El dispositivo sexo-género, libro de Cuauhtémoc Nattahí Hernández Martínez, editado por la Universidad de Guanajuato en 2017, con apoyo de la Cátedra de Filosofía y Literatura José Revueltas tiene su origen en un texto concluido a mediados del año 2006, que constituyó el trabajo que el autor defendió para obtener el grado de licenciado en Filosofía. El texto se organiza en torno a la idea de que existe un sistema sexo-género que funciona como un dispositivo histórico de poder, noción que tiene su importancia en los estudios de género, los estudios gays y la teoría queer.
Cuando fue elaborado este trabajo, la noción de dispositivo “no constituía un concepto vertebral en la introducción al pensamiento de Foucualt”, por lo menos en el ámbito de recepción en el que la reflexión académica se inserta. Salvo algunos textos cortos de Deleuze en el que se subrayaba la importancia de tal idea en el pensamiento foucaultiano, el concepto no era una figura central en las discusiones teóricas. Actualmente, estudios realizados en diversas latitudes el globo han recuperado el concepto y lo han difundido, estando ya bien situado en las problematizaciones de las ciencias sociales.
El Dr. José Mendivil habla de este trabajo como una investigación pionera en su contexto y sin precedentes en materia de temas de género en la Universidad de Guanajuato, y se congratula de haber podido acompañar al autor en el desarrollo de ésta. Resalta también el aprovechamiento de esta noción de dispositivo sexo-género para los estudios feministas, de masculinidades y de las minorías sexuales; una concepción performativa que “permitiría romper, a su vez, con la metafísica de la sustancia; es decir, estar más allá del ‘naturalismo de los sexos’”.
Este dispositivo de control social funciona estratégicamente en la reproducción de las injusticias y no se agota en la forma general de la prohibición “sino que sus técnicas y mecanismos coactivos cubren desde la ley hasta procesos de subjetivación (procesos de especificación, individualización y solidificación de identidades); sus efectos, a su vez, no serían reductibles únicamente a los de la censura y la condena, tomarían la forma de constructos y ficciones que se implantan en lo real, y ocultándose en ropajes naturales, el poder se sirve de ellos como instrumentos y soportes para avanzar.”
Un dispositivo, entendido así, es una cosa cualquiera que tiene la capacidad de modelar, confiscar, orientar, determinar y asegurar las conductas, los comportamientos, las opiniones y las palabras de los seres vivientes. Éste dispositivo sexogenérico, entendido en los marcos de este planteamiento, ejerce no sólo la represión sino también la producción de patrones identitarios, individualidades, realidad y conocimiento.
Los capítulos de este libro: “El dispositivo sexo-género”, “Esbozos para una cratología de género”, “Subjetivación-sujeción de género”, “La concepción del sexo y la sexualidad de Foucualt como posibilidad para re-pensar la opresión por género y por sexo” y “La producción de subjetividades críticas en relación al sexo y al género”.
Esta reconsideración del sistema-género como un dispositivo de poder “es un intento por alejar la teorización y la práctica de las formalizaciones estáticas, de las totalizaciones y de las pretensiones dogmáticas”, se resalta en la contraportada del libro.