Juan José Prado Viramontes, alias el Conde de San Sebastián, es actor, director y dramaturgo guanajuatense con una muy larga trayectoria. En esta entrevista conocemos detalles sobre su carrera, su arte y los múltiples proyectos en los que se ha involucrado. Nació un 26 de marzo de 1950, curiosamente un día antes del Día Mundial del Teatro, lo que en su opinión marcaría su destino.
1.- ¿Cómo fueron sus inicios en el teatro?
Curiosamente aprendí y comencé a hacer teatro un poco de manera autodidacta, pues estando en los Scouts desde chico en el año de 1960 participaba en ciertas representaciones en las ”Fogatas”, donde se actuaban pequeños Esquetches, (Especialidad de Histrión); y después ya formalmente en los Entremeses Cervantinos en San Roque, y en la plaza de San Cayetano con los Pasos de Lope de Vega, desde muy joven, haciendo el servicio social para la Universidad, pues yo fui de la última generación de la Escuela Secundaria de la Universidad de Guanajuato, y fui universitario desde 1964.
2.- ¿Qué le brinda la dramaturgia que otras experiencias de la vida no le brindan?
He podido vivir y revivir historias, creando personajes y circunstancias donde represento situaciones divertidas en comedias, o dramáticamente trágicas, y puedo mandar mensajes positivos, o mostrar la vida real dando soluciones. Hay que reflejarla de tal manera que la gente se sienta identificada. Al escribir una obra, se hace uno investigador y en la mente uno va creando la personalidad de cada personaje y de las circunstancias que lo rodea, mostrando las peripecias que rodean cada protagonista; y cuando finalmente termina uno una obra, debe de pasar un análisis riguroso, para saber si es una obra que entretenga e instruya.
3.- ¿Cómo ha sido su preparación para poder interpretar actoralmente un papel?
Hay que hacer una exploración personal, pues uno debe de entender al personaje en su modo de ser, y deducir por qué el autor pone en los labios del actor textos y circunstancias que debe de realizar sin justificar sus acciones; después hay que actuar el personaje poniendo ciertas características propias del actor, además de tomar en cuenta las instrucciones y observaciones del directo;, dando esta mezcla de situaciones un resultado que la gente odiará o amará según la interpretación. Uno se debe de preparar en la voz, en las actitudes corporales y en un análisis psicológico de cada uno.
4.- ¿De dónde nace su mote de Conde de San Sebastián?
Cuando el Sr. Enrique Hagen dirigía el museo Iconográfico del Quijote por los años 90`s, me invito a trabajar como editorialista y caricaturista en un periódico que tenia que se llamaba La palabra, y cuando me estaban pidiendo mis datos personales, el joven (Panchito) que estaba escribiendo me pidió que pusiera mi nombre y dirección y seudónimo, y yo puse mi nombre, Juan José Prado y Viramontes, y como vivía en la Cerrada de San Sebastián, al escribir mi nombre abajo puse Cda. De San Sebastián, y luego él me dijo, confundiendo Cda. (Cerrada) con Cde. (Conde), Juan José Prado y Viramontes, ¿Conde de San Sebastián? Y yo le pregunte ¿cómo dijiste? Y repitió Juan José Prado y Viramontes, Conde de San Sebastián. Y yo le dije: “Sí así es”; y me gusto ese seudónimo, y desde entonces use ese mote.
5.- ¿Cómo es su relación con la pantomima y cómo surge su interés por ésta?
