Raúl Reyes Ramos nació en León, Guanajuato, en 1976. Es escritor y artista. Estudió la licenciatura en Letras Españolas en la Universidad de Guanajuato, así como la maestría y doctorado en Artes en la misma Universidad. Ha publicado los libros: 33 CITY ROUNDS (Poesía), Posmodernidad y vida cotidiana (arte, poder y sus conflictos) (ensayo), Mientras no estabas… (poesía), Cinco narradores leoneses del siglo XX (ensayo), Día de las flores, ciudad y tradición (poesía), Gordotón y las hormigas rojas (libro-álbum infantil para colorear). Ha participado en diversas exposiciones individuales y colectivas. Fue becario estatal en el rubro de las artes. Dirigió la revista virtual Arteria artificial. Dirige el combinado de música y poesía “Grata Memoria Ensamble Club.”. Para conocer más acerca de sus proyectos, vista la página de Facebook: “Rally de horas ajenas RRR.”
1.- ¿Cuáles son las artes que practicas?
Principalmente la literatura. De ahí parto para generar proyectos y productos en varios ámbitos. En artes plásticas, música, teatro, productos comerciales, etc. Considero que la multidisciplina, la curiosidad creativa, me llevan de paseo y luego me colocan en tierra firme para continuar escribiendo.
2.- ¿Cómo te describirías como poeta?
Soy alguien que lee mucho y escribe lo necesario. Que vive y en la vida encuentra instantes para resguardarlos. Amo las palabras, sus sonidos, mi vista hacia ellas, las formas de las letras en conjunto, lo que dicen, omiten y sugieren. Soy un mago del instante.
3.- ¿Cómo nace en ti la pulsión por escribir poesía y a qué edad surgió?
Escribo desde que recuerdo, aunque no había poesía en aquellas primeras tareas escolares. Lo digo porque tengo la sensación de haber disfrutado ciertas actividades de escritura. Ya en la adolescencia comencé a tener libretas en las cuales me expresaba, digámoslo así. En esa misma etapa, 13 o 14 años, ordené por primera vez algunos textos. Alguna línea rescaté para mi primer poemario.
Más tarde, en la prepa, ayudaba a mis amigos de la colonia y de la escuela a escribir sus cartas de amor, sus tarjetas de regalo –se usaba regalar tarjetas–. Quizá en aquellos lances descubrí que podía decir ciertas cosas acomodando palabras, jugando con ellas, poniéndolas a rodar. Las cartas y tarjetas eran bien recibidas, por cierto. Yo acomodaba los sentimientos de mis cuates, de eso se trataba y lo hacía con gusto. Ahí supe que podía escribir, aunque no tenía idea de si era o no poesía. No era. Era más un Intercambio juvenil de buena amistad. Se trataba de buscar, rescatar o afianzar algún primer amor: yo ayudaba a escribir, corregía y aplicaba ciertos cambios. Mis amigos pagaban, agradecidos, algunos ricos tacos, el camión, algo de la tienda o las jícamas.
4.- ¿Cuáles fueron los principales conocimientos de vida aprendidos durante la Licenciatura en Letras Españolas en la Universidad de Guanajuato?
Aprendí a escuchar mejor. Tanto en las aulas como fuera de ellas. También, aprendí a tener un primer sistema para escribir mejor. El primer trabajo en Letras Españolas lo hice como en la prepa. De mi cabezota al papel y vámonos. Me creía un pequeño genio que no necesitaba revisar porque escribía bonito.
Aprendí entonces a tener notas para construir una ruta de viaje –suelo llamarla ahora– y luego ya escribir, dejar en reposo, revisar, corregir, volver a escribir y así, darle al texto algunas cuantas vueltas, pulirlo, quitarle y modificarle para ponerlo guapo.
Yo era un chico de León que se abría a un nuevo mundo con muchas ganas de aprender. Guanajuato y Valenciana me ayudaron a observar, a observarme, a cuestionarme. El asunto de vivir fuera del hogar familiar lo cambia todo y yo estaba listo para vivir una vida nueva.
5.- ¿Puedes contarnos sobre tu proyecto de titulación como maestro en Artes por la Universidad de Guanajuato?
