Amaranta Caballero Prado (Guanajuato, Gto., 1973) es poeta y artista visual. Estudió Diseño Gráfico en la Universidad de Guanajuato y posteriormente una maestría en Estudios Socioculturales en el Colegio de la Frontera Norte y la Universidad Autónoma de Baja California. Actualmente vive dedicada al arte. Nos interesa en este artículo hacer una cronología de ciertos momentos decisivos en su trayectoria escritura.
La relación de Amaranta con la literatura le viene desde la niñez, pues en su casa siempre hubo libros. En la infancia escribía cartas y tenía esa pulsión natural por la escritura que suelen tener los poetas cuando niños. Sin embargo, su primera experiencia profesional con las letras llegó en su temprana juventud cuando incursionó en los talleres del grupo Tertulia, en la ciudad de Guanajuato, experiencia que para ella fue muy importante, pues la ayudó a confrontar estilos y acercarse a la escritura creativa desde la disciplina y la profesionalización. Poco después, y gracias al estímulo que recibió de personas dedicadas a las letras, empezó a participar en eventos literarios en su ciudad natal.
Hacia 1992 tiene su primera gran lectura pública como poeta al ser invitada al Encuentro de Mujeres Poetas en el País en las Nubes, en Oaxaca, la cual describe como “una experiencia intensa” ya que supuso “participar en y con la comunidad que espera la palabra y conocer a las compañeras escritoras y su manera de entender la literatura, así como el encuentro consigo mismas”. Ella recuerda momentos de gran comunión con las personas que en la montaña esperaron pacientemente a que las poetas oficiaran la palabra como en un rito sagrado inmemorial. Personas humildes, atentas a la poesía como nunca después ha visto la autora, con quienes compartió además vivienda y comida.
En 1997 gana una beca para escritores del gobierno del estado de Guanajuato para escribir su poemario Zona de niebla, parte del cual fue publicado por la editorial del estado en la antología La tentación de Orfeo en 2001.En 1999 es invitada por José Vicente Anaya a ser corresponsal de la revista de poesía Alforja, a partir de lo cual pudo fungir como lazo para la distribución de la revista en Guanajuato y posteriormente en la ciudad de Tijuana.
Su siguiente publicación importante viene en 2004 cuando, a través de su propio sello, Ediciones de la Esquina, da a conocer Bravísimas bravérrimas, libro que tuvo una buena acogida por parte de la crítica. Cabe destacar que, para ese entonces, ya había publicado en una considerable cantidad de revistas de Guanajuato, Tijuana y el país, encontrándose activa en lecturas y eventos culturales.
En 2005 figura en dos antologías: en la antología de aforismos que realizó el Dr. Javier Perucho de la UNAM y publicó en el periódico La Jornada, siendo una de las tres mujeres referenciadas aparte de Sor Juana Inés de la Cruz y Mariana Frenk-Westheim. Del mismo modo aparece en Tres tristes tigras (Desde esta esquina), publicada por el Centro Cultural Tijuana (CECUT), en donde ella participó como creadora del proyecto editorial y con la colección de poemas Ante las líneas de las manos.
Todas estas puertas aparece publicado en 2008 en el sello editorial Tierra Adentro, cuya propuesta es más madura y meditada. Gracias a su constancia obtiene este mismo año la beca de creadores del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) para escribir Vanitas con el acompañamiento del poeta Jorge Esquinca y del escritor Josu Landa. Esta obra se publica en 2013 en el sello editorial La Rana. En 2008, su escritura se diversifica con la publicación de su cuento ilustrado Gatitos de migajón en la colección infantil con perspectiva de género del Instituto de la Mujer Oaxaqueña.
Cabe destacar que a su trayectoria como escritora su formación como diseñadora ha aportado elementos para configurar su poética, lo que es más notorio en su poesía visual contenida en la antología La palabra trasfigurada (Del lirio, 2013) y en su libro de artista Libro del aire (Casa Impronta, 2014), un interesante libro conceptual que contiene únicamente la palabra “A-I-R-E” recortada en el papel del libro, una letras por cada página: así, no es la tinta sino el aire el que ha escrito su propio nombre.
En 2014 publica Amarantismos (Ediciones de la esquina) libro de poemas breves, inspirado en los poemínimos y dedicados a Efraín Huerta, donde también inscribe un diálogo con el guanajuatense, como vemos en la siguiente ilustración.
En 2016 publica Newspaperbirds of March (Centro de Cultura Digital) en un formato e-pub. Este experimento usa como materia prima un periódico de Tijuana y otro de San Diego, del mismo día (1 de marzo de 2011) para escoger de cada página ciertas palabras y frases en español para estructurar un poema “cada palabra a manera de gorupo”. Al mismo tiempo, cada página de los periódicos fue intervenida con el mismo dibujo, enmarcados en contextos socioculturales muy distintos. Los poemas que resultaron son violentos y dan cuenta de una realidad cruda y compleja. Este libro sería publicado en papel en 2019 por la editorial Cinosargo.
Amaranta visualiza el panorama actual de la poesía hecha por mujeres como un terreno fértil, rico, pero al cual hace falta más revisión y atención en la perspectiva de género. Opina que el interés reciente de antologías femeninas es un contrapeso al machismo de la cultura literaria, pues afirma, en toda antología típica es siempre más visible el trabajo de los hombres. En este sentido, celebra el trabajo como antologador de Ricardo Castillo, autor de Sombra roja. 17 poetas mexicanas (1964-1985). Ella, “feminista que ama a los hombres” opina que la escritora contemporánea tiene la responsabilidad de luchar por la visibilidad de las mujeres en el terreno del arte y en los demás. Se trata de “luchar juntas”.
La Universidad de Guanajuato publicaríe en 2018, dentro de su colección “Cocodrilos”, su recuento de poemas Ojo avizor. Y en 2019 publicaría, de nuevo en su colección “Formato portátil” su libro de poesía Cólera morbus, con una ilustración de portada de la misma autora y un prólgo de Enzia Verduchi en donde dice “A partir de breves postales, principalmente poemas en prosa, Caballero Prado desarrolla una bitácora de la cotidianeidad decimonónica en Guanajuato y su abatimiento a causa de la enfermedad en cuatro apartados ‘La libreta de diario’, ‘Efemérides 1833’ , ‘Los primeros brotes’ y ‘Daguerrotipos’.[…] Es notable cómo Amaranta Caballero Prado condensa y acopla pasado y presente en una alegoría; los muertos que el cólera arrazó en el siglo XIX y la violencia que arrasa con nosotros en el siglo XXI.”
Entre sus lecturas favoritas la autora menciona a Blanca Varela, César Moro, Marossa Di Giorgio, Cristina Peri Rossi, Roberto Juarroz, Efraín Huerta y Jorge Ibargüengoitia. De entre los poetas actuales menciona a Saúl Ordoñez, Eduardo Padilla y Daniel Rojas Pachas, por nombrar a algunos.
Actualmente, radicando de nuevo en Guanajuato desde 2017, la poeta es editora invitada en la revista bilingüe La Presa. Desde entonce stambién figuró como jurado y lectora crítica de concursos como el Seminario para las Letras Guanajuatenses, el Programa de Estímulos a la Creación y al Desarrollo Artístico (PECDA) y el Premio de Poesía León. Este año resultó beneficiada del programa Sistema Nacional de Creadores del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.