En el año de 1975 entré al grupo de “Los Juglares de Guanajuato”, donde empecé a aprender pantomima con el Mtro Alfonso Virchez, que era el maestro de pantomima en el grupo. Me empezó a interesar mucho, y al poco rato ya estaba creando historias pantomímicas, pues me interesó mucho el hacer historias que se entendieran en cualquier idioma. Después se hicieron cursos Internacionales de pantomima en esta ciudad, y vinieron los mejores mimos del mundo, y yo me interesé practicando este arte. Cuando entré a dar clases a la Universidad, entré primero como maestro de Pantomima, creando “El Laboratorio de Pantomima de la Universidad de Guanajuato” y ahí estuve investigando los distintos estilos de pantomima, y me definí por hacer la Pantomima Teatro, que reúne las características de hacer un teatro silencioso sin la cara blanca, y quité las camisetas típicas de rayas y guantes blancos, mezclando historias teatrales con ropas normales y dándole más importancia a la gesticulación facial y corporal, y así surgieron durante cerca de 24 años decenas de historias, como Conceda cambio de sonrisa, Disculpe la molestia que les ocasionan estas obras, Cuidado: mimos trabajando, etc. Cuando nos invitaron a Noruega, al ISFIT, (Un Festival internacional), fuimos con un espectáculo de pantomima muy atractivo, y allá tuvimos un grupo numeroso de fans: de gente de Arabia, India y de otros países de Oriente, a los que les gustó mucho nuestro trabajo; pues en las ocho ocasiones que nos presentamos, siempre iban, y en una ocasión les pregunté que por qué siempre iban a vernos Y me dijeron: “Es que a ustedes sí les entendemos y son muy divertidos, y en cambio si algún grupo de teatro Alemán, o Francés o Ruso se presenta, no les entendemos nada.” Y esa es la gran característica de la pantomima ser un idioma Universal.
6.- ¿Cuáles son las leyendas sobre Guanajuato que son de su autoría?
Escribí varias como cuento: “Callejón de la Rana”, “Callejón de Zapote”, “El Cristo Negro”, “El Callejón del Mogote”, “Perros muertos”, “El Costal Macabro”.Algunas de estas fueron publicadas en el semanario Chopper hace ya varios años, y otras fueron dramatizadas como: “El Rincón de Beatriz” (texto perdido) para el hotel Misión, el Callejón de La Hoja Seca. Y en realidad las otras que ya existen como: “El beso”, “Los Carcamanes”, “El Truco”, “El del Infierno”, “La Bufa y el Pastor”, “Las Comadres”, “Reto en el panteón”, “La Llorona” y “El tecolote”, principalmente. Todas estas las reescribí y las corregí y aumenté. Las adapté al teatro serio y de comedia y son el repertorio del grupo teatral “A capa y Espada” (Las Leyendas de Guanajuato) que fundé y dirijo desde hace 34 años. Algunas fueron presentadas por el grupo Batracio de la Universidad.
7.- ¿Qué riqueza representan las leyendas guanajuatenses para la representación teatral?
Aparte de ser un mundo mágico que habla de situaciones nefastas como en el caso de “La Llorona”, “El callejón del Infierno” o “La subida del Tecolote”, donde se dice que existieron personajes fantásticos y situaciones paranormales, visitas al infierno, fantasmas y aparecidos; muchas de las leyendas están basada en los cuentos populares y sucesos trágicos; muchas de estas situaciones son como los corridos mexicanos, crímenes pasionales y personajes que sobresalieron por sus hechos como Don Carlos y Doña Ana del Callejón del Beso o la placita de los Carcamanes, y aun ahora se siguen contando los acontecimientos acaecidos en el lugar donde se supone ocurrieron.Al representar estas situaciones teatralmente, se reviven las historias y los hechos que debemos de preservar para que la gente las siga conociendo, pues son parte muy importante de nuestra cultura popular.
8.- ¿Por qué se ha decantado más por la comedia en vez de las formas trágicas?
Tal vez por ser yo una persona alegre y que siempre quiero mandar mensajes positivos. Creo es muy fácil hacer denuncia con temas trágicos, como con las muertas de Juárez u otros donde retratan la vida real como es, donde el mensaje es mostrar tan cruda la vida que sale uno del teatro odiando o llorando. Yo he escrito obras como El Ilegal, Mañana, Yo Frida, Yo Diego, El Grito de Dolor es…, Moscas verdes, Un minuto de vida (pantomima) Viejos… los cerros. etc., donde presento cosas trágicas, pero a la vez las mezclo con comedia, y doy un mensaje para que la gente entienda y ayude a mejorarse uno y a la sociedad.
9.- ¿Cuál es la importancia del humor en el arte y en la vida cotidiana?