Mi tesis se titula: Posmodernidad y vida cotidiana. Arte, poder y sus conflictos. Fue publicada tiempo después con algunos ajustes. En ella abordo diversos asuntos entre quienes manejan la política y por tanto el dinero público, respecto a los creadores y al público. Relaciones tensas, en constante fricción. También, reviso algunos asuntos locales en torno a la gestión cultural, así como la narrativa gubernamental en el sexenio de Calderón, a partir del falso asunto de buenos contra malos y la guerra, no guerra, contra el narco. Todavía hoy vemos a los militares en las calles, incluso con mayor poder que en aquellos años. Una verdadera tragedia para nuestro país, con políticos de todos los colores siendo cómplices, omisos o francamente parte de tal o cual pandilla criminal.
6.- Además de la literatura, ¿cuáles son tus otras grandes pasiones en la vida?
Me encanta conversar. Escuchar historias y preguntar más acerca de ellas. Comer en casa de mis papás y platicar con ellos. Son muy divertidos y grandes anfitriones. Convivir con mis amigos. Nos reunimos con cierta frecuencia y la pasamos lindo. Diversión garantizada. Compartir un tinto con mi pareja y escucharla y sonreír juntos. Me gusta mucho y valoro pasarla bien en mi tiempo libre compartido. Sin tensiones, ni problemitas ajenos.
Disfruto mucho también un par de pequeños jardines que tengo en casa, así como ejercitarme, nadar, jugar tenis, tomar el sol, salir a caminar, preparar alguna comida…entre algunas otras cosas.
7.- ¿Estás escribiendo algo en estos momentos?
Un libro-álbum infantil, un conjunto de cuentos breves y un volumen de poesía. Les voy dedicando sus respectivas horas y avanzan a buen paso. También trabajo en una colección de calcomanías y en unos separadores navideños. Estos proyectos en colaboración con dos grandes creadores y nuevos amigos.
8.- ¿Qué balance haces del año que acaba de terminar?
Nunca antes el verbo sobrevivir tuvo tanto sentido para mi. Todo lo demás, continuar intentando, es ganancia ante el tamaño de la tragedia, ante el pésimo manejo de la pandemia desde el gobierno federal, con su trasnochado patriotismo disfrazado, más discursivo que real. México y sus problemas han resultado ser mucho paquete para las reservas del PRI. Mucho bla bla bla y mucha pandemia. Combo trágico. Sobrevivimos, eso. Nos corresponde continuar intentando.
9.- ¿Cuáles son los planes artísticos o literarios que tienes para este año que comienza?
Esta entrevista, en primerísimo lugar. Más colaboraciones para libros ilustrados, postales, separadores, etc. Organizar algunas lecturas con autores vivos y concluir lo que tengo en proceso para publicar en unos meses.
10.- ¿Cómo es tu relación con las redes sociales?
Comencé a utilizarlas porque obtuve trabajo a través de ellas. Ya después, he conocido personas interesantes y, además, la diversión está garantizada. Son una herramienta muy útil para leernos, para generar proyectos, para obtener ingresos y para compartir arte, memes, música y más cosas hermosas.
11.- ¿De dónde surge el nombre de tu página Rally de Horas de Ajenas RRR?
Es la página de Facebook que alberga mis proyectos, también conocida como Artefactos con palabras. Pensé en el nombre cuando la abrí como una referencia a que los actos creativos, contar historias, escribir, tienen siempre algo de nosotros y un poco de los otros. Algo ajeno y propio que hacemos nuestro para compartirlo al darle forma. Y es un Rally en el sentido de una carrera por etapas, donde vamos concretando proyectos, dando pasos, a partir de darle juego a las palabras.
12.- ¿Puedes rememorar para el público el tiempo en que llevabas a acabo la revista Artería Artificial?
Fue la revista de estudiantes del Posgrado en Artes, la cual nos impulsó e impulsó aquellos primeros días del programa. Convocamos a participar y prácticamente entre dos, tres personas, logramos crear tres muy buenos números. Por supuesto que había colaboradores, ya que la revista mostraba avances de tesis, obra, entrevistas, recomendaciones, etc. Fue una linda experiencia que ayudó a muchas personas.
13.- ¿Cómo visualizas el panorama actual de la literatura en León, Guanajuato?
