Por fin apareció impreso el libro Las buenas nuevas. Antología de poesía de la última juventud guanajuatense. Un texto que aglutina el trabajo de siete poetas jóvenes, seleccionados por méritos de calidad, y cuya muestra fue extraída de dos talleres importantes del estado de Guanajuato: el Seminario para Las Letras Guanajuatenses del Fondo Guanajuato y el Taller Literario Universitario de la Universidad de Guanajuato, coordinado por el maestro Jesús Aragón.
El libro fue publicado gracias al Programa de Apoyo a Espacios Culturales Independientes del Instituto Estatal de la Cultura, por medio de ediciones La Rana, con fondos federales de la Secretaría de Cultura. El libro contó con un tiraje de 250 ejemplares que serán distribuidos gratuitamente de forma estratégica en bibliotecas públicas y escolares del estado, principalmente en los niveles secundaria y preparatoria, razón por la que el libro tiene un formato álbum con el que los escolares puedan identificarse.
La versión digital del libro se encuentra disponible en la plataforma Issuu desde hace un par de meses. Y desde septiembre se han realizado presentaciones virtuales de este libro en diferentes canales como la Feria Nacional del Libro de León, el Café Literario de la Universidad Politécnica del Bicentenario y la Red de Tertulias Literarias de Guanajuato capítulo León.
Los jóvenes poetas incluidos son: Ringo Yañez, quien mediante la intensa brevedad rescata de la tradición temas relacionados con el tiempo, como la caducidad, la muerte, la fugacidad de la vida, el paso sin revés de la juventud, el devenir, la vejez y le brevedad del amor. Su poemario presentado, Pulso telegráfico, se divide en dos apartados: “Tarjetas postales” y “Telegramas”.
Zauriel A. Martínez Hernández nos presenta, bajo el título de Poemas agüitados, una serie de poemas entre confesionales e histriónicos que dan cuenta de una tristeza post-adolescente con ideación suicida y tintes humorísticos, en los que se hacen presentes rasgos como la personalidad limítrofe y el absurdo.
En Elegía a un revoloteo fugaz, Paulo Torres nos presenta un conjunto de poemas que parte de una visión emocional del amor y del desamor para caminar a formas más luminosas de amor por la naturaleza, aprecio por el folclor local y exaltación del sentimiento místico del hombre en contacto directo con el cosmos.
Diego Armando Solos, en su Catapulta, nos empuja hacia el descubrimiento del poder violento de la palabra en poemas que giran en torno a la búsqueda angustiosa de la individualidad y la identidad, el amor juvenil, las experiencias con las drogas y la plasticidad del lenguaje como antídoto contra la incertidumbre.
Jorge Pardel abreva de la estética lisérgica para construir en Davinidades (palabra que viene de davinio: anagrama de adivino) cartas oníricas que delatan una sensibilidad afianzada en la sutileza, la fragmentación y el onirismo. Una realidad que acepta en sí misma diversas realdades y donde el yo se desdobla buscando un lenguaje de comunión.
Las Estaciones grises de Kevin González nos van llevando de la mano por diversas modalidades de la experiencia vital, amorosa y cotidiana, trenzadas de contrastes entre lo luminoso de la esperanza y su contraposición en la sombra y el desasosiego. La poética del autor, según sus propias palabras, se basa en la búsqueda de la equidistancia entre la belleza y la angustia. En los últimos momentos el autor se vuelca hacia la ironía y el coloquialismo.
Finalmente, Amaury Salvador recupera algunas experiencias vividas y soñadas para elaborar poemas directos, de un lenguaje sencillo pero afinado para volver a delatar los misterios de la cotidianidad, del amor, el deseo, como agentes que palian la monotonía de la vida adulta y hacen del verso una especie de desnudamiento.
En su contraportada se lee la siguiente descripción del libro:
“Este compendio reúne siete poemarios de siete muy jóvenes poetas que oscilan ahora entre los 20 y los 25 años de edad, seleccionados por méritos de calidad literaria. Todos tienen una incipiente trayectoria en el panorama de las letras del estado. Tras una dialéctica de taller y acompañamiento tutorial, los trabajos ahora presentados se ofrecen como una muestra de los más recientes derroteros que la poesía estatal explora, confirma y actualiza. Del romanticismo sombrío adolescente, la ideación suicida, la búsqueda conflictiva de la identidad, el confesionalismo o el rescate de lo clásico; hasta formas más novedosas fincadas en el tono conversacional, el sarcasmo, el cinismo y la experimentación plástica: este libro hereda y a la vez renueva ciertos mitos de la personalidad, ciertas posturas e imaginarios juveniles del amor, el lenguaje y la rebelión, que constituyen un testimonio vital de autoafirmación en el caos de la irracionalidad contemporánea y su destierro sistemático de lo poético.”
Los interesados pueden leer la antología en el siguiente enlace.