Súper importante, todos los grandes autores han escrito no solo dramas trágicos. Shakespeare tiene a Romeo y Julieta, El mercader de Venecia, Pericles, Enrique V, etc. Pero también tiene su otro lado en La comedia de las equivocaciones. Cervantes tiene sus entremeses, y sus personaje ridículos y simpáticos como el Quijote. Moliere no se diga con sus comedias de Médico a palos, Tartufo, El ávaro, El enfermo imaginario, etc. Todos los grandes autores han incursionado en la comedia, incluso temas como Los monólogos de la vagina. Y es cierta la premisa que es más fácil hacer llorar que hacer reír, pues para hacer reír se requiere talento; no es solamente pararse en un escenario y decir una sarta de maldiciones o palabras altisonantes para que la gente se ría.
Hubo una oleada de grandes comediantes del cine mudo, como Charles Chaplin, Buster Keaton, el Gordo y el Flaco, Cantinflas, Tin-tan, Clavillazo, Viruta y Capulina, Resortes, etc. Y gracias a ellos, la vida es más agradable y divertida. Y qué decir de Los Juglares de esta ciudad que han dado millares de risas a la ciudad de Guanajuato.
10.- ¿Cómo fue el proceso de la defensa del Cerro de la Bufa contra la urbanización, en el que participó?
Al principio fue luchar para que nos integráramos en un grupo de personas que amamos nuestra ciudad y que estuviéramos dispuestos a “pelear” por nuestros cerros y entornos, pues sabíamos que las autoridades y principales empresarios estaban opuestos a nosotros; querían hacer una serie de construcciones y fraccionamientos a sabiendas de que no había agua, y que el paisaje se vería afectado de tal forma que arruinaría nuestro entorno solo por el capricho monetario de unos cuantos. Esta situación dividió a la ciudad entre los “dueños” del Cerro y los habitantes de la ciudad. Cuando se hizo la lucha coincidieron las fiestas de “La Cueva” y yo presenté en la Bufa la Leyenda de “la Bufa y el pastor”, metiendo diálogos adecuados a la situación. (También para esto sirve el teatro). Cuando hicimos las protestas logramos hacer un plebiscito que arrasó con los votos a favor nuestro y en contra de ellos, y esperamos que esa zona no se vea más invadida y llena de casitas que han dejado las autoridades que se vayan afincando poco a poco.
Si es necesario hacer otra manifestación estoy puestísimo para apoyar las protestas.
11.- ¿Cómo recuerda su etapa de colaborador de la revista Chopper?
Muy interesante, pues el escribir aunque sea un cuento o un suceso trivial obliga al reportero a hacer una investigación siendo su propio corrector de estilo, su propio “consejero” de los temas a tratar; y yo cuando estuve participando como colaborador, trabaje más de 22 años, habiendo suspendido mi participación porque me propuse escribir una novela El retorno de Remigio Leroy, que finalmente terminé y tiene más de 315 páginas, pero que aún no he podido editar.
Fue una época muy interesante, pues esta participación era muy divertida ya que era un reto a la búsqueda de temas, ya fuera de la vida cotidiana, el festival Cervantino o un suceso internacional.
12.- ¿Cuál es la historia detrás de la escritura de su relato “Un domingo en Guanajuato”?
En una ocasión cuando yo vivía en el centro por la Cerrada de San Sebastián, regresaba en mi carro de una fiesta muy tarde o tal vez muy temprano, y quise estacionarme afuera de mi casa, y “mi lugar” (no tenía un lugar fijo, pues me negaba a pagar estacionamiento) estaba ocupado; entonces decidí buscar un lugar cercano y me fui rumbo a Pastita y por más que buscaban todos los espacio estaban ocupados; tomé por la calle Belaunzarán y no hallé nada; y así llegue a la Calle de Alonso, y obvio tampoco había lugar, y sin querer acabé rumbo a San Javier y me pregunte: “¿qué estoy haciendo por San Javier si yo vivía en San Sebastián al otro extremo de la ciudad?”, total me regrese y después de dos horas de dar vueltas en mi ciudad encontré estacionamiento cerca de la subida a la Presa de la Olla. Me dio risa esto que me paso y decidí escribirlo, pero pensando en lo que le puede suceder a un turista que no encuentre estacionamiento en las múltiples tres calles de Guanajuato. ¿Qué haría este pobre hombre en mi ciudad carente de espacios? Y el mensaje es muy claro: es algo que nuestras autoridades no quieren atender ni solucionar: el problema del estacionamiento de los habitantes y de los turistas.