Con muchas iniciativas rimbombantes patito y también con mucho trabajo serio, constante. Desde la bohemia más cursi hasta chicas que toman su lugar con muy buenas propuestas. Desde un montón de escritores de ocasión, una y otra vez, hasta los intelectuales de pueblo que tiran rollos maravillosos porque les emociona creer que leen más que los demás y porque conocen y/o tienen fotos con otros autores. Hoy me parecen seres pintorescos, disfrazados, caricaturas. Quizá estoy envejeciendo. Mejor así: reírse más de lo absurdo. Por otro lado, también hay lugares que ofrecen espacios para lecturas y presentaciones, cuyo trabajo es ya un referente.
Es decir, León es como lo pintan y como no lo pintan. La cuidad crece en todos sentidos y la literatura, sea un lance o una profesión, encuentra sus espacios. Eso sí, siempre de manera independiente, lo cual tiene un mérito enorme, mucho más en estos tiempos.
14.- Siendo autor de un diagnóstico sobre la FENAL en años recientes, ¿cuál es tu postura respecto a su organización de los dos últimos años de pandemia?
Yo colaboré con dos presentaciones virtuales. Lo hice con gusto y en espera de generar más proyectos. No ocurrió así. Los manejadores del ICL, sin idea, con mucha pose, algunos contactos y bastante pereza, hicieron muy poco. Quedará para la anécdota que subían más fotos comiendo, conviviendo o haciendo nada que buenos proyectos. Los típicos pésimos burócratas. Otros más para la colección. Incluso, ésta es otra tierna anécdota, el entonces director del ICL se disfrazó de intelectual, supongo, para una presentación internacional. Sentado en el patio de la Casa de la Cultura, como para fotos de quinceañera, se dio vuelo sin decir algo importante. Me imagino que para él eso fue triunfar. Así el nivel.
Por otro lado, es importante decir que la FENAL puede y debe mejorar, aunque no lo hará con gente que no entiende de libros ni de lectura, ni se asesora debidamente. Siempre quedará la opción –y eso que hoy amanecí con un optimismo promedio-–de trabajar por proyecto, con pagos justos y colaboración real. Así a la FENAL le va mejor, cuando logramos colocar más proyectos externos.
15.- ¿Cuál es tu opinión sobre tu participación con la Red Estatal de Tertulias Literarias Guanajuato?
He colaborado algunas ocasiones y suelo ser bienvenido. Los veo muy activos. Proponen, convocan y hacen mucho más a partir de una gestión independiente que los gestores oficiales. Sin duda, son ya un referente para las letras de Guanajuato. Seguirá, es mi impresión, con los proyectos tan abiertos, un filtro natural para producir menos y con mejor calidad, para profesionalizar, poco a poco, algunos rubros de su interés. Suele ocurrir así. El barco de la literatura viaja despacio, no es muy cómodo y no todos caben.
16.- ¿Cuántos años llevas escribiendo tus calaveritas literarias y dónde han aparecido publicadas?
Debe ser ya 10 años, quizá uno o dos más. Cada noviembre elaboro por lo menos 5. Se han publicado en algunos medios de México, en Argentina, Estados Unidos y España, hasta donde recuerdo. También, circulan mucho a través de Whatsapp. Al ser pequeños textos con versos divertidos, burlones, la gente los lee en cualquier momento y los comparte. En este 2022 publicaremos una recopilación con sus respectivas ilustraciones a todo color. Es una hermosa tradición mexicana que forma parte de mi vida.
17.- ¿Qué mensaje le darías a tus lectores para recibir este año nuevo?
1. Que sigan mi página en Facebook: Rally de horas ajenas RRR, Artefactos con palabras. Siempre hay algún regalo, delicioso café y textos para compartir. También personalizamos sus encargos.
2. Que la pasen muy bien en este 2022. La vida se complicó pero siempre hay alegrías, poesía y arte para mejorarla.
3. Les mando un buen abrazo para agradecerles su lectura y sus comentarios. Continuaré creando para todos nosotros y para quienes deseen sumarse.
Muchas gracias.
Agradable entrevista con respuestas claras que muestran el mundo de este escritor.
Gracias por compartir la reseña de su trabajo literario.
Muchas gracias.
Saludos afectuosos.
Felicidades RRR, buena entrevista y un gusto saber que aún hay personas de mente y palabras claras que no les da miedo expresarse tal cual.
Muchas gracias, saludos afectuosos.
Siempre es mejor decir las cosas, en algo ayudamos limpiando un poco el camino.