandemia?
Trabajamos por medio de la plataforma de Zoom, pero fue muy complicado. Sin embargo, no dejamos de sesionar en todo ese tiempo. Ya estamos de vuelta de forma presencial.
7.- ¿Qué virtudes tenía el maestro Herminio Martínez como tallerista?
El maestro Herminio era un excelente maestro y corrector de estilo. Le gustaba escuchar antes que leer la obra de los compañeros. Era exigente y su nivel de crítica muy acertado. No tenía empacho en decir que mejor nos dedicáramos a otra cosa. Sin embargo, también sabía orientarnos hacia donde él consideraba que nuestros textos podían ubicarse mejor; incluso recomendaba quién debería trabajar más como poeta o narrador.
8.- ¿Qué funciones hace el coordinador del taller?
Básicamente estimular a los aspirantes a crear mejores textos cada vez. Orientar, enseñar técnicas y el estudio de la obra de grandes maestros de la literatura; ejercitar la crítica literaria, provocar la creatividad. Proponer retos que impulsen a los participantes a superar sus propias limitaciones. Conciliar, revisar y enseñar a revisar textos. Capacitar a los escritores diletantes para que sean lectores críticos de todo tipo de libros. Ayudar a mejorar la gramática y el estilo de cada participante. Pero sobre todo a ser escritores con una voz propia.
9.- ¿Cuáles son los métodos pedagógicos o de acercamiento a la literatura y su crítica practicados en el taller?
En nuestro taller participan aspirantes en proceso de formación y otros con una trayectoria más firme; por lo tanto, es importante dosificar el tiempo para que a unos y otros no les resulte una sesión tediosa o repetitiva. Cada sesión es de tres horas. Así que hemos creado nuestro propio material didáctico, alguno de los cuales lo tenemos a disposición de quienes los busquen en nuestra propia página web. Se trata de un manual de estilo y corrección gramatical. Pero también vamos recomendando lecturas de formación. Ocasionalmente invitamos a escritores a compartir sus técnicas y experiencias profesionales. Entre muchos talleristas invitados, hemos contado con: Miguel Donoso Pareja, Ignacio Betancourt, Armando Adame, Héctor Carreto, Juan Domingo Argüelles y Gloria Gervitz.
También hemos sido invitados a participar en tutorías para cuento, novela y poesía a través del Fondo Guanajuato para las letras y el Instituto Estatal de la Cultura de Guanajuato. En estas tutorías han participado casi todos los compañeros actuales del Diezmo. En las mismas hemos recibido con mucho gusto la enseñanza de grandes autores.
Hacemos diferentes dinámicas, desde abrir la creatividad por medio de juegos hasta prácticas específicas para crear textos con un fin concreto. En todos los casos la crítica se hace con educación y respeto a los demás.
10.- ¿Qué valor se le da a la teoría en el taller?
En nuestro caso dosificamos la teoría según se presenta el momento. No existe una guía o programa estático. Tenemos muchos años sesionando y participan varias personas que también han sido parte del taller durante ese mismo tiempo.
Es curioso que cada año se integran nuevos aspirantes y en pocas semanas se adaptan a nuestro sistema, a través de la dinámica misma de la revisión de textos, porque otros compañeros van explicando y desarrollan los principios fundamentales de las técnicas literarias. Es decir, todos los participantes son al mismo tiempo alumnos y maestros.
11.- ¿Cuáles son sus espacios de difusión literaria actualmente?
Desde finales de los noventa tuvimos una página completa en El Sol del Bajío, esa se mantuvo hasta el año 2017. A partir del 2009, creamos el Blog del Diezmo http://diezmo-de-palabras.blogspot.com/ para replicar los textos publicados en el diario. También en esos años publicamos en otros periódicos, revistas nacionales y locales. Actualmente tenemos un pequeño espacio dominical en El Sol del Bajío. Es que el diario se hizo muy pequeño en formato y contenido. Nosotros seguimos teniendo nuestro blog y también ahora tenemos una página web http://diezmodepalabras.com/ y la página social del Facebook.
Hemos publicado al menos un libro por año, con tirajes menores a 300 libros y los vendemos entre amigos y presentaciones. No tenemos distribuidor. Estar en Celaya no ha sido precisamente de beneficio para nosotros. Aparentemente todo sucede en Guanajuato capital, León o en la Ciudad de México.
12.- ¿Cómo es su relación con otros talleres literarios de Celaya y del estado?
No conocemos otros talleres en el estado. En la ciudad de Celaya existen al menos otros dos talleres, pero no tenemos relación con ellos. No ha sido falta de interés de nuestra parte; es que aparecen y desaparecen con relativa frecuencia. No alcanzamos a tener contacto más allá de saber de su existencia. Pero sí hay compañeros que se reúnen entre ellos y con otras personas a leer textos, pero es más de tipo reunión social.
Existe un grupo igual de antiguo que se llama Omnicultural, pero no es propiamente un taller literario, porque ellos promueven más la publicación de libros entre sus integrantes, que son también artistas plásticos y de baile.
13.- ¿Cómo es su vinculación con autores de otros estados y países?
