Este libro de Elba Sánchez Rolón (doctora en humanidades por la Universidad Autónoma Metropolitana y actualmente catedrática en el Departamento de Letras Hispánicas de la Universidad de Guanajuato), publicado en 2017 por la UG en su colección “Locura brujular”, explora posibilidades de agenciamiento en una porción de la escritura (la que refiere a la experiencia literaria) del ensayista, filósofo e historiador de las ideas francés Michel Foucault (1926-1984), uno de los pensadores más influyentes en las Ciencias Sociales y las Humanidades en las últimas décadas, cuya escritura es caracterizada por “la pasión por los bordes” y “las ubicaciones problemáticas del sujeto, del lenguaje y de los métodos”. “Los temas tratados por Foucault suelen ser tan centrales como fronterizos, sus argumentos son al mismo tiempo preguntas, su insistencia es reconsideración y sus rutas dan cuenta de una multiplicidad de intereses referidos o recobrados siempre para un yo que persiste en su pregunta por sí mismo”. A este respecto se alude a las palabras del propio filósofo y su concepción de lo literario: “la literatura es una especie de lenguaje que oscila sobre sí mismo, una especie de vibración sin moverse de sitio”.
La doctora señala que la gran recepción de la obra del teórico francés puede tener relación con “este bordeo de abismos, al vértigo seductor de sus temas o de su lenguaje”; aunque también alude que su encanto puede proceder de una recuperación del sujeto, ya no cono un hecho constatado, sino como una pregunta que no cesa y que es potencialmente estética. Algo que invita a la performatividad del sí mismo.
Sánchez Rolón convoca desde su mirada en un ángulo propicio, una introducción sobre la forma de Foucault de entender la literatura “sobre su posición ante la posibilidad crítica y, en general, sobre las prácticas literarias como experiencias límite del lenguaje y del sujeto, producto de reflexiones que no fueron trazadas directa o únicamente para estos fines y sobre textos que no pueden ser calificados sencillamente como teorías o modelos críticos.” Se advierte que las propuestas de Foucault implican el adentramiento en una complejidad de relaciones con diversas disciplinas, así como en un embrollado itinerario escritural y de pensamiento que implica un recorrido intelectual de décadas. Las páginas de este libro tienen como objetivo la exploración de una posibilidad de esa experiencia reflexiva. “Más que trazar márgenes, los ensayos siguientes se ubican en ellos, es decir, en aspectos considerados muchas veces fronterizos”, retomando, como pauta, la noción de “experiencia literaria”, cuyo uso está en muchos de los trabajos de Foucault, nos dice la autora en su introducción al libro.
Extrañeza, singularidad, errancia, asombro, incompletud, son palabras usadas para hablar del espacio literario como ejercicio de un lenguaje del pensamiento, ya que “Pensar el ser de la literatura no pertenece, por tanto, al orden de la afirmación positiva, sino al de la pregunta. (…) En este espacio vacío, hueco y límite entre lenguaje y obra, la literatura sitúa todo su ser, y habita únicamente la pregunta misma por el ser de lo literario. Esta afirmación no positiva, exigencia siempre abierta, repetida e incansable, no puede separarse del ser mismo de lo literario”.
“La literatura es una experiencia al infinito, es dispersión, es umbral de lo múltiple, es sitio de máscaras y revelaciones… (…) un lugar donde también habita el pensamiento y que nos invita a constantemente volverlo a pensar”: con estas sugerentes palabras concluye el libro.
Sánchez Rolón es además autora de libros críticos como La escritura en el espejo: Farabeuf de Salvador Elizondo (UG, 2008) y La experiencia literaria en dos novelas de Julieta Campos (Colegio de San Luis, 2015). Recibió en 2004 el Premio Nacional de Ensayo literario José Revueltas. Actualmente es subcoordinadora de la Cátedra José Revueltas de Filosofía y Literatura, en la Universidad de Guanajuato. El libro puede adquirirse en la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la UG, así como en la librería Fondo Guanajuato.