Es curioso pero muchos amigos y parientes que han leído mi cuento, me han dicho: “Eso mismo me paso la semana pasada; vine a Guanajuato y después de tres horas de dar vueltas, pues no había lugar en los estacionamientos, me tuve que regresar a León. A ver si algún día vuelvo, pero mi esposa odia venir a Guanajuato, pues o hay donde pararse y sus papas vinieron y les quitaron las placas, y le robaron la antena en la subterránea.”
13.- ¿Qué opina del cortometraje que se hizo a partir de este relato?
En realidad no salió como lo escribí. Los que dirigieron el cortometraje le quitaron detalles muy importantes y en sus adaptaciones metieron personajes que no son los que pensé. Este cortometraje pudo haber sido muy bueno y se quedó en un 7, y yo mismo como personaje de mi cuento no me sentí identificado. Se puede hacer algo mejor, la idea es muy buena.
14.- ¿Cómo se describiría como director teatral?
Muy bueno, modestia aparte, ya que me he preparado con los mejores maestros de teatro, los mejores dramaturgos, los mejores maestros de pantomima, y he tenido la suerte de ser el maestro de muchos que ahora son maestros de teatro y excelentes actores y actrices y gente a las que les cambié la vida y ahora viven de esto: Eugenia Cano, Rita Gutiérrez, Alejandra Rodríguez, Roberto Gómez, Ricardo Zarraga, José Sandoval, Silvana Santibáñez, Roció e Isabel Rangel, Oscar Sandoval, Jorge Gasca, Antonio Borja y muchísimos más que pasaron por el grupo BATRACIO en sus 36 años de existencia como grupo.
15.- ¿Cómo ha sido su experiencia trabajando como director de teatro con personas de la tercera edad?
Fue muy interesante, dado que la gente grande se menosprecia mucho y a veces me decían: ““Sí quiero actuar, pero dame un personaje que no hable mucho, para no tener que aprenderme tantos diálogos”; y sin embargo yo fui amigo de Carlos Ancira quien era una persona de avanzada edad y nunca se quejó en su monologo Diario de un loco, una obra donde el actor habla más de una hora él solo.
La gente mayor da muy buenos personajes y, cuando actúa, el sentimiento que le pone es muy diferente al que ponen los actores jóvenes; son más respetuosos en los gestos y en el lenguaje que los actores de esta época.
16.- ¿Qué recuerdos entrañables guarda de su trabajo con famosos de la televisión?
Cuando uno actúa con actores “profesionales” piensa que son algo diferentes a los actores de provincia, pero cuando los ve uno actuar o convive con ellos, se da cuenta que muchas veces tiene los mismos problemas que tenemos los actores “no profesionales”; ellos tienen los mismos problemas personales de sus familias e hijos, y a veces mucho desempleo, y más ahora en la pandemia.
De mis recuerdos agradables fue la convivencia con Carlos Ancira cuando en algunas ocasiones vino a Guanajuato y nos íbamos a cenar, y platicamos de cosas triviales; con Jorge Laval igual platicábamos de sus experiencias teatrales. Tuve contacto con muchos, pero muy poco: con Cesar Costa y hace apenas unos años con Alonso Echanove, además de comediantes como Andrés Bustamante, y puedo decir que son agraciados por haber vivido en la capital y tuvieron la oportunidad de actuar. Pero el ser de provincia te limita y te reta a irte de esta ciudad a “triunfar” por aquellos lugares; yo decidí quedarme acá.
17.- ¿Cómo es su apropiación e interpretación del personaje del Quijote cuando lo ha representado?
Es muy interesante este personaje, pues cuando escribí y actué la obra En un lugar de la mancha estudié e investigué la simbiosis de don Miguel de Cervantes y a don Alonso Quijano (el Quijote) y encontré demasiadas similitudes entre ambos personajes, uno real y el otro ficticio; ambos eran “Gens d’armes” (Gente de armas), pues Cervantes fue soldado de acción y de pelear cuerpo a cuerpo (de matar o morir) y al Quijote le gustaba pelear con la espada y su lanza; ambos estaba enamorados de un ideal de mujer: el Quijote de Dulcinea y Cervantes no tuvo suerte en amor ni en el dinero. El Quijote era un hombre solitario y Cervantes también. Y hay muchas circunstancias además de su vida que se reflejan en el Quijote y para las que tienes que haber leído ese libro para poder construir un personaje y vivirlo.