En cada oportunidad que he tenido de conocer algún escritor de otro lugar he buscado la posibilidad de que alguna vez puedan darnos un taller con su experiencia, pero no es fácil. Los costos de traslado y pago de honorarios son complicados para nosotros porque no alcanzamos a juntar los recursos para hacerlo. En un taller literario gratuito, y pocas veces los participantes están dispuestos a cooperar para tener algún taller que cueste dinero. Personalmente mantengo amistad y contacto profesional con otros escritores, pero solo de tipo informativo. Actualmente estoy promoviendo la obra de una autora alemana que escribe en español y tiene interés en entrar al mercado mexicano. Esto es a nivel personal.
14.- ¿Qué se necesita para integrarse por primera vez al taller?
Solo tienen que asistir y solicitar su ingreso. Hacemos una breve entrevista para conocer sus lecturas y o experiencia con la literatura, para poder indicarle y orientar sobre lecturas que le permitan conocer un poco más de lo que hacemos. Pero todos son bienvenidos. No hay límite de edad.
15.- ¿Qué relación mantiene el taller con otros discursos como el periodismo, las artes visuales, la música o la política?
Procuramos una buena relación ya que entre nuestros compañeros hay periodistas, músicos, actores, guionistas y productores de cortometrajes. Hemos revisado ensayos, artículos, guiones y libretos con el mismo entusiasmo que la poesía o la prosa. Incluso les he motivado a escribir textos que no habrían pensado crear por no conocerlos. El único tema que evitamos es el político; esto nos ha permitido seguir adelante sin controversias ni rencores.
16.- ¿Cómo es su relación de colaboración con el Fondo Guanajuato, la Universidad de Guanajuato y la Red Estatal de Tertulias Literarias Guanajuato?
Con el Fondo Guanajuato hemos sido invitados en algunas ocasiones a participar en ferias de libros. Nos han apoyado siempre con mucho entusiasmo.
Nuestra relación con la Universidad de Guanajuato terminó desde la muerte del maestro Herminio, en 2014, e incluso desde antes ya era muy lejana. En realidad el acuerdo era con el maestro, no con el taller. Había incluso un programa sabatino de radio con duración de 4 horas auspiciado por la Universidad.
Somos amigos de varios compañeros de la Red de Tertulias. Cuando el maestro Calderón Vela inició el proyecto, me pidió que participara como coordinador en Celaya, pero no tenía tiempo disponible y sugerí a otra compañera del Diezmo. Ella sigue coordinando y trabajando con las tertulias.
17.- ¿Cuáles son las asignaturas y retos pendientes para el taller?
Nuestro reto actual es la promoción de la lectura. Buscamos espacios en varias partes para motivar a los celayenses a leer. Pero también queremos publicar y vender nuestros libros. Esto es muy difícil. Solo hemos publicado algunas antologías y a quienes hemos ganado algún premio nos han publicado en otras partes.
El otro gran reto es hacer que más niños participen en el taller de pequeños escritores. Existen varios lugares donde invitan a niños a talleres, pero son temporales y los niños pierden impulso. El nuestro es permanente, gratuito y de alto nivel. Creo que nos falta difusión, pero es difícil hacerlo cuando solo una persona, tu servidor, es quien lo lleva adelante.
18.- ¿Qué planes hay para el taller para este año?
Este 2022 queremos que otros compañeros sean los coordinadores temporales del taller, para que vivan la experiencia y ofrezcan su propia visión de cómo llevar un taller tan antiguo. Quién sabe; tal vez alguno de ellos tome la estafeta y dirija al taller hacia nuevos y mejores rumbos.
Desde el año 2014 en que me hice cargo de la coordinación, hemos publicado un libro por año. Fuimos incorporados a la Enciclopedia de la Literatura en México: http://www.elem.mx/estgrp/datos/256; logramos que varios compañeros fueran invitados a las tutorías del Fondo Guanajuato y algunos fueron publicados. Otros compañeros han obtenido premios literarios en México y España. Creo que hemos hecho un buen trabajo entre todos.
19.- ¿Qué balance hace del taller durante este pasado 2021, un año para muchos difícil?
En efecto fue un año muy complicado. Varias presentaciones se pospusieron o se hicieron de manera virtual, lo que realmente no es igual a sentir el pulso de una audiencia. Las sesiones virtuales son frías. Pero seguimos trabajando desde las casas y varios compañeros tuvieron el tiempo de concretar varios textos que estaban varados. Fue un año positivo para la creatividad.
20.- ¿Cuáles son las fortalezas del taller, sus valores, filosofía y misión?
Creo que nuestra principal fortaleza es la unión. Somos un grupo muy unido. Ha habido intentos de separarnos e incluso de destruirnos, hasta de parte de políticos a quienes no les gusta que no tengamos una postura hacia tal o cual partido.
Como valor diremos que la voluntad de servir a la comunidad. Todo lo que hacemos es para incentivar a otros a leer y cultivarse.
Nuestra misión es compartir nuestro conocimiento de manera desinteresada. Provocar en otros la curiosidad por leer y escribir, contar historias, compartir también con otros el conocimiento, poco o mucho, pero con ánimo y disciplina por hacerlo de la mejor manera posible.
Nuestra filosofía es ser y continuar siendo un taller literario profesional, inclusivo, divertido, propositivo, generoso e integrado a nuestra ciudad para que cualquier persona se sienta parte del grupo.