Diagnóstico sobre hábitos de lectura en Guanajuato es una investigación que se realizó con el apoyo particular de la División de Derecho, Política y Gobierno del campus Guanajuato de la Universidad de Guanajuato, en coordinación con el Centro Vinculación con el Entorno, bajo el auspicio del Instituto Estatal de la Cultura. Su objetivo fue analizar el comportamiento, trabas y desarrollo de la práctica lectura actual en la sociedad de nuestro estado. Para ello se recurrió al método descriptivo, aplicándose la revisión documental, entrevistas diseñadas para el caso, muestreo, encuestas y análisis de fiabilidad y validez. Los lugares de lectura se circunscribieron a las comunidades, los municipios, las casas de lectura y las bibliotecas públicas. Se menciona la colaboración especial de Varinia Valentina Salazar Barrientos, Mónica Váquez Padilla y Rossana Juárez Martínez. Este esfuerzo supone el primero en su género que realiza una entidad federativa por conocer datos y detalles de este asunto. El resultado se publicó en forma de libro en 2020 por ediciones La Rana.
El doctor Ramón Armando Pérez López coordinó el esfuerzo de un cuerpo docente y profesional que, aun con una inversión financiera de bajo costo, produjo resultados provechosos y muy reveladores. “Todo lo anterior se hizo con el mismo equipo de recursos humanos existente en la Coordinación de Bibliotecas del Instituto Estatal de la Cultura, el cual fue capacitado con la intención de detectar, estudiar, diagnosticar (y pronosticar en su caso) un problema real en la administración, promoción y la dotación de un servicio cultural como el fomento a la lectura para, a partir del análisis cuantitativo y cualitativo de nueve mil encuestas, establecer las acciones e instrumentos en materia de cultura que nos permitan mejorar este asunto nodal para el desarrollo de la sociedad”, explica en un texto preliminar María Adriana Camarena de Obeso, directora del Instituto Estatal de la Cultura.
Algunos datos puntuales que interesan y queremos compartir son los siguientes: el 64.8% de los lectores visitan librerías, mientras que un 35.19 % no lo hace. Entre las principales librerías están las del Fondo de Cultura Económica y Educal, dependientes del gobierno federal, y que tienen presencia en las principales ciudades del estado. El 74.81% de los lectores afirmaron visitar algún espacio de lectura como son algunas de las 174 bibliotecas de la Dirección General de Bibliotecas, a las que se pueden sumar las bibliotecas de instituciones de educación superior que muchas veces están abiertas al público en general. 25.18% respondió que no asiste a espacios de lectura. Los municipios con menor asistencia a bibliotecas son Ocampo, Pueblo Nuevo, Atarjea, Pénjamo, Valle de Santiago y Doctor Mora, lo que puede explicarse por el déficit de bibliotecas en estos municipios. Los esfuerzos del Instituto Estatal de la Cultura en materia de bibliotecas podrían enfocarse en el diseño de actividades que incrementen los públicos lectores en estos municipios.
En cuanto a los motivos de la lectura, 55% manifestó que lo hace por placer, 41.2% por el tema, 31.30% por la escuela, 27.1% por recomendación, 21.80 % por cuestiones laborales, 15.80% por el autor, 10.30% por anuncios en medios y 2.7% por imposición. Entre el público no lector, las dos principales razones fueron: “prefiero hace otras actividades”: 32.80% y “no tengo tiempo”: 30.30%. Otros factores para no leer mencionados fueron la vista deficiente, carecer de lugares apropiados para la lectura, la falta de incentivos o de plano considerar que la lectura es “pérdida de tiempo”, de la cual “no se aprende nada”.
En cuanto a los formatos de lectura, 73.75% usa formatos físicos con soporte en papel, mientras que el 26.24% lo hace en soportes digitales; entre las lecturas digitales están las revistas, los archivos pdf, los periódicos, las redes sociales y los blogs (éstos dos últimos son los favoritos, con un 62.20%), los comics y los mangas.
En cuanto a los objetivos de la lectura, 36.19% lo hace por entretenerse, 32% para informarse, 11% para estudiar y21.03% para trabajar.
No terminaríamos pronto de verter todos los datos, estadísticas y números arrojados por esta investigación. Nos conformamos con señalar otros rubros que se consignaron y que son apartados del libro: “tiempo de lectura”, “personas que influyen para leer”, “la opinión de otros sobre la lectura propia”, “actitud hacia los libros”, “temas de lectura (dividido por sexo)”, etc. Todos estos datos se representan con gráficos estadísticas de diversas formas: pasteles, barras, nubes, mapas, tablas.
Al final de libro, los capítulos “Propuesta de actividades”, “Alineamiento de política pública” y las “Conclusiones”, redondean las interpretaciones y utilidad de la información arrojada por la investigación, al mismo tiempo que las articulan en su contexto para ofrecer pautas de trabajo y de seguimiento, desde la reflexión y la praxis de política cultural. La bibliografía del libro es amplia y ofrece lecturas básicas para quien quiera ahondar en el tema de la lectura y su impacto a nivel nacional, así como desarrollar otros textos o investigaciones sobre la materia.