Además, me siento identificado físicamente; por eso me atreví a representar este personaje. Generalmente ponen al Quijote con apariencia de edad avanzada, pareciera alguien de edad cercana a los 70 años siendo que ese personaje tenia cerca de 52 años, y Cervantes 58, por lo que la gente los confunde, a veces no saben cuál es cual. Hay una descripción de Cervantes en el prólogo inicial del Quijote.
18.- ¿Cómo afectó o modificó la pandemia su vida creativa?
Bastante, pues la enseñanza teatral a la que me dedicaba por gusto y placer se vio truncada, y tener que enseñar teatro en línea o por las plataformas virtuales no es lo mismo que de manera presencial, donde uno analiza a los actores personalmente y ve sus características y habilidades. Es muy difícil motivar a un alumno cuando lo están viendo en Tv. Tuve que dejar las clases que aparte coincidieron con mi jubilación, haciendo mi retiro de gusto a uno forzoso. Igual me paso en el programa de radio en el cual tenía más de 22 años ininterrumpidos, del cual salí por la edad, pues la pandemia afectaba a los mayores de 60 años.
Sin embargo, la pandemia me enseño muchas cosas. Me contagie de covid-19 en enero del año 2020 y eso me enseño a evaluar el tiempo, y entender que si uno tiene 60 años o más, esos ya no los tengo, esos ya se gastaron; ahora solo me quedan los que me faltan por vivir, El covid-19 me enseño que la mejor compañía que puede tener uno es la pareja, que si los hijos y los nietos te quieren te van a buscar y se van a preocupar por ti, y también conoces a los verdaderos amigos, los que te procuran y se preocupan por ti. Te haces más creativo. Estoy aprendiendo un cuarto idioma (el italiano), estoy tratando de aprender escribir con la mano izquierda, practico más arquería, billar, dibujo y fotografía, y mi placer es la jardinería. Escribo más poesía, cuentos y teatro. Reparo todo lo que tenga descompuesto, y si puedo hacer algo por alguna persona lo hago. Total: aprovecho mí tiempo al máximo.
19.- ¿Qué es lo que exige de un actor como director de teatro?
Para ser actor hay que tener no solo amor a la actuación: hay que tener pasión y devoción para la actuación; hay que tomar la vida del actor muy en serio pues de eso se va a vivir, y uno es su propia publicidad. Si uno actúa mal, nadie lo va a contrata; pero si actúa bien y le mueve las emociones al espectador por el trabajo bien realizado, ese actor o actriz tiene garantizado su proyecto de vida.
Un actor no debe ser por obligación guapo, alto y delgado. Ahí están Tun tun, Capulina, el Chavo del 8, Danny Trejo, Quentin Tarantino, Jean Paul Belmondo, Yalitza; se imaginan las características para el personaje de Betty la fea, pero todos estos y muchos más son actores triunfadores a pesar de su fealdad. El actuar se vuelve un vicio.
20.- ¿Cuáles son sus obras dramáticas favoritas de la historia y por qué?
Mi autor principal fue un caricaturista, dramaturgo y novelista español, (Madrid, 1901-1952) que se llamó Enrique Jardiel Pónsela, autor de obras como Amor se escribe sin hache” (1929), Espérame en Siberia, vida mía (1930) Pero… ¿hubo alguna vez once mil vírgenes? (1931) Un marido de ida y vuelta (1939), Eloísa está debajo de un almendro (1940), Los ladrones somos gente honrada (1941), Los habitantes de la casa deshabitada (1942) y El sexo débil ha hecho gimnasia (1946). Su novela Espérame en Siberia, vida mía la hicieron película en México, dirigida por Rene Cardona Jr., con Mauricio Garcés, Zulma Faiad, Manolo Fábregas, Enrique Rocha, etc. Fue poeta, y escritor en varios periódicos, Me identifico mucho con él y con Jean-Baptiste Poquelin (1622-1673). También con Moliere y su forma de vivir y hacer una crítica de su tiempo. La tournée de Dios (1932) es mi obra favorita de todos los tiempos. Sé que hay muchísimo otros personajes históricos pero estos dos y sus obras son mis favoritos.